Madrid, la ciudad que nunca duerme

Madrid nunca fue una ciudad que me gustara especialmente. Siempre la vi muy ruidosa y caótica para mi gusto, pareciéndome más un pueblo grande que una gran capital. Sin embargo, el pasado mes de enero visité Madrid con motivo de Fitur y del encuentro de Local Heroes, y pude conocer otra cara de Madrid.

Instantáneas de gente en Madrid, España
Durmiendo la siesta

La capital española continúa siendo un caos, sobre todo para conducir. Eso es algo imposible de arreglar en cualquier ciudad, aunque por lo menos el centro es en su mayor parte peatonal. En cuanto al ruido, eso va implícito en la cultura, así que es otra característica de Madrid que va a durar durante años y años.

Lo que me sorprendió gratamente, es lo activa y vital que se ve Madrid. Quizás sea porque enero es temporada baja y los turistas son escasos, disfrutando más sus habitantes de su propia ciudad y de los tesoros que guarda.

Así, por ejemplo, es posible entrar en el imprescindible Museo del Prado un sábado sin hacer cola, y así poder admirar cualquiera de los cuadros más famosos que alberga sin esquivar cabezas. Hasta el 25 de marzo hay una selección de cuadros y objetos del museo ruso del Hermitage, uno de los mayores museos del mundo. Una visita muy interesante y que da un toque diferente a lo exhibido en el Prado.

Instantáneas de gente en Madrid, España
San Jerónimo el Real
Instantáneas de gente en Madrid, España
La Castellana con poco tráfico
Instantáneas de gente en Madrid, España
León del Congreso de los Diputados
Instantáneas de gente en Madrid, España
Mercado de San Miguel

Luciendo el sol en fin de semana, los madrileños aprovechan para pasear por el centro. Unas tapas en el renovado mercado de San Miguel es una parada cada vez más habitual. Este selecto mercado ofrece desde tapas de paella y hamburguesas con carne de verdad, hasta diferentes tipos de caviar y frutas de todos los colores. Aunque solo sea por ver la variedad de productos, hay que hacer el esfuerzo y zambullirnos en la marea humana que recorre sus pasillos.

Seguro que al final caeremos en la tentación de probar alguno de los manjares que se ofrecen.

Muy cerca tenemos la Plaza Mayor, una gran plaza renovada en el S.XVIII donde siempre veremos algún espectáculo callejero. Músicos, mimos, actores y toda clase de personajes disfrazados actúan en esta plaza en busca de algunos euros. La diversión está asegurada.

Además, en las calles que van a dar a la Plaza Mayor de Madrid hay muchos restaurantes tradicionales con menús asequibles. Curioso que la mayoría sean de cocina gallega o asturiana.

Instantáneas de gente en Madrid, España
El gato con botas
Instantáneas de gente en Madrid, España
Sol de invierno
Instantáneas de gente en Madrid, España
Restaurante y tapeo
Instantáneas de gente en Madrid, España
Buscando qué comprar

Si seguimos recorriendo las calles, seguro que nos encontraremos con mucha gente sorprendente. Desde manifestaciones reclamando más amor, hasta personajes de Star Wars. En Plaza España seguro que también encontraremos ambiente, con algún festival gastronómico, un espectáculo de capoeira, o simplemente algo de botellón.

Muy cerca tenemos el templo de Debod, el mejor sitio para ver el atardecer desde el centro de Madrid, y visitar un parque diferente al del Retiro.

Por mucho que caiga la noche, Madrid va a seguir ofreciéndonos mucho más, mostrando su cara más fiestera y guasona a la luz de las farolas. Las calles se transforman de noche, cambiando por completo la Puerta del Sol, la gran Vía, el barrio de Chueca, . . . , volviéndose irreconocibles todas esas calles que visitamos por el día.

Instantáneas de gente en Madrid, España
Start Wars fans
Instantáneas de gente en Madrid, España
Botellón en la fuente
Instantáneas de gente en Madrid, España
Beso
Instantáneas de gente en Madrid, España
Unidos por el amor
Instantáneas de gente en Madrid, España
Domingo de resaca

Seguro que en Madrid encontraremos varios rincones que nos atraparán, pero he aqui mi consejo. Visita Madrid en temporada baja, cuando el calor nos permitirá pasear todo el día, los turistas son minoría y disfrutaremos más de este poblachón manchego.

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  1. Desde luego da pena eso de la Plaza de Espàña con las botellas y lo peor no es que es algo puntual sino habitual. La gente debería tener más consideración.
    Por lo demás, preciosas las fotos!

  2. En mi humilde opinión creo que la calificación de «poblachón manchego» está muchísimo más cerca del manido cliché que de la realidad. Y que conste mi respeto a todos y cada uno de los maravillosos pueblos de Castilla-La Mancha. Completamente de acuerdo con el comentarista que hace referencia a la falta de civismo de los impresentables que hacen botellón, aunque usted en su crónica lo denomina «ambiente» (¿?), para a continuación insertar una fotografía que muestra la suciedad que deja tan bárbara acción. Y, por último, ¿qué es para usted temporada baja?, y cito sus palabras: «cuando el calor nos permitirá pasear todo el día» ¿he de suponer que se está refiriendo al período estival? Pues si en época los turistas son minoría en Madrid, entonces… me temo que usted ha visitado otra ciudad o que ha errado en su consejo.

    • Hola Jean, te voy contestando los puntos que comentas. Lo de poblachón manchego la verdad es que no sabia que era un cliché, pero Madrid siempre me pareció más eso que una gran ciudad. Será porque el centro es todo de callejuelas y para ver rascacielos ultramodernos hay que irse un poco a las afueras.
      Como ambiente me refería a que siempre hay alguna actividad o gente haciendo algo en la plaza, y como no el botellón que está demasiado presente.
      Temporada baja la considero los meses de octubre a mayo, que me parecen los más agradables para andar por Madrid. En verano hace tanto calor que mejor no pasear a las 3 de la tarde por la Castellana. Un saludo y espero haberme explicado mejor.

  3. Buenos días don Víctor.

    He seguido muy de cerca su blog, sobre todo el apartado de viajes por nuestra España querida, y me he quedado muy sorprendido. Tristemente sorprendido.

    Al hacer periodismo, literatura o información en general, uno debe intentar ser lo más objetivo posible y por lo menos intentar ocultar sus predilecciones. En su caso ni siquiera ha intentado disimular.

    Su amor por la tierra asturiana es más que evidente, y comprendo ese capricho por Asturies, pero es demasiado subjetivo y no habría problema si no menospreciara otras zonas de nuestra piel de toro, como Madrid, por ejemplo, que se ha visto burdamente ultrajada por su texto.

    Tristemente nuestra capital siempre se ve insultada por aquellos nacidos en otras provincias, los que nosotros llamamos «provincianos».

    Sólo me queda decir que la envidia es el deporte nacional, además si ese sentimiento proviene de regiones desoladas por el éxodo rural, es casi peor.

    Salud.

    • Hola Alonso,
      siento que te ofenda el artículo, cuando justamente intentaba mostrar como me sorprendió gratamente lo animada que estaba Madrid en invierno.
      Justo este fin de semana acabo de volver de Madrid, y si bien sigue siendo una ciudad muy animada, la crisis se está notando mucho, y el tráfico sigue igual de horrible.

      Por lo demás, mi ánimo no era de ofender, si no de hacer ver que en Madrid hay actividades para todos los gustos.

      Un saludo

  4. Muy interesante el artículo. Añadiría un parque que no es tan conocido y en realidad es incluso más bonito que El Retiro. Se trata del parque El Capricho, una auténtica pasada que no puedes dejar de visitar si vas a Madrid. Un saludo!