Lugares a visitar en navidad recomendados por bloggers de viaje

La navidad y el mes de diciembre son unas fechas muy especiales para viajar por el mundo, pues las ciudades se llenan de color, de mercadillos navideños y de un espíritu festivo que nos ayudan a combatir el frío comiendo muchos dulces y especialidades de la época navideña.

Para compartir este espíritu navideño, he preguntado a algunos de los mejores bloggers de viajes cuál es su destino preferido para viajar en navidades, para llenarnos de inspiración y darnos ideas para recorrer el mundo en navidad. ¡Seguro que te sorprenden sus ideas!

Montreux y sus mercadillos Navideños, por Los viajes de Claudia

La localidad de Montreux se sitúa en Suiza, a los pies del Lago Lemán, y es sin duda uno de mis destinos navideños preferidos. Aún no es muy conocido como otras grandes ciudades con mercados de Navidad, y eso hace que tenga verdadero encanto.

En Montreux se instala cada año siguiendo la vera del lago un mercadillo de Navidad con numerosas casetillas de madera donde comprar artesanía, vino caliente… e incluso hay una cabaña gigante llamada La Poya donde sirven las mejores fondues de queso que he probado.

Si continúas bordeando el lago, más allá del pueblo encontrarás tras una curva el Castillo de Chillon, de lo más coqueto, vestido de navidad para la ocasión: sus chimeneas humearán y olerá a codillo asado por cada rincón para recibir a sus habrientos visitantes.

Por último, pero no menos importante, desde Montreux parte un tren a las montañas, con todo nevado, rumbo a Rochers-de-Naye, donde en una cueva podrás conocer al mismísimo Papá Noel y dejarle tu carta para esas Navidades. Por el camino puedes parar en la aldea de la navidad y hacer manualidades como pintar velas de colores o dar de comer a los animales de granja.

Freddie Mercury era un enamorado de Montreux. Me apuesto lo que sea a que pasó allí más de una navidad.

Casa de Papá Noel en Suiza
Casa de Papá Noel en Suiza

Roma, por Saltaconmigo

Para nosotros es una tradición: nuestras Navidades son en Italia y, siempre que podemos, intentamos pasarnos por Roma. Roma es preciosa todo el año, pero con las luces de Navidad tiene una marcha más si cabe. Además, es el sitio ideal para hacer compras, quieras comprar lo que quieras.

La plaza de San Pedro, con su enorme árbol de Navidad y su belén, debe ser tu primera visita. Y, si eres religioso, aunque no sea nuestro caso, también puedes aprovechar la bendición Urbi et Orbi del Papa.

La capital italiana se llena de belenes en muchos más sitios, por no hablar de los mercadillos de Navidad. Ah, ¡y no nos olvidemos de la comida! La comida típica romana es deliciosa, pero en esas fechas, además, puedes probar los dulces italianos de la Navidad por excelencia: el panettone y el pandoro. Hazlo en una panadería artesanal, ¡verás que no tienen nada que ver con los del supermercado que hay en España! ¡Qué rico está el panettone artesano!

Y, para acabar, ¿qué tal unos fuegos artificiales en Nochevieja con vistas a la Ciudad Eterna?

Plaza del Vaticano en Roma
Plaza del Vaticano en navidad, Roma

Rochester, por De Bilbao pues

Es una costumbre nuestra. En el puente de diciembre siempre visitamos alguna de las ciudades europeas con más espíritu navideño.

Madrid, Brujas, Londres… Todas ellas deslumbran por sus mercados o su decoración navideña. Pero el año pasado decidimos probar algo más alternativo y pasamos unos días en Rochester, Inglaterra.

Lo que encontramos fue toda una sorpresa que convirtió este pequeño pueblo en nuestro lugar preferido para visitar en navidad.

Rochester es un pequeño pueblo al este de Londres. No es muy conocido, ni tampoco es muy turístico. Por desgracia para el pueblo, se encuentra a pocos kilómetros de Canterbury, lo que le ha relegado injustamente a un segundo plano en el turismo de la provincia.

La ciudad tiene mucha historia y su calle mayor conserva esa esencia de pueblo inglés. El habitante más conocido ha sido Charles Dickens, que se enamoró de tal manera que pidió que le enterrasen en ella.

Rochester está situada en la desembocadura del rio Medway y sus puentes son de un gran valor cultural para Inglaterra.

También hay 2 castillos que se pueden visitar, uno en cada orilla. Piensa que el rio era un punto estratégico importante y hubo grandes batallas por su control. Las vistas de la bahía desde el castillo principal son espectaculares.

Junto al castillo se encuentra la Catedral de Rochester. Créenos, no tiene nada que envidiar a la de Canterbury. Por dentro es preciosa.

Es posible visitar un pequeño mercado, no muy grande, de unos 10 o 15 puestos. Lo más interesantes es ver a los miembros de la sociedad de Dickens amenizando el ambiente vestido de personajes de los cuentos.

Y que te encuentres con el fantasma de las navidades futuras mientras te advierte que tienes que volver… no tiene precio.

Rochester en navidad
Rochester en navidad

El embrujo de Brujas en Navidad, por La Cosmopolilla

A la par que atardece a orillas del Minnewater, el lago del Amor, se prenden las luces de los mercadillos del Markt, el corazón de Brujas. Se dice que en la ciudad medieval mejor conservada de Europa hasta los cisnes están cubiertos de leyendas. Se deslizan por los canales elegantes y altivos, buscando refugio en el bosque para pasar la noche.

Si durante el día Brujas es encantadora, al caer la oscuridad se sumerge en un halo de pura magia. Creo que lo que más me gustó de esta ciudad fue caminarla después del ocaso, recorrer esas calles empedradas y solitarias, vacías de turistas.

Excepto sus plazas centrales: bajo la silueta del Belfort cada diciembre se encienden los puestos de vino caliente, gofres, salchichas. Y hasta una pista de hielo al aire libre en la que patinar desafiando al frío. Si Brujas tiene la capacidad de hechizar a sus visitantes, en Navidad atrapa sin remedio.

Brujas en navidad
Brujas en navidad

Nueva Zelanda, por Un viaje Creativo

Para mí, la Navidad siempre había sido la del hemisferio boreal, la de temperaturas rozando los cero grados, los polvorones, la cabalgatas de reyes y el espumillón. Pero cuando descubrí que en algún lugar del mundo se celebraba con barbacoas en el jardín y baños en la playa me dije a mi mismo que alguna vez iría a ese lugar.

Y así fue: el lugar elegido fue Nueva Zelanda, un viejo sueño viajero, el cual me acogió con los brazos abiertos y un sol que calentaba a 25 grados. Había entrado en el verano austral. Para los que piensen que unas Navidades sin nieve y sin morirse de frío no son Navidades… que se quiten esa idea. Yo soy un nostálgico y me gustan los paisajes invernales, el calor al abrigo de una fiesta que reúne a la familia, pero poder disfrutar del mejor tiempo para visitar Nueva Zelanda, entre diciembre y febrero, es una de las decisiones más acertadas que he tomado nunca.

El país es como el escenario de una película (no en vano, así lo fue para Peter Jackson): los paisajes no dejan de asombrarte allá donde vayas: el suelo marciano de Tongariro, la belleza acuática de la región de Fiordland, las decenas de rutas de senderismo que atraviesan cordilleras montañosas, lagos ocultos en mitad de bosques tan profundos y salvajes que parece que nunca han sido explorados por el ser humano.

Y está también la cultura maorí, de la cual se pueden aprender muchísimas cosas. Un viaje a Nueva Zelanda quizá no sea el más económico del mundo pero una vez que estás allí te das cuenta de que vale cada céntimo invertido.

Nueva Zelanda en invierno
Nueva Zelanda en invierno

Estocolmo, por Tragaviajes

Cada vez somos más los que sentimos la curiosidad de conocer cómo se celebra la Navidad en otros rincones del mundo, y especialmente de Europa. Muchas capitales europeas, desde el mismo mes de noviembre, se pueblan de mercados de Navidad, pistas de hielo, abetos gigantes, Papás Noel… Pero la Navidad de muchas de estas ciudades se ha vuelto tan popular que se hace tarea imposible caminar por sus calles durante el mes de diciembre, como puede suceder en Madrid. Pero hay una ciudad que no solo te ofrece todos esos complementos navideños necesarios, y no solo es una de las ciudades considerada como la más bonita de Europa, sino que pasear por ella no se convierte es una lucha constante. Esta ciudad es Estocolmo, en Suecia.

Estocolmo tiene mercados navideños, pista de patinaje, luces de Navidad y todo lo que entendemos como imprescindible en época de adviento. Aunque también es una ciudad que invita a descubrir museos, como el Museo Vasa, Fotografiska, Skansen, Abba… o pasear por uno de los cascos viejos más coloridos del viejo continente, como es el caso del barrio de Gamla Stan, o dormir en un barco de la Segunda Guerra Mundial sobre el lago Mälaren… Y cuando el frío hace mella puedes disfrutar de la galería de arte más grande del mundo, el metro de Estocolmo, el cual se merece una tarde para recorrerlo y admirar cada una de las estaciones. Creo que son suficientes razones para escaparnos a Estocolmo estas navidades ¿verdad?

Estocolmo en navidad
Estocolmo en navidad

Varsovia, por Aprendizaje Viajero

Como destino navideño desde Aprendizaje Viajero hemos elegido Varsovia. Porque pensamos que es una de las capitales más infravaloradas de Europa y ya era hora de hacer un poco de ruido a su favor. En Varsovia encontrarás un pasado que te pondrá los pelos de punta, y una gente que te sacará una sonrisa en cada Milk Bar que pises. Sí, Polonia está marcada por la guerra, pero su gente no quiere llevar esa fama y ha decidido reconvertirla en ciudad cultural, y social. Varsovia hoy en día brilla y te está esperando porque tiene muuuucho que contarte.

Para los amantes de la historia (y no vamos a negarlo, también para combatir el frío) es imprescindible visitar el Museo Judío y el del Levantamiento de Varsovia. Os aseguramos que saldréis de allí con una visión distinta de la ciudad, del país, y de la guerra.

Es una ciudad barata con un casco histórico precioso y unos barrios llenos de sorpresas. Una de las experiencias más aconsejables es caminar la ciudad y ver los distintos estilos arquitectónicos para hacerte una idea de las influencias tan grandes que sufrió el país. El Palacio de la Cultura, símbolo del comunismo más austero, el Stare Miasto, custodiado por Segismundo III, el Barbakán… Por sus tierras pasaron franceses primero, alemanes después y por fin rusos. Todos querían la tierra que bañaba el río Vístula, y todos tuvieron que pelear. Y vaya si pelearon.

Varsovia
Varsovia

Alsacia, por Imanes de Viaje

Alsacia es el destino que estás buscando para estas navidades. Cualquier época es buena para visitar esta región francesa fronteriza con Alemania. Pero, quizás, el momento del año en el que Alsacia es más especial si cabe es durante la Navidad.

Toda la región de Alsacia se engalana para recibir la Navidad con su mejor cara, los mejores adornos navideños por las calles, los mejores escaparates en las tiendas y, por supuesto, los mejores mercados navideños. Todo está cuidado al más mínimo detalle.
Estrasburgo, la capital de Alsacia, cuenta con uno de los mercados navideños más famosos de todo Europa. La ciudad de por sí tiene magia y encanto. Callejear por la Petit France y tomar un barco para recorrer los canales es un plan imprescindible en la ciudad. Pero en Navidad el punto ineludible en Estrasburgo es la Plaza de la Catedral donde tiene lugar el mercado navideño.

Otro de nuestros lugares favoritos de Alsacia es Colmar. Todas las casas de esta localidad parece que están sacadas de cuento, y callejear por sus calles te hará sentir protagonista del mismo cuento de Hansel y Gretel. Mención especial para la zona de la Petit Venice, probablemente, el lugar más fotografiado de todo Colmar.

Tampoco nos podemos olvidar de otros pueblos de Alsacia que se merecen una mención aparte como Eguisheim, Kaysersberg o Riquewihr. Todos y cada uno de los pueblos de Alsacia tienen su propio encanto, y más en Navidad.

Por cierto, si te animas a ir no te olvides de probar los vinos alsacianos, unos de los vinos más importantes de Francia. Y, por supuesto, disfruta de la gastronomía alsaciana con platos tan ricos como el choucroute, la tarte flambée o el baeckeoffe. ¡Esperamos que lo disfrutes!

Alsacia en navidad
Alsacia en navidad

Nicaragua, por Sinmapa

Si estás buscando un escenario diferente para disfrutar los días navideños, te propongo que cruces el charco y los vivas en un país auténtico, colorido y amable: ¡Nicaragua! Los nicaragüenses son muy cristianos y celebran la Navidad por todo lo alto y con mucho fervor… ¡es una época ideal para descubrir más sobre su cultura!

Una de las ciudades más pintorescas de este país centroamericano es la colonial Granada y para estas fechas se engalana consiguiendo una atmósfera aún más espectacular de lo habitual.

La tradición navideña –con su arbolito, villancicos y pesebre- fue introducida por los colonos españoles y con el paso del tiempo se fue enriqueciendo y mezclando con las tradiciones locales hasta conseguir una festividad de lo más vistosa.

Los días previos a la Nochebuena es un placer caminar por las calles, plazas y parques iluminados de Granada hasta terminar en la plaza Independencia donde se levanta un gran árbol navideño o a orillas del lago Nicaragua que brilla con decenas de lucecitas de colores. Una de las rutas más interesantes para hacer en esta época es la de las iglesias que exhiben sus pesebres y el espíritu festivo se termina de conseguir con los villancicos, algunos de producción nacional como los creados por Carmen Vega. Pero una experiencia que no te debes perder en Granada durante la Navidad es “El Pase del Niño Dios”. Se trata de un teatro callejero en el que recrean el nacimiento de Jesús con pastorelas que acompañan las diferentes escenas bíblicas cantando y en el que dejan cada noche –durante las 9 noches del “novenario”- al niño Dios en una casa diferente para que lo arropen y lo cuiden.

Sin lugar a dudas, Granada ofrece el entorno perfecto para celebrar la Navidad a lo grande y ¡en mangas cortas!

Ciudad de Granada en Nicaracua
Ciudad de Granada en Nicaracua

Berlín, por La próxima parada

Berlín es una de esas ciudades europeas en las que se han desarrollado gran parte de los hechos históricos más relevantes del pasado siglo. Una capital que estuvo separada por el, conocido por la opinión pública occidental, muro de la vergüenza, y que le confiere una diversidad que pocas ciudades tienen en el mundo.

Dos mitades que fueron creciendo según las realidades que vivían en cada parte del muro. Hoy en día la convierten en una ciudad con mucho que ofrecer y que además en navidad sabe engalanarse y sorprender a sus visitantes.

Entre su patrimonio arquitectónico encontramos mercados navideños como el de Gendarmenmarkt, con artículos de artesanía y multitud de delicias culinarias, además de espectáculos callejeros. Una de sus plazas más pintorescas también cuenta con otro de esos centros de exaltación de la Navidad, estamos hablando de Alexanderplatz, donde no faltan los típicos puestos de madera entre Alexanderstrasse y la propia plaza, e incluso una noria de gran tamaño.

Otro lugar que no hay que perderse es el pueblo navideño que se monta alrededor de Postsdamer Platz. Aquí encontraremos, además de los anteriormente citados puestos de comida rápida, una pista de hielo para patinar y un tobogán helado de más de 12 metros de altura. Y si queremos cambiar de aires y estar en un ambiente más relajado, nada como acercase a los alrededores de la iglesia evangélica luterana Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche a tomarnos un buen currywurst al son de la música ambiente del lugar.

Distintos entornos dentro de la diversidad urbanística de la capital alemana. En todos se vive en un gran ambiente, de lo más internacional. Estos son algunos de los mercados que encontramos por la ciudad, aunque son mucho más conectados por sus amplias avenidas también repletas de adornos y luces para celebrar estos días tan festivos. Que los curiosos nombres de sus mercadillos no te echen para atrás, Berlín en navidad merece mucho la pena.

Mercado navideño de Gendarmenmarkt
Mercado navideño de Gendarmenmarkt

Budapest, por Se hace camino al andar

Había visto innumerables fotos de los mercados navideños de Budapest pero cuando llegué, me di cuenta que la Navidad en Budapest es mucho más que eso:
Como anochece relativamente pronto (16:00h), tendrás que organizar tus planes para realizarlos desde pronto por la mañana. Por el día puedes visitar el Parlamento, pasear por el Danubio y el barrio judío o cruzar de lado a lado el puente de las cadenas, pero vete buscando un mirador bonito para ver el atardecer (destaco Colina Gellert, el Castillo de Buda y el Bastión de los Pescadores).

Ya de noche, puedes disfrutar de los Ruin Pubs (bares creados en edificios en ruinas con una decoración muy peculiar –y con cerveza barata-) o unos de los museos más raros que he visto hasta la fecha: Hospital in the rock, museo Pinball y Miniversum (un mundo en maqueta).

¿Si hace frío? Pues un poco pero, ¿por qué no combatirlo en un balneario? Por el gran número de balnearios que allí se encuentran, llaman a Budapest “la ciudad balneario” y, el más alucinantes, sin duda, el balneario Széchenyi (con 15 piscinas internas y 3 externas a más de 36ºC –estarás a 0ºC fuera pero tu cuerpo estará calentito).

Budapest y el río Danubio
Budapest y el río Danubio

Como ves hay recomendaciones para todos los gustos. Ahora solo me falta saber cuál es la tuya, así que cuéntame en los comentarios a que lugar te encanta viajar en navidades. ¡Felices fiestas!

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  1. Yo me voy a quedar con Nicaragua. Eso de la manga corta me ha convencido. Si ya la ciudad parece bonita y colorida no me quiero imaginar con el ambiente festivo.

    ¡Un saludo y gracias por incluirnos Victor!

  2. Ya sabes que he estado desconectada del mundo en Cuba, pero ya estoy de vuelta a la civilización y al internet!!! Ha quedado genial el artículo! Mil gracias por contar con nosotros! Un besote y nos vemos en FITUR!

  3. Todos los lugares que ponéis están geniales, pero yo me quedaría con Alsacia. De por si es precioso, pero en Navidad es… increíble!
    Me falta Bélgica en la lista, otro destino muy bonito para pasar la época de navidades.