¿Es peligroso viajar ahora mismo a Túnez o Jordania?

En el último año he viajado a dos países que muchos creen que son peligrosos debido al terrorismo: Jordania y Túnez (de este último llegué hace pocas semanas). Durante todos mis viajes, lo más cerca que he estado de un ataque terrorista fue durante el 2016 en Bruselas, pues apenas cinco días antes había pasado por el aeropuerto internacional para viajar hasta Roma, ciudad en la que también presencié un desalojo por aviso de bomba.

Jóvenes en un salón de té

¿A dónde quiero llegar con esto? A que muchas veces nos dejamos impresionar demasiado por las noticias de última hora, sobre todo cuando ocurren en países lejanos de los que sólo nos enteramos de sus desgracias, y creemos que medio planeta está viviendo en una continua guerra.

Pero la realidad es bien distinta.

Casi todo el planeta está en paz, con personas que pasan el día a día cuidando de su familia como buenamente pueden, pasándoselo bien con sus amigos, con los mismos problemas de dinero o amor que tu mismo puedes tener. Todos somos seres humanos, y todos queremos vivir en paz y armonía.

¿Que hay unos cuantos locos que disturban esta paz de forma estrepitosa? Pues sí, parece que cada vez haya más, pero su origen no está en que un país sea peligroso de por si o en sus creencias religiosas, si no en que la gente pase hambre, no puedan tener una buena educación, y vean que la única salida ante una situación desesperada sea atentar contra unos completos desconocidos.

Porque demasiadas veces pecamos de la soberbia de creernos que sabemos de todo, de simplificar hasta el extremo cualquier cuestión, y normalmente nuestro conocimiento de otras culturas es más bien escaso, adquirido casi siempre por lo que la televisión quiere mostrarnos, o como mucho por pasar unos cuantos días como turistas por alguno de estos países.

Niño jugando
Niño jugando en Túnez

¿En serio esto nos da poder para juzgar que un país es peligroso? Como decía al principio, estuve recientemente en dos países árabes con aura de ser peligrosos (Jordania y Túnez), y lo que me encontré en ambos fueron multitud de buenas palabras, muchos welcome sir, y un pueblo altamente hospitalario que repudia a los terroristas incluso más que nosotros, los benevolentes europeos.

Los terroristas no son tontos, y saben que atacando una sola vez al turismo consiguen hundir la economía de un país, subyugando a sus habitantes a sufrir penurias y a que estos tengan que buscarse la vida como buenamente puedan. Algunos incluso llegando al extremo de la desesperación alistándose con estos bárbaros.

Los turistas somos muy miedosos, y lo que menos queremos durante nuestras vacaciones es que nos pase algo malo, pero también hay que tener en cuenta que el turismo mueve miles de millones de euros por todo el mundo, por lo que hay que ser conscientes de que podemos ser objetivos de desalmados que buscan provocar el mayor daño en cualquier lugar del mundo, no sólo en los países árabes. Además, gracias al ingreso económico que generamos los turistas, podemos inclinar la balanza de un país hacia su progreso o su ostracismo.

Yo, por mi parte, seguiré viajando por todo el mundo humildemente y con los ojos bien abiertos, aprendiendo a cada paso, e intentando aportar todo lo que esté en mi mano para terminar de una vez con esta locura terrorista que parece azotar el mundo.

Porque el problema está en la falta de esperanza, en una calidad de vida deficiente, en subsistir más que en vivir, no en la situación geográfica o en las creencias religiosas.

Viendo el atardecer juntos
Viendo un nuevo atardecer juntos

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    • Hola Juanma. A ambos países fui por agencia, ya que fueron viajes de prensa con todo organizado. Nos movimos en furgoneta por el país, y sin problemas. El recorrido en ambos países fue visitar los lugares más conocidos, como Petra, el desierto, las capitales, etc.