Cerdeña en 10 sensaciones mostradas en fotografías

Visitar la segunda mayor isla del Mediterráneo, tan sólo por detrás de la también italiana Sicilia, es una gran experiencia más allá de sus paradisíacas playas, su paisaje totalmente mediterráneo o su afamada costa Esmeralda. Para mostrártelo, te voy a resumir mi viaje de una semana por esta isla en las mejores sensaciones que me transmitió la tan cercana y desconocida Cerdeña.

Luna sobre Cerdeña
Luna sobre Cerdeña

Colorida: con sus tonalidades esmeralda

Que tendrán las islas que sus aguas son asombrosas. Se puede comprobar en Malta, en El Hierro y creo que en cualquier otra isla. Pues en Cerdeña, la zona con las aguas más bonitas es la llamada Costa Esmeralda, como si esta piedra preciosa se hubiera fundido para bañar esta peculiar costa del noreste de Cerdeña. A parte de su intenso color, los grandes yates, las urbanizaciones de lujo y los Ferrari para ir a la playa son otros elementos característicos de esta costa en la que se dan cita grandes millonarios para disfrutar del verano.

Rincón de la Costa Esmeralda
Rincón de la Costa Esmeralda
Atardecer cerca de Capo Testa
Atardecer cerca de Capo Testa

Sabrosa: con algo más que pasta

Italia y la pasta son uno. Que si spaghetti, penne, farfale, fettuccine, tagliatelle, ravioli, tortellini… sus formas son infinitas, y en Cerdeña, más allá de la forma, han hecho de la pasta su plato más típico gracias al acompañamiento, añadiéndole ingentes cantidades de marisco. Que si gambones, mejillones, almejas, nécoras o incluso langosta y bogavante, la pasta con marisco es uno de los platos más típicos de la isla sarda.

Para que después digan que la pasta es aburrida.

Pasta con marisco
Pasta con marisco
A parte de pasta también hay pizza en la playa
A parte de pasta también hay pizza en la playa

Histórica: como nos cuenta Alghero

Estando en el Mediterráneo, y entre grandes potencias históricas como España, Francia, Italia y Túnez, es de suponer que la historia de esta isla hasta sido más bien movida. Por sus tierras pasaron los fenicios, cartagineses, romanos, vándalos, godos y bizantinos, hasta que en 1324 entro a formar parte de la corona de Aragón, pasando a la casa de Saboya en 1713 en virtud del tratado de Ultrecht.

Estos siglos de la influencia aragonesa se notan en gran parte de Cerdeña, sobre todo en la coqueta ciudad fortificada de Alghero, que fue repoblada por catalanes tras una sublevación de la ciudad, y en ella se sigue hablando catalán.

Calle de Alghero
Calle de Alghero
Ciudad fortificada de Arghero
Ciudad fortificada de Arghero

Fuerte: como sus nuragas

La maña para construir grandes estructuras en piedra no era una cualidad única de los romanos. Mucho antes de su llegada, en la Edad de Bronce, ya se construían grandes estructuras (para el momento) en piedra, siendo los más representativos los nuragas (nuraghes en sardo, nuraghi en italiano).

Estas estructuras megalíticas están esparcidas por toda Cerdeña, pudiendo encontrar más de 800 de ellas en la actualidad. La más grande, y por tanto la más famosa, es el Nuraghe di Barumini, cercana al pueblo de Barumini.

Con sus más de 20 metros de altura, esta mezcla de fortaleza – residencia – muestra de poder – almacén es toda una virguería del construir piedra sobre piedra. Visitarla es más que recomendable, sobre todo porque puedes visitar sus más íntimos secretos, como alguna que otra habitación secreta y el pasillo entre muros.

Nuraghe di Barumini
Nuraghe di Barumini
Interior del Nuraghe di Barumini
Interior del Nuraghe di Barumini

Relajada: con playas, playas y más playas

Si pensamos en una isla, lo primero que nos viene a la mente son playas, y en Cerdeña no iba a ser menos. A pesar de sus abruptos acantilados, en cualquier punto de la escarpada costa de Cerdeña encontraremos bonitas playas, tan sólo tenemos que buscar según nuestras preferencias.

¿Nos gustan las pequeñas calitas con aguas turquesa? Entonces la costa Esmeralda es nuestro lugar. ¿Que preferimos las playas tranquilas con metros y metros de arenas doradas para nosotros solos? Entonces las playas del suroeste nos encantarán. ¿Que queremos disfrutar de una playa donde siempre brille el sol? Cerdeña no nos defraudará.

Disfrutando del sol en la playa
Disfrutando del sol en la playa
Playa en día nublado
Playa en día nublado

Hermosa: como sus atardeceres

Y hablando de playas, para un fotógrafo de viajes como yo eso sólo puede significar una cosa: bonitas fotos de atardeceres. Cerdeña me sorprendió gratamente en este sentido, pues me esperaba que los atardeceres fueran bonitos, pero no tanto. Entre la combinación de un gran paisaje, un clima de fábula y una preciosa luna llena que apareció algunos días, en Cerdeña he visto algunos de los mejores atardeceres.

Imprescindibles lugares como Capo Testa o Capo Caccia para disfrutar del ocaso.
Sobre el amanecer poco puedo decir, ya que sólo lo vi el último día desde el aeropuerto.

Viendo atardecer en Capo Testa
Viendo atardecer en Capo Testa
Atardecer cerca de Olbia
Atardecer cerca de Olbia

Monumental y museística

Cerdeña es una isla donde predominan los grandes paisajes y las zonas muy despobladas, pero también podemos encontrar ciudades monumentales con importantes cascos históricos, como la ya mencionada Alghero. Pero la que más me sorprendió en este sentido fue la capital, Cagliari, cuyo centro es todo un entramado de callejuelas medievales perfectamente protegido por su estratégica posición, en lo alto de la colina.
Lugares como el Bastión de Saint Remy y de Santa Caterina, la catedral o la torre de San Pancracio son visitas imprescindibles en Cagliari.

Pero tampoco tenemos que olvidarnos de sus importantes museos, como son el de historia, pintura y etnografía, todos ellos dentro de la ciudadela de los Museos, y de dar un paseo por su parte más moderna, en Via Roma.

Panorámica de Cagliari, capital de Cerdeña
Panorámica de Cagliari, capital de Cerdeña
Catedral de Cagliari
Catedral de Cagliari

Rural: con pintorescos pueblos

La gran extensión de Cerdeña y su escasa población propicia que haya gran cantidad de pueblos pintorescos en esta isla mediterránea, de gran tradición rural. Algunos de los que más me gustaron de los pocos que visité fueron:

  • Pula, la pintoresca villa muy cuidada al sur de la isla.
  • Bosa, un pueblo de postal cuyo castillo domina las alturas y está bañado por un río (dicen que es uno de los 100 pueblos más bonitos de Italia).
  • El pequeño Monteleone Rocca Doria, encaramado en lo alto de la montaña del mismo nombre, y donde hacen cosas tan curiosas como el pan ornamental, que usan para decorar la ropa.

En Cerdeña hay playas y pueblos para todos los gustos.

Tresnuraghes y costa de Cerdeña
Tresnuraghes y costa de Cerdeña
Bossa con su río y castillo
Bossa con su río y castillo

Natural: con su exuberancia

Valoro mucho los lugares naturales, y en este sentido Cerdeña tampoco me defraudó. Para ser una isla mediterránea con gran cantidad de turismo de sol y playa, tan sólo hay que alejarse unos pocos kilómetros de las zonas más representativas para encontrarse en auténticos tesoros naturales.

Por ejemplo, la pequeña isla anexa de Sant´Antioco es una delicia para el avistamiento de aves, o el Parque Nacional del Golfo de Orosei, próximo a Nuoro, tiene muy buena pinta para hacer rutas de senderismo que terminan en playas vírgenes.

Su benigno clima hace que hasta en el rincón más insólito, nos encontremos con flamencos y muchas otras aves.

Flamencos en Cerdeña
Flamencos en Cerdeña
Cercanías del Capo Caccia
Cercanías del Capo Caccia

Cabezuda, hasta en su bandera

Y para terminar este particular repaso a lo que me transmitió Cerdeña, no podía faltar su bandera, una de las más curiosas de cuantas he visto y creo que de las pocas en el mundo con varias cabezas como emblema.

Desgraciadamente estas cuatro cabezas con la cinta blanca en la frente representan el como trataban a los moros en la época de la corona de Aragón (si te fijas en el actual escudo de esta provincia española verás que sigue manteniendo las cuatro cabezas de moros junto a la cruz roja de San Jorge), cortándosela del cuerpo.

Por otro lado, está la versión nacionalista sarda, en la que las cuatro cabezas aparecen con los ojos tapados, girados hacia el otro lado y besando al aire, como si fuera una señal de «haz el amor y no la guerra».

Bandera de Cerdeña
Bandera de Cerdeña
Bandera independentista
Bandera independentista

Sea como sea, Cerdeña es un gran destino para descubrir en Italia y en el Mediterráneo, pues tiene muchos sitios muy bonitos para visitar, es muy agradecida con el visitante (¡aquí paran en los pasos de peatones!), y en ella puedes disfrutar del auténtico sabor mediterráneo de cómo disfrutar de la vida.

Información práctica para visitar Cerdeña:

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  1. Hooola Victor,
    Encantada de leerte, como siempre me transmites unos sentimientos de los lugares que has visitado tan bonitos y nos lo cuentas con tanto entusiasmo que nos lo transmites, ya tenia ganas de visitar Cerdeña, pero ahora tengo más si cabe. Un millón de gracias muy interesante tu recorrido nos has descubierto una Cerdeña entrañable, variadísima, para quien no le guste mucho la playa, también tiene otras opciones en este destino.
    Feliz semana y a seguir viajando

    • Muchas gracias Pilar, la verdad que Cerdeña me sorprendió, creía que serían todo playas, y hay muchas más cosas (aunque las playas son también muy bonitas).
      Feliz semana!