Tarragona en un día, qué ver en la antigua capital romana

El antiguo Imperio Romano, y todo lo que tiene que ver con su arquitectura y ciudades, me fascina. Supongo que como a todos los que nos encanta viajar para visitar los tesoros de tiempos pasados. De entre todas las antiguas ciudades y capitales romanas, Tarragona posiblemente es de las que mejor se conservan, incluso teniendo en cuenta ciudades italianas como Verona o Brescia.

Esto se debe a que la antigua Tarraco, durante la estancia del emperador Cesar Augusto para combatir en las guerras Cántabras, se convirtió en la capital de la región de Hispania Citerior (o Hispania Tarraconensi), y sirvió como modelo para futuras capitales provinciales. Gracias a esto, y a que parte de la ciudad moderna se construyó sobre los cimientos de la antigua ciudad romana, es que en Tarragona podemos encontrar uno de los circos romanos mejor conservados del mundo (por supuesto, mucho mejor conservado que el inexistente circo de Roma).

Además del circo, hay muchos otros lugares interesantes a visitar en Tarragona más allá del pasado romano, y gracias al contenido tamaño de la ciudad, podemos visitar la mayoría de ellos caminando.

Imprescindibles a ver en Tarragona

Anfiteatro romano

Aparte del circo romano, donde se realizaban las carreras de aurigas, el otro gran espacio de ocio en los tiempos romanos era el anfiteatro, lugar donde luchaban los gladiadores (no tan a muerte como nos han hecho creer las películas) y se representaban muchos otros espectáculos.

El Anfiteatro de Tarragona es un excelente punto de partida para empezar a conocer la ciudad, y es que este pequeño Coliseo tiene algo que lo hace único: desde sus gradas podemos contemplar el infinito Mare Nostrum (mar Mediterráneo).

Es tan bueno el estado de conservación del anfiteatro que, durante el festival Tarraco Viva, en el que se recrea la historia romana de la ciudad, este es el escenario de multitud de eventos, incluidas las legendarias luchas de gladiadores.

Circo romano

A 2 minutos caminando del anfiteatro, cruzando la Vía Augusta, llegamos hasta los restos del circo romano, que como he comentado anteriormente está muy bien conservado, pero tiene truco: la mayor parte del circo está debajo de los edificios de la Plaça de la Font. Hay una pequeña parte excavada al lado de la muralla, en la torre de les Monges.

En este lugar nos podemos adentrar en las galerías del circo y automáticamente teletransportarnos al pasado romano, de lo auténtico del lugar.

Para descubrir el resto del circo tendremos que ponernos el sombrero de explorador e ir visitando los distintos locales de la Plaça de la Font en busca de sus restos. Un buen punto de partida son los locales del sur de la plaza, como el banco y las cafeterías.

Torre del Pretori

Visitados los dos mayores monumentos de la ciudad es momento de verlos desde las alturas, como nos gusta a todos los fotógrafos. El mejor mirador del centro de la ciudad, a la par que excelente museo para conocer la historia de Tarragona, es la Torre del Pretori, antigua puerta de acceso al foro y morada del protector de la ciudad.

Desde esta torre se divisa gran parte de la ciudad, para poder ir situándonos y planeando los siguientes pasos de nuestra visita.

Plaza del Fórum

Nos adentramos en pleno casco histórico de Tarragona caminando hasta la Plaza del Fórum. Conviene ir con los ojos bien abiertos y la cámara de fotos (o móvil) preparado, pues en cada rincón nos encontraremos con detalles que bien merecen ser inmortalizados. Tarragona conjuga muy bien su pasado histórico con el arte callejero más actual, por lo que te recomiendo que callejees por donde te lleve la serendipia. Seguro que encuentras algo que te encanta.

En la plaza del Fórum, o plaza provincial, encontrarás diferentes restos, como placas y una estructura de piedra, aderezado con cafeterías y buenos lugares donde tomar una tapa.

Catedral de Santa Tecla

Nuestro paseo por la historia de Tarragona nos lleva hasta la catedral, en este caso erigida en honor a Santa Tecla, y que destaca por su escalinata frontal (ideal para unos selfies), además de ser una de las pocas catedrales a las que se puede subir al techo, desde el que hay unas vistas maravillosas gracias a la posición elevada del templo.

En cuanto al interior, por supuesto hay un bonito claustro, así como detalles como que las campanas son de las más antiguas de Europa, y si te fijas bien en las estatuas de piedra, a algunas hasta se les nota perfectamente la barba, tal es la calidad del trabajo de artesanía.

Muralla romana y Camp de Mart

Desde la catedral podemos continuar nuestro paseo conociendo el casco histórico de Tarragona, pero no podemos irnos de Tarraco sin visitar el resto mejor conservado de la muralla romana, justo al lado del Camp de Mart, y es que esta muralla fue la primera estructura conocida construida por los romanos en la península, hace más de 2300 años. Y ahí sigue.

En el parque del Camp de Mart disfrutaremos del mayor espacio verde de centro de la ciudad y visitaremos el anfiteatro moderno, cerrando el recorrido histórico que hemos empezado en los tiempos romanos y terminando en la actualidad. En tan solo un día hemos recorrido más de dos milenios de historia, y todo dentro de una misma ciudad. Así es de mágica Tarragona.

Alojarse en el centro de Tarragona

Dónde alojarse suele ser una de las grandes preguntas cuando visitas una nueva ciudad. En Tarragona una de las mejores zonas es el centro moderno, pues cuenta con gran variedad de restaurantes y está a muy pocos minutos caminando del centro histórico. De entre todas las opciones, el B&B Hotel Tarragona Centro es uno de los más convenientes por la relación calidad / precio, estar cerca tanto de la estación de tren como del casco histórico, y tener incluso habitaciones con terraza, algo que se agradece mucho en toda la costa Mediterránea.