Český Krumlov, el pueblo anclado en el tiempo
Acostumbrado al estilo medieval de Praga, no creía que un pequeño pueblo de 14.000 habitantes pudiera sorprenderme más que la capital checa, pero si todo el centro es Patrimonio de la Humanidad, será por algo.
Llegué a Český Krumlov de noche, por lo que tras pasar por el hotel, tocaba buscar un lugar para cenar, así que rumbo a lo que parecía ser el centro del pueblo. En un pequeño callejón, había una vieja taberna abierta, que resultó ser uno de los lugares más auténticos de este pueblo.
La taberna de la calle Šatlavské era una antigua cárcel medieval, donde podemos disfrutar de una buena cerveza y un buen menú en un entorno totalmente medieval.
Desde los platos de madera, el pan de centeno, las jarras de cerámica, la decoración y hasta el vestuario de los camareros, todo es como en la época medieval.
La visita a Český Krumlov había empezado de una manera inmejorable, aunque al día siguiente habría que ver bajo la luz del sol si merecía la pena los kilómetros recorridos hasta aquí o fue tan solo suerte encontrando el restaurante.
El día siguiente amanecía soleado, y aunque un poco fresco, desayunar al estilo checo en una terraza al lado del río era una opción muy apetecible. Bollería variada, crepe con helado, revuelto con jamón, zumo, café, chocolate, . . . , todo un banquete ideal para empezar el día con fuerzas para subir las empedradas cuestas del pueblo.
Caminando por cualquiera de las pequeñas calles de Český Krumlov, nos sentimos como si estuviéramos en un cuento ambientando en la edad media, y es que todas las calles, edificios y tiendas siguen manteniendo el estilo de antaño, sólo roto por la ropa de la gente que pasea por las calles.
Un pueblo tan típico y bien conservado no escapa a la vista de Hollywood, sirviendo el pueblo de escenario para algunas escenas de las películas «El Ilusionista» y «Hostel«.
En cuanto a lugares interesantes, destaca sin ninguna duda el gran Castillo de Český Krumlov, que domina el pueblo desde el monte formado por un meandro del río Moldava. Una visita imprescindible que nos llevará buena parte del día.
Por lo demás podemos encontrar museos de historia medieval; de figuras de cera; muchas tiendas con juguetes de madera, típicos de la zona; y bastantes lugares de importancia histórica.
Pero sin lugar a dudas, lo mejor es el pueblo en si, que en el siglo XXI es capaz de hacernos retroceder hasta el siglo XV.
A unos 180 km de Praga, por unas carreteras que hay que tomarse con calma, Český Krumlov parece un poco alejado de la capital, pero sin duda es uno de los mejores pueblos que podemos visitar en la República Checa.
Los alemanes ya lo saben, y por la gran afluencia de turistas germanos los precios del pueblo son comparables a los de Praga, pero sin duda la experiencia merece el esfuerzo de tiempo y dinero que supone acercarse hasta aquí. Además, a muy pocos kilómetros tenemos las montañas y Austria.
Buffff, la verdad es que mola un montón. Da ganas de perderse por ahí, convertirse en princesita, enfundarse un corsé y volver a la época de los castillos…Cualquier día estoy por hacer el macuto y acompañarte a un sitio de estos,jeje
Es lo que tiene visitar sitios monos. Dentro de poco semana santa, asi que espero que toque algo del estilo, por si quieres ir empezando a hacer la maleta :P
Que nota vivir por un rato la época medieval de nuevo. Tengo que visitar esa taberna!
La taberna está muy bien, seguro que te gusta