Los Monegros, el desierto olvidado de España
En la península ibérica hay una gran variedad de paisajes, y entre ellos hay uno que me llama poderosamente la atención, los desiertos. No se si sera porque me recuerdan a mi tierra natal, la isla de Gran Canaria, o porque son totalmente diferentes al paisaje que suelo ver a diario en Asturias, pero para mí es todo un placer vagar por estos terrenos áridos, donde apenas sobreviven algunos arbustos.
En los Monegros, a un paso de la ciudad de Zaragoza, te encuentras con un desierto espectacular en el que han creado su propia forma de vida. Viaja conmigo para saber qué visitar en este lugar tan fascinante.
El desierto de los Monegros, que a muchos os sonará por el festival de música que se celebra en verano, es uno de estos lugares que tenía ganas de recorrer, para ver que encontraba. En realidad el clima es semi-desértico, con sequías crónicas, por lo que no es un desierto al estilo del Sáhara, si no más bien algo como las Bardenas Reales, que se encuentran muy cerca, a unas dos horas en coche.
No en vano dicen que los Monegros son unas Bardenas Reales más antiguas, y por tanto, más erosinadas. En unos cuantos siglos las Bardenas Reales tendrán un aspecto similar al de los Monegros. Algo lógico debido a su proximidad ya que comparten una morfología similar.
Lo más curioso de Monegros es que hace unos cuantos siglos no existía como desierto, como nos explica su nombre, Monte Negro, que hace referencia a lo negros que se veían los montes al estar cubiertos de pinos. La deforestación causada por el hombre para obtener madera, unida a los fuertes vientos de la zona y las escasas precipitaciones, hicieron que el terreno perdiera cualquier oportunidad de regenerarse, convirtiéndose en el desierto que vemos hoy en día, aunque haya algunos pequeños reductos que conservan los pinos de antaño.
Mi viaje por Monegros empezó en Leciñena, pequeño pueblo donde pasé la noche, empezando bien temprano el día con la visita al Santuario de Magallón, un santuario cercano que es también albergue, y que al estar en lo alto de un monte ofrece unas espectaculares vistas. Tras la toma de contacto inicial, la siguiente parada era Lanaja.
En el camino vi varios búnkers y asentamientos de la guerra civil española, esa que ocurrió tan cerca pero de la que hay tan pocos restos para visitar. Estos búnkers fueron restaurados hace poco, y cuentan con paneles informativos con recortes de periódicos de la época, por lo que su visita es bastante instructiva.
El búnker más completo y mejor conservado es el llamado búnker de George Orwell (Autor de Rebelión en la Granja y 1984), ya que fue aquí donde el célebre escritor británico sirvió como miliciano hasta que recibió un tiro en el cuello que le obligó a retirarse del frente.
Seguí el camino hasta llegar a Lanaja, donde aún no encuentro ninguna de las formaciones rocosas típicas de Monegros, llamadas tozales. Viendo que por la carretera general no iba a encontrarlas, me meto por una pequeña carretera que termina siendo una pista de tierra, hasta que llego al pueblo de Castejón de Monegros, donde hay un castillo en lo alto rodeado de andamios. Desde aquí hay muy buena panorámica a los alrededores.
Todavía no hay ni rastro de los tozales, aunque según el mapa deberían de estar cerca. Para colmo, el cielo está bastante oscuro y caen algunas gotas. Solo podía pasarme a mí. Visitar durante un día el desierto de Monegros y que me lloviera, algo que solo debe ocurrir un par de veces al año.
Como todavía había bastante día por delante, me dirijo a Sariñena, la capital de la comarca de Monegros, y bastante más grande que los anteriores pueblos. Parece que aquí el tiempo es un poco más respetuoso, aunque la laguna de Sariñena no luce tan bonita bajo tantas nubes.
Los tozales están cerca, según el mapa, así que conduzco por la carretera dirección Sena y me desvió donde parece que empieza la ruta Jubierre. Toda la zona está cubierta de cultivos de cereal, regados por los trasvases del Ebro, por lo que hay un montón de caminos de tierra usados para el trabajo del campo, y que no son la ruta Jubierre propiamente dicha.
Hay que tener cuidado para no perderse hasta llegar a la Ermita de San Miguel, punto inequívoco de que vamos por el buen camino.
Según una indicación, cerca de esta ermita está el tozal de la Cobeta, pero debido a un gran vado de agua, me es imposible seguir en coche por el camino, y no tengo el tiempo suficiente para llegar andando, por lo que continúo por el camino principal. El paisaje cada vez recuerda más a las películas de vaqueros, hasta que por fin llego al tozal de Colasico, uno de los más grandes y de acceso más fácil.
Ante mí se encuentra el primer tozal que veo de Monegros, y posiblemente el último si no me doy prisa en visitar alguno de los tozales cercanos, ya que el sol está empezando a desaparecer.
Intento llegar hasta los tozales de los pedregales y el tozal solitario, pero lo que en el mapa parece tan cerca, en realidad supone un paseo de media hora hasta llegar a la base del tozal, por lo que viendo que el día está a punto de terminar, prefiero continuar el camino y que no me pille la noche en medio de Monegros.
Así, terminó el día en el mirador Occidental, desde el que se ve una inmensidad de pinos, testigo de lo que fue Monegros en un pasado no tan lejano.
Tras pasar el día en este peculiar desierto, la parte que más me gustó fue la ruta Jubierre. La falta de información sobre Monegros hizo que no me decidiera en primer lugar por hacer este recorrido, que al final resultó ser el más auténtico y el más alejado de la influencia humana, a pesar de que esté tan cerca de la capital, Sariñena.
Estando tan cerca de Zaragoza, es asombroso comprobar lo desconocido que es este desierto y la poca información que hay sobre Monegros, aunque su diversidad biológica sea única en Europa y esté en trámites de convertirse en una reserva natural.
Información para viajar al desierto de los Monegros:
- Rutas por este desierto
- Hoteles al mejor precio en Zaragoza
Me encanto tus blog e fotos. Aprenditodavia mas sobre España. saludos desde Cantabria.
Buen artículo y preciosas imágenes. Monegros puede ofrecer mucho más, la aridez de Castelflorite y el monte de Cajal, las llanuras de Bujaraloz con sus lagunas saladas, los torrollones de Alberuela de Tubo, la sierra de Alcubierre… Tienes buenas excusas para repetir el viaje por los monegros.
Un saludo.
Gracias! Pues sí, Monegros me sorprendió gratamente, a parte de por ver llover en un desierto, por todo lo que hay para ver. Espero volver pronto con más tiempo :D
gracias por la información ofrecida.
Yo tengo pensado viajar este mes a los monegros. En viaje por libre y dormiendo al aire libre. Algún consejo??
Saludos. Toni
Dormir al aire libre no se si estará permitido, informate bien. Tampoco recuerdo ningún camping por la zona, pero los hostales son muy baratos. Sea como sea, buen viaje y disfruta de los Monegros!
Se puede rodar, o se tiene que pedir algun permiso. Somos un grupo de estudiantes de una escuela de cine que está buscando un lugar ideal como los Monegros!
Pues ni idea, supongo que dependerá de cuantas cosas tengais que montar. Contacta con la comarca de los Monegros, en http://www.losmonegros.com/, para preguntarles. Un saludo
Enhorabuena por el artículo, creo que has plasmado muy bien la riqueza de Monegros y también la falta de información y de promoción turística. Con 4 técnicos de turismo que hay en la comarca, bien podría haber más iniciativa a la hora de dar a conocer la región.
Gracias, me alegro de que haya sido de ayuda el artículo. La verdad es que para lo curiosa que es la zona la tienen muy poco anunciada, como ocurre con Bardenas Reales.
La zona por excelencia de los tozales o torrollones está en la provincia de Huesca, en el extremo norte donde Los Monegros (tradicionalmente con artículo determinado plural, modernamente se ha puesto de moda sin artículo) lindan con la Hoya de Huesca. Para ello, hay que salir de Sariñena en dirección Huesca, pasamos el cruce de Capdesaso (donde hay el primer encinar viniendo del sur) y al llegar al cruce de la Venta Ballerías, desviamos hacia Alberuela de Tubo y luego tomamos el desvío hacia Marcén. Esa es la zona de los tozales.
Hola machbell,excelente descripción,muy buena experiencia, eres muy gráfico lo que permite diafrutar y vivir lo que cuentas, suuuper
Muchas gracias, es una gran experiencia visitar este semidesierto, muy recomendable. Un saludo!
Algunos de los tozales o torrollones más espectaculares están en el extremo norte de la comarca de los Monegros. Desde sariñena hay que salir en dirección a Huesca, hasta llegar al cruce que lleva a la Venta Ballerías, Peralta, Monzón y Lleida (a unos 15 km de Sariñena) pero desviando a la izquierda, en dirección Alberuela de Tubo, y al salir de este pueblo, tomar el desvío a Marcén. Es en los 6 km de distancia hasta llegar a Marcén donde están los torrollones más característicos.
Hola no se como he llegado aquí XD pero me quedo la página que me ha gustado.
Los Monegros estaban cubiertos no solo de pinos si no de Sabinas negras fue talado todo en las sucesivas guerras que asolaron a Aragón. Los Monegros vistos desde el aire son espectaculares y adentrase en ellos también,hay lagunas saladas únicas y tienen vida,hay cuevas de ermitaños que se continúan usando,como la de San Cirilo que esta a un poco mas de mil metros de altitud,hay una camino cabras para los valientes que quieran subir las vistas son espectaculares,también hay varios telescopios de cúpula,que quedando con sus dueños puedes visitar y ver el cielo.
Como no hay contaminación lumínica el Cielo es asombroso,que lástima que esas vistas las estemos perdiendo por la iluminación que podía ser mas respetuosa,en fin los Monegros me encantan Las Bárdenas Reales también me gustan y también forman parte de Aragón.
Llueve poco,pero cuando lo hace todo se pone verde y salen flores,se secan y se convierten en capitanas que el viento lleva por todos lados y pueden causar incendios.
Que bueno conocer un poco mejor esta zona tan especial, es todo un paisaje a visitar los Monegros y las Bardenas Reales
¡Hola! Me ha encantado el artículo . Nunca había oído hablar de este lugar antes y me parece increíble cómo la deforestación causada por el hombre ha transformado completamente el paisaje. Además, ¡qué guay descubrir los búnkers y asentamientos de la Guerra Civil! Sin duda, un lugar que ya se metió en mi lista de futuras visitas. Saludos!