Cascada del Xiblu y hayedo de Montegrande

En Asturias hay muchos lugares donde podemos disfrutar de una naturaleza desbordante, pero no destaca precisamente por tener cascadas muy grandes. Una de las más espectaculares que conozco es la cascada del Xiblu, una sucesión de cascadas que suman 100 metros. Están situadas en el concejo de Teverga, a pocos kilómetros del Puerto de Ventana, y además hay una ruta entre hayedos muy bonita para llegar a verlas.

Ruta a la Cascada del Xiblu y Hayedo de Montegrande en Teverga, Asturias, España
Cascada el Xiblu

La ruta empieza en el amplio aparcamiento al lado de la carretera AS-228, pasada la Venta La Puerca (vivan los nombres peculiares!). Aquí varios carteles nos indicaran como es la ruta, de 4,1 km de recorrido, así como la fauna y flora de la zona.

La pista de tierra que nos llevará hasta la cascada del Xiblu es ancha y con buen piso. Tan bueno, que hasta los 500 primeros metros del camino están adaptados para personas con movilidad reducida, con un sendero de madera en perfecto estado. Al terminar este sendero, el camino sigue estando perfecto para ir en bici o andando.

Senda accesible
Camino accesible al principio de la ruta
Ruta a Cascada el Xiblu
Ruta a Cascada el Xiblu

En este punto del recorrido estaremos en pleno hayedo de Montegrande, el tercero más grande de Asturias, tras el de Muniellos y Peloño. Este frondoso bosque de hayas, robles y acebos cambia totalmente según la estación en la que vayamos, siendo bastante tétrico en invierno, y toda una exuberancia de vida y color en primavera y otoño. Durante todo el camino nos acompañará este bonito paisaje, con las montañas de fondo, haciendo kilómetros sin darnos cuenta. Mientras vamos saltando pequeños arroyos, veremos la fuente de las Vallinas, apartada unos pocos metros del camino general, y con un acceso bastante complicado. Mejor continuar el camino, que ya nos mancharemos de barro más adelante.

Así, llegaremos a la pasarela sobre el río Fundil, que es el que forma las cascadas. Aquí, la ruta de domingueo apta para todos los públicos cambia totalmente, y se convierte en un diminuto pasillo embarrado entre zarzas y árboles. Los últimos 400 metros hasta las cascadas hay que tomárselos con calma, ya que es un camino resbaladizo donde es difícil el cruce con otros senderistas.

Gente paseando en la ruta a Cascada el Xiblu
Abedules curvados
Ruta a Cascada el Xiblu
Ruta a Cascada el Xiblu

Solo avisados por el creciente estruendo del agua, de repente, entre los claros de los árboles, veremos aparecer una de las cascadas del Xiblu, la más alta. Según nos vamos acercando, veremos los otros dos saltos, formando en total una caída de agua de casi 100 metros. El camino, por llamarlo de alguna manera, llega hasta la base de la primera cascada, donde nos mojaremos gustosamente con la lluvia que produce la caída de agua.

Tan solo 4 kilómetros nos separan de la carretera, y aún así a los pies de la cascada del Xiblu nos sentiremos como en un mundo perdido, tan cercano al nuestro, pero que tan poco visitamos.

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