Nepal en 10 sensaciones, conociendo la puerta al Himalaya

Descubrir un nuevo país siempre es una agradable sensación. Y si es uno con el exotismo y el misterio de Nepal, entonces las buenas sensaciones se multiplican mientras recorremos una ciudad con un nombre tan bonito como el de Katmandú, vemos la gran cordillera del Himalaya desde la ventanilla del avión (o, mejor aún, en persona haciendo un trekking), o visitamos los apacibles pueblos del campo nepalí.

Nepal y sus montañas
Nepal y sus montañas

Dos semanas es tiempo suficiente para una primera toma de contacto con Nepal, en las cuales visité diferentes rincones del país y viví experiencias que recordaré para toda la vida. Algunas de las que más me llegaron son las siguientes.

La hospitalidad de los homestay

En el pequeño pueblo de Palpa nos esperaba una gran sorpresa al grupo con el que viajaba: íbamos a dormir en auténticas casas de familias nepalís, los llamado Homestays comunitarios. Tan sólo fue un día, pero ese tiempo nos permitió conocer de primera como es la humilde vida diaria de los nepalís, conversando con ellos sobre la comida que nos prepararon, cómo es la vida en un pequeño pueblo como Palpa, o cuáles son sus sueños de futuro.

Una gran experiencia que, sin ninguna comodidad superflua, e incluso con una cama para recordar entre las más incómodas que probé nunca, se nos quedó marcada a todos los viajeros con los que compartí este viaje a Nepal y que, en definitiva, sería una de las mejores experiencias de todo el viaje.

Estancia familiar en Palpa
Estancia familiar en Palpa

La belleza de los rinocerontes libres

Ver a estos unicornios acorazados siempre es motivo de regocijo, y más si es en libertad, en su propio hábitat, mientras disfrutan de un baño bajo el abrasador sol de la jungla nepalí o se entretienen masticando frescos brotes verdes. El parque natural de Chitwan es el lugar al que ir para ver rinocerontes, elefantes e incluso tigres, si tenemos mucha suerte.

Este gran parque natural es un pedacito de la jungla nepalí, entorno muy diferente a la imagen que tenemos de una montañosa Nepal, y es que en este pequeño país hay tres zonas muy diferentes, tanto en paisaje como en clima: la montaña de los Himalaya, la gran planicie central y la densa jungla.

El parque natural de Chitwan es el lugar ideal para disfrutar de naturaleza en estado puro, y como aún no es muy conocido en el circuito internacional, sin grandes masas de turistas y a unos precios más que interesantes.

Rinocerontes en libertad en Chitwan
Rinocerontes en libertad en Chitwan

La monumentalidad de Bhaktapur

Las grandes plazas reales de Katmandú, o Durbar, son los lugares más bonitos a visitar en la capital de Nepal y alrededores. Creadas para los hijos del rey reinante en el siglo XVI, son una combinación de palacio real, mercado de abastos y templos de culto en los que encontraremos la imagen más auténtica de la gran capital.

Las tres Durbar principales son la de Katmandú, Bhaktapur y Patan, aunque la más bonita y grande dicen que es la de Bhaktapur. En ella nos encontraremos cuatro plazas diferentes, cada una con su seña de identidad única.

En la plaza principal, fácilmente reconocible por ser la más grande, veremos las ruinas de un par de templos que cedieron tras el terremoto de 2015.

Templo en Bhaktapur
Templo en Bhaktapur

La pillería de los monos en el templo de los monos

En Asia es fácil encontrarse monos en los templos budistas, como ya me pasó en Sri Lanka. En Katmandú no iba a ser menos, e incluso hay un templo conocido como el de los monos. Se trata del templo budista de Swayambhu, y su visita es más que obligada si queremos tener una perspectiva única de Katmandú, pues desde lo alto de la montaña en la que se erige esta estupa budista, hay una de las mejores vistas sobre toda la ciudad.

La ascensión hasta lo alto del templo es un poco dura, con decenas de escaleras, pero siempre estarán los monos para amenizar nuestro ascenso a los cielos, o para ponernos las cosas un poco más difíciles mientras intentan abrirnos la mochila o robarnos algo de los bolsillos.

A pesar de lo pillos que son estos monos, uno les acaba cogiendo cariño por lo monos que son.

Monos juguetones
Monos juguetones

El sabor de los momos

Si hay que definir la gastronomía nepalí en una palabra, esta sería momos (que no monos). Los momos son unas empanadillas hervidas que pueden ir rellenas de una masa a base de carne o de vegetales, y siempre van acompañadas de una salsa picante. Son muy parecidas a las gyozas japonesas, aunque con una masa más gruesa y un relleno más contundente.

Su mera mención hace la boca agua a cualquiera que las haya probado, y se pueden degustar a cualquier hora del día, ya sea como desayuno, entrante a la comida o para la cena.

Visitar Nepal es sinónimo de disfrutar con este delicioso plato.

Momos vegetales fritos
Momos vegetales fritos

La cálida sonrisa de los nepalís

Suena a tópico decir que lo mejor de un país son sus habitantes, pero en el caso de Nepal no podría ser más cierto. Los nepalís son personas muy amables, siempre te reciben con una sonrisa acompañada del saludo en el plexo solar y el sempiterno namaste, palabra que sirve como saludo, para dar las gracias y para despedirse.

A parte de su palpable amabilidad, los nepalís siempre se muestran abiertos a ayudar al turista (¡y sin pedir propina!), a enseñar cómo es su modo de vida al visitante, y a hacer de nuestra estancia una experiencia mucho más agradable.

Eso sí, cuando se ponen a los mandos de un coche o moto se transforman en seres impacientes sin ningún aprecio por la vida, cuyo único objetivo es meter el vehículo que conducen por el mínimo hueco que encuentren.

Nepalís riéndose
Nepalís riéndose
Niña nepalí
Niña nepalí

El misterio del lugar de nacimiento de Budha en Lumbini

Nepal es un país con un gran sentido religioso, y si bien son un su mayoría hinduistas, muchos de ellos comparten las ideas de la filosofía o religión budista. El lugar más especial de cuantos se pueden visitar en Nepal se encuentra en Lumbini, pequeño pueblo en el que visitar el lugar exacto en el que ocurrió el nacimiento de Budha, hace más de 2500 años.

A parte del lugar del nacimiento de Budha, en Lumbini encontraremos un gran complejo de con hasta 25 templos budistas, lugares de meditación y otros edificios en los que sumirse en los preceptos del budismo.

Niños budistas en Lumbini
Niños budistas en Lumbini
Árboles sagrados en Lumbini
Árboles sagrados en Lumbini

La locura de los taxis

Como ya comenté en un punto anterior, cuando los nepalís se ponen al volante de un vehículo se convierten en auténticos psicópatas sin escrúpulos. Pues en el caso de los taxistas, esta transformación es aún peor, pues a parte de las malas maneras generales conduciendo, se suma el hecho de que son taxistas, y por tanto siempre tienen prioridad y siempre encuentran un hueco en el que meter sus pequeños Suzuki Maruti.

Una carrera en taxi por Katmandú es una auténtica competición por pistas polvorientas llenas de baches, esquivando motos, bicicletas y peatones que cruzan por donde pueden, en un caos sin organización ni concierto, donde curiosamente apenas hay que lamentar accidentes. Supongo que, porque a pesar de que quieren ir rápido, rara vez superan los 40km/h, de tanto tráfico como hay.

La experiencia de montar en taxi en Katmandú es algo digno de vivirse. Como consejo, te diré que es posible negociar el precio de la carrera antes de entrar al taxi, ya que con los turistas se niegan a encender el taxímetro, ya que saben que negociando podrán cobrar más dinero.

Taxi por las calles de Katmandú
Taxi por las calles de Katmandú

La magia del atardecer en Pokhara

Pokhara es el pueblo que visitan todos los expedicionarios que quieren emprender un trekking al Everest o a los Annapurnas, ya que aquí es posible ir aclimatándose al estilo de vida nepalí, adquirir las últimas prendas necesarias de equipo y, por qué no, divertirse en la animada vida nocturna del pueblo más occidentalizado de Nepal.

Uno de los mayores atractivos de Pokhara es su gran lago, en el que disfrutar de un atardecer único mientras lo recorremos en barca y visitamos el pequeño templo en la isla que hay en su interior.

Otro lugar que no podemos perdernos en Pokhara es el mirador al lado de la pagoda de la paz, situada en lo alto de la montaña, y desde el que hay una gran vista sobre todo el valle, ribeteado por los imponentes Himalayas al fondo.

Atardecer en Pokhara
Atardecer en Pokhara

La fuerza de los elefantes

Vuelvo al parque nacional de Chitwan, donde a parte de ver grandes animales, como rinocerontes y tigres, en libertad, también podemos acercarnos a alguno de los centros de cría de elefantes para conocer a estos grandes paquidermos de primera mano.
Algunos de ellos ofrecen la posibilidad de subirse a lomos de un elefante, como si disfrutar con el sufrimiento de estos animales fuera algo que nos gustara a todos los turistas.

Otros, los más conscientes de su labor conservacionista, nos permiten estar a pocos metros de estos imponentes animales, e incluso poder acariciarlos por unos segundos, para comprobar lo fuerte que es su piel y la gran sensibilidad que desprenden.
Por mi parte, me quedé embobado viendo como usan su larga trompa para ir despedazando una rama, que iban comiendo poco a poco, sin prisa pero sin pausa.

Mirada de un elefante
Mirada de un elefante

Nepal es un pequeño gran país y estas fueron las principales sensaciones que me transmitió. Si bien todavía les queda mucho camino por recorrer para convertirse en un destino turístico accesible para el gran público, van poco a poco abriéndose al público internacional, y ofreciendo muchas más actividades a parte de conocer el Himalaya. De estas experiencias, ¿cuál te gustaría vivir en Nepal?

Información para visitar Nepal

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  1. El artículo es interesante pero las fotos son ¡guauuu! Nosotros hacemos lo que podemos con nuestro blog de viajes, pero no llegamos ni la altura de los zapatos. Me han encantado todas las publicaciones sobre Nepal ¡Enhorabuena por el gran trabajo que hay detrás!