Palacio de Schönbrunn, la casa de verano de Sissi
Por este sonoro nombre quizás a nadie le suene que palacio es el de Schönbrunn, pero diciendo que es el más grande de Viena y donde vivió la emperatriz Sissi y parte de la dinastía de los Habsburgo, ya resultará más conocido. Situado a las afueras de la ciudad en otros tiempos, pero ahora ya integrado en el casco urbano aunque un poco alejado del centro, el Palacio de Schönbrunn es una gigantesca construcción que destaca por su intenso color amarillo, y sobre todo por los grandes jardines que hay dentro del recinto, donde podemos ver el lago, el laberinto, e incluso un Zoo. En aquellos tiempos los reyes si que sabían construir casas de verano.
El interior del palacio se puede visitar tras pasar por taquilla, teniendo un precio razonable (sobre 12€) para tratarse de un palacio tan grande, y además con audio guía en español y otros idiomas.
Durante el recorrido, que haremos por nuestra cuenta oyendo la audio guía, veremos algunas salas del palacio, como son la oficina del rey, sus aposentos, el salón de fiestas, el comedor, y otras salas más peculiares como la decorada con estilos orientales o los baños con puerta camuflada.
Este recorrido me recordó mucho a otros palacios que visité en España, como puede ser el Palacio Real de Madrid o el Palacio Real de Aranjuez, aunque el Palacio de Schöbrunn tiene calefactores en todas las salas.
Tras ver el palacio por dentro, tocaba la visita a los jardines. Aunque el día no acompañaba, estando totalmente nublado y con ligeras lluvias a ratos, pude disfrutar del paseo por el inmenso jardín. En las fotos se puede ver el bosque y las grandes extensiones de césped, que en verano decoran con flores de colores y gana mucho en vistosidad.
En la parte más alta del jardín está La Glorieta, una construcción alargada que en sus tiempos servía como casa de descanso, y ahora es una cafetería donde estafar a los visitantes. Desde aquí podemos ver el palacio con Viena al fondo, y admirar las dimensiones de los jardines y del bosque.
Por todo el jardín hay repartidas diferentes fuentes y casetas de descanso, al estilo del Palacio Real de San Ildefonso, pero sin llegar a ser tan espectaculares. Lo que si recomiendo es ir con agua encima, ya que la botella pequeña está a unos 3€ en cualquier puesto de los jardines.
La dimensiones e historia del Palacio de Schönbrunn sin duda se merecen una visita si estamos en Viena, que aunque no haya sido una ciudad que me gustara especialmente, tiene ciertos lugares interesantes.
Y encima Sissi odiaba el palacio…Saludos.
Normal que lo odiara, tantas habitaciones y tan frio, tenía que ser difícil vivir en ese edificio. A ella le gustaba el Palacio Belvedere no?
A sissí le hacía falta un macho no un palacio grande
Estuve en noviembre en Vienna y el palacio es cautivante al igual que sus jardines. Excelente narrativa Víctor. Un abrazo.