Visita a las minas de sal de Wieliczka, Polonia

Un viaje directo a las entrañas de la tierra. Eso es exactamente lo que sentía mientras bajaba los 378 escalones de la escalera que lleva hasta el primer nivel de las minas de sal de Wieliczka, situada a pocos kilómetros de la espléndida Cracovia (Kraków). Visitar una mina quizás no suene demasiado tentador, pero si forma parte de los lugares Patrimonio de la Humanidad desde su primera lista, en 1978, algo muy especial debe de tener. Y por ello tenía que visitarla.

Minas de sal de Wieliczka, Cracovia, Polonia - by machbel
Vigas de madera en la sala Michalowice

A unos 64 metros bajo tierra empezamos a caminar por las galerías de esta mina de sal, pintadas de un impoluto blanco para hacer más luminoso el lugar, hasta encontrarnos con una estatua de sal de Nicolás Copérnico.

¿Qué pinta una estatua del ilustre astrónomo aquí abajo, y además tallada en sal? Pues resulta que los obreros de esta mina, que lleva en activo desde el siglo XIII (has leído bien, plena edad media), se debían de aburrir mucho, y en sus ratos libres se dedicaban a tallar esculturas, lámparas, escenas históricas e incluso capillas.

Tal era su entusiasmo que llegaron a construir 40 capillas dentro de estas minas que se extienden por más de 300 kilómetros. Una auténtica ciudad subterránea.

El guía nos conduce sin dudar por este laberinto de galerías, pasando por delante de la estatua del Rey Casimiro el Grande, que reguló el comercio con sal (en aquella época con 1 tonelada de sal podías comprar un pueblo, con habitantes y todo); algunas recreaciones de ingenios mecánicos de madera; la reproducción de la leyenda del anillo de Santa Kigna, patrona de la mina; la cámara Pieskowa Skala, uno de los pocos lugares de la mina que se conservan originales; hasta llegar a la, nunca mejor dicho, capilla sixtina de las minas de sal: la capilla de Santa Kinga.

Minas de sal de Wieliczka, Cracovia, Polonia - by machbel
Escalera a las profundidades
Minas de sal de Wieliczka, Cracovia, Polonia - by machbel
Por los túneles
Minas de sal de Wieliczka, Cracovia, Polonia - by machbel
Rey Casimiro el Grande
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Discoteca de duendes trabajadores
Minas de sal de Wieliczka, Cracovia, Polonia - by machbel
Esculturas de sal

Una gran cavidad de 54 metros de largo, 17 de ancho y 11 de alto la convierten en la capilla bajo tierra más grande del mundo, al encontrarse a 100 metros de la superficie. Un lugar que no sólo es asombroso por sus números, si no por los «retablos» en sal que encontraremos en las paredes.

Desde escenas cotidianas hasta la última cena de Da Vinci, podemos pasarnos un buen rato admirando tanto las obras de arte en sal de su interior como los elementos más mundanos, como las lámparas (de sal en su mayor parte) o el suelo, que me fascinó por su parecido con el granito que podemos ver en cualquier otro templo. Curiosamente, en la capilla principal no hay ningún Jesucristo, si no que nos encontraremos a Santa Kinga en su lugar.

Sorprende aún más saber que toda la capilla fue tallada por tan sólo 3 obreros (los hermanos Markowski y Antoni Wyrodek), que se dedicaron durante toda su vida a darle forma y siguen estando allí, enterrados en su interior. Actualmente hay otro artista encargado de crear nuevas esculturas en Santa Kinga, como la de Juan Pablo II (nacido cerca de Cracovia).

La cavidad es tan grande que permite que se celebren puntualmente conciertos y bodas, siendo accesible gracias a un ascensor que comunica directamente con la superficie.

Minas de sal de Wieliczka, Cracovia, Polonia - by machbel
Capilla de Santa Kinga. Este suelo es de sal
Minas de sal de Wieliczka, Cracovia, Polonia - by machbel
Capilla de Santa Kinga
Minas de sal de Wieliczka, Cracovia, Polonia - by machbel
Primera lista de Patrimonio de la Humanidad
Minas de sal de Wieliczka, Cracovia, Polonia - by machbel
Última cena de Da Vinci en sal
Minas de sal de Wieliczka, Cracovia, Polonia - by machbel
Lámpara de sal

Tras el impacto producido por la inmensa capilla, el mayor reclamo de las minas, empieza la parte que a mí personalmente más me gustó, por lo extravagante e inusual que es, y que realmente te hace creer que estás en otro mundo.

La cámara Baracz, con su lago de agua extremadamente salada es una buena introducción para la siguiente gran sala, Michalowice, que se puede resumir en una palabra: Moria. La treintena de metros de vigas de madera soportando la cámara recuerdan inmediatamente a las minas de El Señor de los Anillos, y es que parece imposible que algo así sea real y siga en pie.

El lago Weimar, en la que posiblemente sea la sala más bonita por su tosco aspecto e iluminada escalinata, es el escenario ideal para el espectáculo de luces acompañado de la siempre genial música de Chopin, que por cierto visitaba las minas asiduamente para combatir sus problemas de asma.

Resulta que el ambiente de las minas, extremadamente seco y puro, con una temperatura constante durante todo el año de alrededor de 14ºC, es ideal para tratar enfermedades respiratorias como el asma.

El camino continúa bajando por el entramado de madera de la cámara Pilsudski, hasta llegar casi sin darnos cuenta a 135 metros de profundidad. La visita termina en la sala más grande de estas superlativas minas, que con 35 metros de altura, es el colofón ideal para este impactante lugar. Aquí encontraremos un kiosko, tienda con productos de sal, la inscripción en la lista de Patrimonio de la Humanidad, y ¡wi-fi gratis! Seguramente este sea el lugar del mundo más profundo con conexión a Internet.

Minas de sal de Wieliczka, Cracovia, Polonia - by machbel
Lago en la cámara Baracz
Minas de sal de Wieliczka, Cracovia, Polonia - by machbel
Lago Weimar
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¿Minas de Moria o de sal?
Minas de sal de Wieliczka, Cracovia, Polonia - by machbel
Gran oquedad bajo tierra
Minas de sal de Wieliczka, Cracovia, Polonia - by machbel
Restaurante bajo tierra

Aunque la visita termine en este punto, todavía nos queda llegar a la superficie, para lo que tenemos que coger el ascensor minero, no sin antes pasar por la cafetería / restaurante (donde podemos parar a tomar algo) y el salón de bodas, así como por una última capilla.

El retorno a la superficie en el minúsculo ascensor es el único momento en toda la visita a las minas de sal de Wieliczka en que podemos llegar a sentir claustrofobia, ya que subimos apretujados como en una lata de sardinas y en completa oscuridad durante unos eternos segundos mientras se oyen los crujidos del ascensor.

Eso sí, una vez en la superficie, merece la pena la pequeña angustia vivida, pues las minas de sal de Wieliczka son un auténtico espectáculo para el visitante, por todo el arte que se puede ver en su interior, por la fastuosa obra de ingeniería que es, y por todo lo que significan estas minas para la historia de Polonia.

Planea tu visita a la mina de sal de Wieliczka:

  • Consejos: La visita normal dura unas 3 horas durante las que se recorre 2,5 kilómetros. Hay dos puntos para descansar a lo largo del recorrido, equipados con baños y kioskos. Dentro el ambiente es muy seco y la temperatura de 14º, conviene ir abrigado, sobre todo en verano. El camino es casi siempre plano pero hay que subir y bajar bastantes escaleras, a veces algo resbaladizas, imprescindible ir con calzado cómodo. Hay otras alternativas de visitas, como la minera, la religiosa o la aventurera.
    El complejo de Wieliczka dispone de alojamiento tanto en la superficie como dentro de la mina así como centro de salud donde recibir tratamientos terapéuticos.
    Podemos llegar desde Cracovia en la línea 304 de autobús, que tiene una frecuencia de 20 minutos.
    Horario: 9:00 a 17:00. Visitas guiadas en diferentes idiomas. Consultar horarios en la web oficial.
    Tarifa: adulto 75 PLN (18€ aprox), reducida 60 PLN (14€ aprox). Permiso para hacer fotos y vídeos 10 PLN (2,5€ aprox.).
  • Web oficial
  • Turismo de Polonia
  • Hoteles en Cracovia

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  1. ¿¿¿378 escalones??? Madre mía, y a mi me parecían una burrada las 200 y pico de Gaztelugatxe. Menudas piernas se te tienen que quedar ahí!! :P

  2. Espectaculares, ¿verdad? Yo las visité en mi tercer viaje a Polonia y la verdad es que me encantaron, especialmente la catedral, que es ya como «el culmen». Tengo dos cuestiones importantísimas:
    1- ¿Hacías el truquito de cambiar el sentido de giro en los descansillos al bajar tras recorrer unos cuantos pisos?
    2- ¿Chupaste pared? :P Dice la leyenda que el que no le pasa un lengüetazo a la pared para corroborar que es sal… No ha estado allí :P

    • Pues sí son alucinantes, a mi me gustó más la parte de Moria y los lagos que St. Kinga, raro que es uno, pero es que la iglesia a parte de los murales no tiene nada más, me gusta más ver la mina real jeje.
      1- si claro, menudo mareo pillas después de 20 pisos en el mismo sentido.
      2- pues no, pasaba el dedo y después lo chupaba, que no me parecía muy atractiva la pared para darle lametones :P

  3. Fantastico post, debe ser un lugar increíble, toda una experiencia. Cuando estuvimos en Cracovia nos quedamos sin verla por falta de tiempo pero la próxima vez no fallamos seguro :-) Por cierto las fotografías son estupendas

    Un saludo. Luis.

  4. Muy bueno el post! Las fotos son alucinantes, y la comparación con Moria, mejor.
    Voy a ir de viaje por polonia el mes que viene, pero voy un poco justo de días. ¿Sabes si puedo enlazar la visita a las minas con auschwitz el mismo día?

    • Hola, en un día imposible, ya que las minas de sal son 3 horas la visita y Auschwitz echas todo el dia, ya que esta a hora y media de Cracovia en transporte publico y la visita son 3-4 días. Un saludo

  5. Qué pasada de lugar, parece sacado de una historia fantástica. Es realmente alucinante y digno de novela. No tenía ni idea que existiera una mina tan antigua que se pudiera visitar y mucho menos que contara con tales espectaculares obras de arte e ingeniería. Sin duda algo a tener en cuenta cuando planifique un viaje a Polonia! :))

    Un saludo,
    Sonia.

    • Pues sí, uno de los lugares más impresionantes que se pueden visitar en Polonia, sorprendente todo lo que hicieron bajo tierra, seguro que te gustará cuando lo visites.

  6. Hola! Esta semana las visitare y me he pasado por aquí para conocerlas un poco más. Me ha perecido un lugar realmente único a la par que espectacular….y ahora mismo viendo El Hobbit en casa se me antoja bastante visitar esas minas del enano.

    PD: Yo tampoco pienso chupar la pared X)

    Saludos y brillante artículo.

  7. Vamos el día 20 de agosto. Las escaleras son difíciles o son sencillas de poder pasar. Mi mujer tiene una pequeña dificultad. Gracias.

    • Las escaleras son de madera, todas iguales, así que son fáciles, pero son muchas. Si tienes alguna dificultad en hacer todo el recorrido, te pueden bajar y subir en el ascensor. Un saludo