El turismo sostenible es para gente inteligente

El planeta se está yendo a la mierda por la vía rápida y yo ya me cansé de quejarme en el bar y en el twitter. Como soy un optimista (aunque no lo parezca ;), prefiero buscar soluciones a mi alcance para arreglar estos entuertos llamados calentamiento global, desigualdad social y peor calidad de vida. Y además, seguir viajando sin estropear aún más nuestro planeta, que me gustaría que durase un poco más que yo.

Universidad laboral de Gijón
Universidad laboral de Gijón

La única forma que he encontrado de cuidar el planeta y poder seguir viajando es, como todo en la vida: siendo sostenible, haciendo las cosas bien.

En esta sostenibilidad entra mucho más que el cuidado del planeta, ya que es más que una moda pasajera para quedar bien de cara a la galería. También tiene en cuenta la realidad social y económica del destino, para que todo mejore en consonancia, y así nosotros disfrutemos de buenos servicios y la gente local de una buena calidad de vida. Me parece un buen trato.

Como turista, visitante o viajero, da igual cómo quieras etiquetarte, tenemos mucho poder en nuestra mano para potenciar el turismo bien entendido, ese en el que viajas para disfrutar del destino, para conocer su realidad, y que, una vez te vuelves a casa, tan sólo quedan tus huellas en la tierra, sin que nadie haya tenido que maltratar a un animal para que te hagas un selfie o comprado productos de peor calidad para poder competir con los bajos precios de los fast food.

Cosechando cebolletas biológicas en Casa Trabanco
Cosechando cebolletas biológicas en Casa Trabanco

Alojándonos en hoteles sostenibles, comiendo en restaurantes respetuosos (como los de kilómetro 0) y visitando destinos concienciados con la conservación del planeta, podemos influir mucho en ello.

Ser un turista sostenible en España es muy barato

Los destinos cada vez están más concienciados sobre ello, por lo que lo promueven activamente, sin que repercuta mucho en el precio final. Para mí, el servicio obtenido y lo a gusto que estoy en un sitio donde se hacen las cosas correctamente, bien me merece pagar unos pocos euros más, aunque normalmente el precio es el mismo que en otros lugares peores. Menos mal que existen los bloggers de viajes y las certificaciones para saber qué lugares son sostenibles y cuáles no.

Como ejemplo, voy a usar el de la ciudad en la que vivo, Gijón, que recientemente ha recibido el certificado Biosphere y está muy concienciada con el turismo sostenible.

Bailando danzas tradicionales
Bailando danzas tradicionales

Gijón es una pequeña ciudad del norte de España, en Asturias, donde sólo se pueden hacer las cosas bien para atraer al turista, ofreciéndole la mejor calidad posible. Aquí no luce el sol todos los días (ni falta que hace para disfrutar de todas las opciones que permite la ciudad), pero donde no se puede fallar es en la alta calidad ofrecida al visitante, siempre buscando que disfrute como nunca de sus vacaciones en un lugar agradable, donde se conservan las tradiciones y se mira hacia el futuro con optimismo para seguir mejorando y evolucionando.

Al salir del hotel te gusta encontrar las calles limpias, a sus habitantes viviendo bien, apreciar la buena gastronomía más allá de un maldito McDonald´s, sentir que eres más que un dólar con patas; una persona. Así es como funcionan las cosas cuando se hacen bien, cuando el turismo es sostenible tanto para el visitante como para el local.

En Gijón sigue habiendo contaminación, desigualdad, algo de pobreza, y muchos creen que ser sostenible es tan sólo pagar por plantar árboles en el Amazonas para compensar sus emisiones de CO2. Mejorar es un trabajo del día a día que lleva mucho tiempo, pero los primeros pasos ya se han dado, y creo que sobre todo se ha dado el más importante: tener conciencia de que mejorar nuestra ciudad depende de nosotros.

Nadie va a venir a arreglar nuestros problemas por nosotros, y menos los políticos.

Plantando robles autóctonos
Plantando robles autóctonos

Así, ¿quién se iba a imaginar hace 15 años que Gijón sería algún día un referente en calidad de vida en España?, ¿que los turistas que la visitan son de los que más satisfechos vuelven a sus casas?, ¿que la antigua ciudad industrial iba a empezar a ser conocida por la tecnología y el diseño? Todo se puede mejorar, y es nuestro deber como personas inteligentes el mejorar nuestro hogar, nuestra ciudad, nuestro planeta.

Gracias a personas como las de Llagar Casa Trabanco, Hotel San Miguel, Restaurante la Salgar, la Cocina de la Laboral, el Pueblo de Asturias, la Gijonesa, Turismo de Gijón y las múltiples asociaciones en las que entre todos comparten sus ideas, ha sido posible llegar a este punto de excelencia, que estoy seguro de que, dentro de pocos años, superarán ampliamente, como ha ocurrido en lugares como la isla de El Hierro (posiblemente la isla más sostenible del planeta que busca su autosuficiencia para no depender de los demás).

Por eso a la gente inteligente le gusta viajar de forma sostenible. Porque se preocupa por encontrar soluciones para mejorar la vida de todos y aplicarlas para que todos vivamos un poquito mejor.

La comida no se tira
La comida no se tira

Yo, que soy bastante tonto y sólo aprendo a base de palos, tuve que ayudar a plantar 20 robles para compensar la huella ecológica generada al recorrer Gijón dentro del viaje #GijonSostenible16 para darme cuenta del gran impacto que producen nuestros viajes, y a la vez, del gran poder que tenemos como consumidores para inclinar la balanza hacia mejorar la situación actual, para que generaciones futuras también puedan seguir disfrutando de viajar.

En definitiva, hay que hacer las cosas bien para que nuestra madre esté orgullosa de nosotros y, sobre todo, porque nuestros nietos puedan seguir disfrutando de este planeta que tanto nos gusta.

Sé inteligente, viaja de forma sostenible.

Árboles en flor
Árboles en flor

Comenta tu opinión sobre el artículo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  1. Genial, Víctor.

    Nos encanta viajar, sabemos las consecuencias medioambientales de ello, del impacto que ocasiona, y debemos minimizarlo hasta unos niveles de lo más sostenible. Ojalá nos preocupemos todos por encontrar como bien dices esas soluciones para mejorar la vida de todos y seamos capaces de aplicarlas para que este mundo sea un poquito mejor.

    Agradezco que hayas escrito y publicado este artículo. Te felicito.

    Un fuerte abrazo.

    • Muchas gracias Antonio. La verdad que si no somos nosotros, las personas, los que busquemos las soluciones, nadie va a hacerlo.
      Lo bueno es que cada vez es más fácil ser sostenible y poder viajar sin perjudicar los lugares que visitamos.
      Un abrazo!

  2. Hola Victor,
    Yo creo que el turismo del futuro será sostenible o no habrá turismo.
    Cada día más ciudades y negocios se apuntan a lo que ahora parece una moda, pero que es imprescindible para que podamos seguir viajando y disfrutando de experiencias auténticas.
    Con tu permiso, comparto en nuestras redes.
    Saludos.

    • Hay negocios que se apuntan simplemente por la moda y no saben muy bien por qué lo hacen, pero si eso hace que nuestro mundo sea mejor, bienvenido sea.
      Un saludo!

  3. Totalmente de acuerdo , el mundo esta cada ves mas acabado, cosas simples como estas pueden cambiar mucho, el turismo sostenible debería ser una practica obligatoria en este siglo, intento siempre practicarla y enseñarles a los que viajan conmigo todo lo que se y ahora con tu articulo ya se un poquito mas. Excelente blog sigue así.