Cuenca, la ciudad flotante
Cuenca, ciudad de la que todos oímos hablar, famosa por sus Casas Colgadas, patrimonio de la Humanidad, tiene mucho más que ofrecernos que unas casas con una situación poco habitual. Empezaré por lo más evidente. Todo el casco antiguo de Cuenca está en lo alto de un cerro rocoso, flanqueada a un lado por el río Júcar y al otro por el río Huécar. Podemos perdernos por este laberinto de calles empedradas, siempre en cuesta, para descubrir algunos de los lugares más peculiares de Cuenca, como son la Senda del Hocino de Federico Muelas, el cristo del pasadizo, la plaza mayor, las cuevas de Fernando VII y por supuesto, las famosas Casas Colgadas, el reclamo de la ciudad.
Al ser tan pequeña la ciudad vieja, podemos recorrerla fácilmente en un par de horas, y visitar con todo el tiempo del mundo cualquiera de los lugares que nos interesen, aunque a mi y supongo que a la gran mayoría de los visitantes de Cuenca, lo que más me llamó la atención fue como están construidas las casas al borde del cerro, y no solo las casas colgadas, que son las más bonitas, si no todas las que se pueden ver desde el mirador del Parador Nacional o desde el río Huécar.
A pesar de su frágil apariencia y el número de pisos, resisten valientemente el paso de las décadas.
Además de todo lo bonito que hay para ver en Cuenca, otra de las cosas que me sorprendió fue la amabilidad de sus gentes. Con apenas 56.000 habitantes, Cuenca es una ciudad pequeña, donde la vida discurre tranquilamente. Esto lo transmiten al visitante, al que están encantados de recibir para que disfrute de su ciudad y de recomendar sus lugares favoritos.
Siguiendo el ejemplo, recomendaré los alojamientos donde estuve. Por un lado, los Alojamientos CH Victoria, un hostal muy acogedor en pleno centro de la ciudad nueva, regentado por asturianos, y por otro las Casas Rurales la Antigua Vaquería, en el cercano pueblo de La Melgosa.
Eso sí, a la hora de comer no todo fue tan bonito. Quizás fue porque escogí mal los restaurantes o los platos, pero en general bastante caros para lo ofrecido, y con la extraña manía de servir la carne poco hecha en su punto.
En definitiva, Cuenca es una buena opción para pasar el fin de semana, y disfrutar tanto de la ciudad, como de la Naturaleza cercana, con las Torcas de los Palancares y las Lagunas de Cañada del Hoyo, el desfiladero del río Júcar, y la Ciudad Encantada. A tan sólo hora y media de Madrid, por autopista, se llega fácilmente a Cuenca, la ciudad a la que los turistas acuden a ver las Casas Colgadas y se quedan en la ciudad por todo lo demás.
Más información:
- Dónde dormir:
- CH Victoria Alojamientos 1*. 9 habitaciones muy cuidadas a un paso del centro. Precio medio – alto
- Hotel Pedro Torres 2*. Sencillo hotel con habitaciones funcionales. Precio bajo – medio
- Visita guiada por Cuenca
- Excursión a Uclés
- Senderismo por la serranía de Cuenca
- Tour de viñedos y bodegas por La Mancha
- Hoteles en Cuenca
- Turismo de Cuenca
He estado un par de veces en Cuenca y me parece una ciudad con mucho encanto y un entorno precioso…
Bueno, he de decir que yo soy más de carne poco hecha, no como tú, jejeje
Un saludo
Yo también soy de carne poco hecha, sangrando un poco, pero no se porque siempre me la servian al punto. Misterios extraños jeje
Un gran reportaje, la foto nocturna genial. Saludos.
Gracias, siempre se agradecen estos comentarios. Un saludo Antonio
buenas fotos, también estuve hace un par de meses, me encantó el paseo por el río; saludos
gracias! Es una ciudad muy llamativa
Cuenca es preciosa y nosotros nos hospedamos en una preciosa casa muy cerca de la catedral de Cuenca, se llamaba http://www.mirandoacuenca.es