Litomyšl, cuna de Smetana
Tras visitar Kutná Hora, a unos 90 km está el pueblo de Litomyšl, en la chequia profunda. Según iban pasando los kilómetros, cada vez había menos pueblos y más bosques, hasta que de repente, apareció la nieve. Era principios de Abril, y aunque esta zona de la República Checa no tenga mucha altitud, está cerca de las montañas, cosa que se notaba por el frío y la cantidad de ciervos cerca de la carretera.
Ya en Litomyšl, lo primero que llama la atención es su colorida plaza alargada, siguiendo el estilo típico del país. El día estaba algo nublado, pero en los claros, todos los edificios brillaban y se reflejaban en los charcos. Según dicen es una de las plazas más grandes del país, ya que aunque no es muy ancha, es bastante larga.
Pero sin duda lo más llamativo del pueblo es el Castillo de Litomyšl, de estilo renacentista y construido en el siglo XVI, que parece más un palacio que un castillo, pues no tiene murallas ni torres.
El recinto del castillo es Patrimonio de la Humanidad, ya que a parte de la bonita construcción, fue el lugar de nacimiento del famoso compositor checo Bedřich Smetana. El interior se puede visitar, aunque llegué tarde y ya estaba cerrado al público. Pequeños inconvenientes de viajar en temporada baja.
Continuando el paseo por el pueblo, podemos ver que en un tiempo pasado Litomyšl gozó de una gran actividad mercantil y religiosa, reflejado en la cantidad de grandes iglesias y palacios que podemos encontrar en cada esquina.
Recorrido el centro del pueblo, toca volver a Praga, disfrutando durante el camino de las pintorescas aldeas checas, de los pequeños montes boscosos cubiertos de nieve, y de un atardecer invernal a principios de primavera.
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