Los 10 mejores miradores de Gijón, Asturias

La capital de la Costa Verde, Gijón, es una pequeña y acogedora ciudad, que a poco que nos molestemos por recorrer nos ofrece grandes vistas a la naturaleza que la rodea, incluso desde el propio centro. Es lo bueno de las ciudades pequeñas rodeadas de montañas, es muy fácil encontrar buenos miradores de los que disfrutar del paisaje. Esta es una lista de los que creo que son los mejores miradores y formas de ver la ciudad de Gijón.

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La Campa Torres

El mayor cabo al lado de la ciudad es también el origen de Gijón, ya que aquí se encontraron los primeros asentamientos romanos y astures de la zona, como atestigua el parque arqueológico que podemos visitar: algunas casas y una gran muralla.

A parte de por las grandes vistas que hay a la ciudad, con el fondo de excepción de los Picos de Europa, es también un apacible lugar para pasear y ver los contrastes que sólo se pueden encontrar en Asturias: blancas playas entre escarpados acantilados a poca distancia de grandes industrias, en este caso, una central térmica. Se puede llegar hasta la Campa Torres en autobús (línea 21) y en coche. Es de las mejores opciones para ver Gijón de noche.

El Pico Sol

A unos 8 kilómetros de Gijón encontramos este pico coronado por varios repetidores de telecomunicaciones, así como por un excelente mirador para disfrutar de un auténtico mar de luces nocturno.

Un panel informativo nos indica los lugares más emblemáticos de la ciudad que divisamos desde las alturas. Una carretera estrecha y sinuosa nos conduce hasta la cima del Pico Sol, que aunque bien señalizada, puede ser un poco complicada la primera vez que la hacemos. También se puede subir andando desde el cercano poblado de la Camocha. La mejor hora para subir hasta aquí, el atardecer.

Cerro de Santa Catalina y Elogio del Horizonte

Esta estratégica península fue el origen de la actual Gijón, y fueron los romanos los encargados de ampliar su conexión con el resto de la tierra firme. En su cumbre encontraremos uno de los mayores símbolos de la ciudad, la escultura de Eduardo Chillida el Elogio del Horizonte, que a parte de su valor estético (con el paso del tiempo a todos nos acabó por gustar este váter de King Kong), guarda unas cuantas sorpresas sonoras.

Todo el cerro es una gran zona verde que nos permite ver a ambos lados las principales playas de la ciudad (San Lorenzo, Poniente y el Arbeyal), así como el puerto deportivo, y por supuesto las montañas  que rodean a la ciudad. Ideal para dar un paseo sin prisas y terminar la jornada tomando unas sidras en el barrio de Cimadevilla.

Parque de la Providencia

De parque en parque, saltamos a uno a las afueras de la ciudad, en el promontorio de la Providencia. Aquí encontraremos otra gran zona verde apartada del centro urbano, en la que divisar tanto Gijón y la Campa Torres a lo lejos, como la escabrosa costa asturiana hacia el este.

Es tal la altura de estos acantilados que resulta una zona ideal para la práctica del parapente.

Si lo nuestro es más estar cerca del suelo, hay un excelente mirador al que podemos subir, así como muchos caminos para pasear. Hasta aquí podemos llegar en la línea 25 de autobús dirección Infanzón, así como en coche propio, ya que hay mucho aparcamiento.

Espigón de la Playa de Poniente

Recuperada a principios de los 90 tiene en su parte final, al lado del Acuario, un gran espigón, desde el que veremos la inmensidad de la playa rodeada por todos los edificios, así como parte del puerto deportivo y del casco histórico.

Si el espigón nos queda demasiado lejos, otra opción es recorrer el muelle del centro Talaso Poniente, mucho más cercano al núcleo urbano y en el que estaremos dentro del propio puerto deportivo.

Iglesia de San Pedro y Playa de San Lorenzo

Las iglesias siempre están colocadas en los lugares más pintorescos de las ciudades, y en el caso de Gijón, no iba a ser menos. Reconstruida tras la guerra civil, el paseo de la Playa de San Lorenzo empieza en las inmediaciones de este templo religioso, en la llamada escalera 0.

Aquí tenemos muchas opciones. En días de temporal, la furia del mar es terriblemente fuerte en esta parte del paseo, por lo que se recomienda quedarse a cierta distancia. Más de uno fue tragado por el mar en esta zona. Con el mar en calma, este adquiere unos tonos verdosos que nos trasportan al Caribe. Sin duda un lugar imprescindible en cualquier visita a Gijón.

Torre de la Universidad Laboral

Que el mayor edificio civil de España tenga una gran torre es algo lógico, y por eso desde la torre de la Universidad Laboral de Gijón, con sus 130 metros de altura, se despliega una gran panorámica de las afueras de la ciudad, con lugares tan vistosos como el jardín Botánico Atlántico o las omnipresentes montañas.

Su estilo recuerda al de la torre de la Giralda de Sevilla, y subir aquí es una gran forma de finalizar la visita a este inmenso edificio. Un consejo, nunca subas conmigo, que de tres veces que subí a la torre, en todas llovía. En el resto de ocasiones seguro que hace mejor tiempo.

Final de la playa de San Lorenzo (zona tostadero) y senda costera del Cervigón

Si antes hablaba del inicio de la playa de San Lorenzo, ahora le toca el turno a otra parte igual o incluso más fotogénica, que encontraremos a 1,8 kilómetros del punto de partida. Se trata del final de la playa de San Lorenzo, en la llamada coloquialmente como zona del Tostadero (nombre recibido porque aquí el sol calienta más al ser una zona resguardada del aire, no por el local de copas).

Una vez terminada la playa, empieza la senda costera del Cervigón, que recorre toda la costa hasta el Parque de la Providencia, y que recomiendo hacer a cualquiera que le guste el mar y los paisajes bonitos.

La Senda del Cervigón es la continuación de este paseo. Unos 2 kilómetros de una senda perfectamente preparada en la que disfrutar de la costa, los acantilados, y de algunas esculturas muy emblemáticas, como la Madre del Emigrante (coloquialmente «La lloca del Rinconín»), Sombras de Luz, y las tazas de mármol (Nombre real: Cantu los díes fuxíos).

Una senda muy fácil de hacer, y que una vez llegado al final en el parque de la Providencia, si nos encontramos con fuerza, podemos continuar hasta la pintoresca playa de la Ñora o incluso hasta Villaviciosa.

Volar en globo, avioneta o parapente

Siempre digo que las mejores vistas son desde las alturas, y en el caso de Gijón, donde no hay grandes rascacielos, tenemos que conformarnos con el cercano Pico Sol. O también podemos volar sobre la ciudad en algún ingenio.

Para mi gusto, el globo es la mejor forma de disfrutar del vuelo, aunque también la más complicada de conseguir por su alto coste y escasa disponibilidad. Otras alternativas son el vuelo en parapente, mucho más económica pero en la que sólo volaremos cerca de la ciudad, no sobre ella, o el vuelo en avioneta despegando desde el aeropuerto de La Morgal, un poco más cara pero donde no dependemos tanto de los factores meteorológicos.

Tour por el mar en barco

Y para terminar, tras tanto mirar Gijón y el mar desde todos los ángulos, qué mejor idea que echarnos a la mar para verla desde una de sus mayores puertas de entrada y que da sentido a gran parte de su historia.

Aquí tenemos varias opciones: Si no tenemos barco propio, en verano podemos subirnos al pequeño barco turístico que hace un recorrido por delante del cerro de Santa Catalina y parte de la playa de San Lorenzo, o bien podemos alquilar un barco con capitán por horas y así decidir qué lugares queremos ver.

Ambas opciones son muy vistosas, y como siempre se disfrutará más en días de mar en calma.

Hasta aquí mi selección con los mejores lugares para disfrutar de Gijón y de su verde paisaje. Si hay alguno que se me haya pasado, o quieres hacerme cualquier pregunta, ¡ahí están los comentarios!