Paseando con raquetas de nieve por Puerto Ventana, Teverga
Gracias a una promoción de Turismo Teverga, un amigo y yo nos animamos a ir hasta Puerto Ventana, uno de los más desconocidos de Asturias, para disfrutar de una mañana andando sobre la nieve con raquetas y hacer un iglú si había suficiente nieve, cosa que al final no fue posible por las escasas nevadas. Para los más pequeños tenían reservada una actividad muy divertida, tirarse en trineo por la nieve.
Los más mayores empezamos a ajustarnos las raquetas sobre las botas, mientras veíamos como los más pequeños escogían un trineo para tirarse por la nieve (esto de hacerse mayor cada vez tiene menos ventajas). Una vez que el grupo estaba perfectamente preparado, con su ropa de nieve, botas, raquetas y guantes (excepto un servidor, que se los olvidó en casa con las prisas), empezamos el «pequeño» paseo por la montaña.
Al principio brillaba el sol, iluminando un espectacular paisaje cubierto con una fina capa de nieve. Nuestra ascensión continuó hasta llegar a la frontera entre Asturias y Castilla y León, teniendo a un lado las maravillosas vistas de los bosques nevados de Teverga y al otro el valle de Babia, en León.
Curiosamente la expresión «estar en Babia» tiene mucho que ver con este valle, y es que los reyes de León iban a cazar y descansar a esta zona, despreocupándose de los problemas de la corte y de las intrigas palaciegas. Cuando alguien preguntaba a los súbditos donde estaba el rey, estos decían que estaba en Babia. La disculpa funcionaba tan bien que los reyes se aficionaron a decir que estaban en Babia cuando no querían recibir a alguien, y de ahí a que la expresión se convirtiera en popular hay un paso. Esta visto que la realidad supera a la ficción.
Continuando con nuestra pequeña travesía, el tiempo empezó a cambiar rápidamente, cubriéndonos una niebla bastante amenazante, y eso que apenas era la 1 del mediodía. Entonces el guía nos preguntó si nos veíamos bien de fuerzas para continuar el camino, y como todos estábamos deseosos de ver nuevos paisajes, seguimos el camino hacía la siguiente montaña, esperando que no nos nevara encima.
Nos encontramos con los restos de varios búnquers de la guerra civil, y es que este paso, al ser bastante montañoso, es un buen punto defensivo, aunque pasar el invierno dentro de estos búnquers no debió de ser nada fácil; igual que tampoco debió de ser fácil soportar el calor en alguno de los búnquers del desierto de Monegros, muy alejados en temperatura (estábamos a -2º) y distancia.
Nuestro camino bajaba nieve a través entre cotoyas y otros matojos, hasta llegar a unas cotas más bajas, donde la niebla empezaba a dispersarse, pudiendo ver los restos de las minas que había en Puerto Ventana. Las minas a cielo abierto cerraron hace tiempo, y para minimizar su impacto reconstruyeron los cauces fluviales, impidiendo que las lluvias destrozaran el terreno, sin vegetación por la explotación minera. Aún así, las escombreras están a la vista.
El hambre empezaba a notarse, y es que sin darnos cuenta llevábamos 4 horas caminando sobre la nieve y disfrutando de estos paisajes. Menos mal que el coche ya estaba a la vista, y en pocos minutos disfrutaríamos del merecido descanso.
La experiencia de andar con raquetas por la nieve me pareció muy divertida, siendo una buena forma de caminar por la montaña en invierno, aunque en algunos puntos había poca nieve y era fácil patinar en las piedras. También era nuevo para mí el hacer una ruta de montaña con un guía, siendo una buena manera de conocer mejor el entorno, y sobre todo en invierno, donde la meteorología puede volverse en nuestra contra rápidamente y el contar con un guía experto es siempre aconsejable.
Turismo de Teverga hará actividades gratuitas durante todo el año para conocer mejor esta fantástica zona, a tan sólo 40 minutos de Oviedo y 1 hora de Gijón. La próxima, un paseo a caballo el 11 de febrero.
Más información
- Fotos de Puerto Ventana
- Turismo de Teverga
- DeporVentura
- Hoteles en Teverga
Espectaculares imágenes gélidas, me encanta la foto del sol tras la niebla, ¿Cansa mucho andar con las raquetas?
Es como andar normal pero levantando un poco más de peso en cada pie. Sobre mucha nieve se anda muy bien y no cansa, y cuesta arriba, pero cuesta abajo hay que ir con cuidado porque puedes torcer un tobillo, que las raquetas se grapan al suelo y cuesta algo levantarlas.
Qué chulada, me encanta la nieve pero no sé si aguantaría 4 horas andando con las raquetas, jejejeje. La verdad es que algún día tengo que probar pero quizás empiece por una ruta menos «dura». Ya nos contarás qué tal tu paseo a caballo!!! Un abrazo. ;-)
La ruta no era dura, lo que pasa que no sabiamos lo que nos esperaba y la incertidumbre siempre hace que parezca más de lo que es. Claro que aguantarias las 4 horas con las raquetas, que no cansa mucho