Katmandú en 1 o 2 días, recorrido por la capital de Nepal

Katmandú es un nombre que destila misterio y exotismo a partes iguales, haciendo que nuestros sueños más aventureros despeguen cuando planeamos visitar esta ciudad. Pero después llegamos a ella y chocamos con la dura realidad, encontrándonos con una gran urbe ultra contaminada, axfisiante, ruidosa, caótica, totalmente en las antípodas de lo que nos habíamos imaginado.

Katmandú no es esa ciudad de ensueño en la que podríamos vivir una aventura a lo Indiana Jones, pero aún así, entre toda su porquería, hay unos pequeños reductos del misterio que alimentaba nuestros sueños aventureros.

Templo de Bouddhanath

Aunque Katmandú sea una ciudad grande, sus pocos lugares de interés se pueden visitar sin problemas en un par de días, siempre y cuando nos organicemos un poco y no tengamos problema de sufrir el fuerte sol de las horas centrales del día.

Básicamente, la capital de Nepal ofrece cinco lugares merecedores de una visita por parte del visitante ocasional:

Templo hindú de Pashupatinath

Declarado patrimonio de la humanidad, este es uno de los templos dedicados a Shiva más importantes del mundo. Su visita es más que recomendable, encontrándonos con un pequeño pedacito de la India en Nepal. En este templo se realizan cremaciones de cuerpos, cuyos restos se arrojan después al río, al igual que ocurre en ciudades como Varanasi. El complejo es más grande de lo que parece, pues una vez visitado el templo principal, podemos seguir por el camino que sube la colina y llegar a otros templos mucho más pequeños.

Cremación de cuerpos en el templo de Pashupatinath
Cremación de cuerpos en el templo de Pashupatinath

Templo budista de Swayambhu

El conocido como templo de los monos es uno de los mejores miradores sobre Katmandú. Esta pagoda budista se eleva en lo alto de una colina que nos ofrece una gran panorámica sobre la ciudad, pudiendo comprobar como las casas a medio construir y el desorden se extiende por todos lados de este valle sin ningún sentido.

Katmandú desde el templo de los monos
Katmandú desde el templo de los monos

Pagoda budista de Bouddhanath

Esta es una de las mayores pagodas del mundo, e importante lugar de peregrinación budista. Una vez completado su largo camino de peregrinación, los fieles tienen que dar 108 vueltas alrededor de esta estupa, tarea que lleva sobre unas 10 horas. Es un lugar indicado para visitar sobre todo al atardecer, momento en el que el lugar se carga de misticismo gracias a la luz de las velas.

Noche en el templo de Bouddhanath
Noche en el templo de Bouddhanath

Plaza de Durbar

Esta plaza real, en la que encontraremos el palacio real junto a decenas de tiendas y diferentes templos dedicados a las deidades, es uno de los lugares más bonitos de la ciudad por su marcado estilo oriental, así como por seguir manteniéndose fiel a sus orígenes. No es tan grande ni tan coqueta como las otras plazas de Durbar en los alrededores de Katmandú, como son la de Bhaktapur o Patan, pero esta está mucho más cerca y es posible ir dando un largo paseo por la ciudad.

Plaza Durbar de Katmandú
Plaza Durbar de Katmandú
Plaza Durbar de Bhaktapur
Plaza Durbar de Bhaktapur

Barrio turístico de Thamel

Los turistas se suelen concentrar en este barrio repleto de tiendas de ropa de montaña, bares y discotecas en los que disfrutar de unos días de esparcimiento antes o después de haber emprendido un trekking por el Himalaya. Con un ambiente genuinamente guiri, y unos precios mucho más altos que en el resto de la ciudad, este es un barrio totalmente orientado al turista, donde nos encontraremos una Katmandú desenfrenada que poco tiene que ver con el resto de la ciudad.

Calle de Thamel
Calle de Thamel

Siendo estos los cinco sitios más importantes de la ciudad, es fácil repartir dos y dos para visitar cada día, pasando una de las noches en el barrio de Thamel, momento en el que más divertido es visitar este agetreado barrio.

En cuanto a las fechas para visitar Katmandú, los mejores meses son entre octubre y mayo, pues en verano las temperaturas son extremadamente altas, lo que unido a la gran contaminación, hace que sea un suplicio visitar la ciudad. Además, en los meses de verano es el monzón, encontrándonos con fuertes lluvias durante nuestra visita.

La forma más fácil para moverse por la ciudad es en taxi, pues tampoco hay un buen sistema público de autobuses, además de que suelen ir más que llenos. A modo de orientación, una carrera en taxi entre Thamel y el templo de Pashupatinath, que puede requerir una media hora, no debería superar las 500 rupias nepalís (aproximadamente 5€). Todo es cuestión de negociar con el conductor antes de subirnos al taxi, ya que según nuestra habilidad negociadora el precio puede variar ostensiblemente.

Calle de Katmandú
Calle de Katmandú
Baile típico
Baile típico durante una cena local
Jardín de los sueños en Katmandú
Jardín de los sueños en Katmandú

Por último, hay que tener en cuenta que Katmandú es una ciudad muy barata, pero la visita a los lugares turísticos supone pagar una entrada bastante elevada, normalmente de unas 1000 rupias nepalís (aproximadamente 10€). A parte del precio de la entrada, también podemos contratar servicio de guía, que se nos ofrecerán insistentemente una vez hayamos pasado por taquilla.

En resumen, Katmandú no es la ciudad exótica que mencionan en novelas y películas, si no más bien una urbe disfuncional con pequeños destellos de lo que debió ser su glorioso pasado. Es dura de visitar por el gran caos reinante, que no tiene visos de mejorar en un futuro cercano, pero es el peaje que hay que pagar para disfrutar de maravillas de Nepal como la cordillera del Himalaya o los pequeños pueblos del campo. Esos si merecen nuestro tiempo, y no una ciudad tan agresiva con el visitante como es Katmandú.

Información para visitar Katmandú:

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  1. Me ha gustado mucho, especialmente las conclusiones. Es triste, pero es así, aunque encuentras maravillas, la ciudad puede no ser lo que uno se imagina. Y muy buenas fotos, por cierto.