10 lugares naturales de España que todos deberíamos conocer (edición 2015)

Ayer fue el Día de la Tierra, y para celebrarlo, al igual que hace dos años, me pongo manos a la obra para elaborar una lista de lugares de la naturaleza española que todos deberíamos visitar alguna vez en nuestra vida. Están cerca de casa y son sorprendentes, incluso más que lugares a miles de kilómetros con los que soñamos ir algún día. Así que allá vamos con esta segunda ronda de imprescindibles:

Isla de El Hierro

Para empezar, este rincón es toda una isla. La más pequeña de las Islas Canarias es uno de los sitios que más me han gustado de cuantos llevo visitados y lo descubrí hace muy poco, en septiembre de 2014. No sé si será por su extraña mezcla de paisajes, por la amabilidad de los herreños, o porque en El Hierro se respira libertad. Como si estuvieras en un mundo paralelo, mucho más agradable. Con un tamaño similar a la isla de Malta, aquí puedes encontrar paisaje volcánico, bosques de pino canario, llanuras áridas, frondosos bosques de laurisilva o playas con formas imposibles. Sin duda, un destino de referencia para disfrutar de la naturaleza. ¿Y sabes qué fue lo que más me sorprendió? Que aquí se escucha a las abejas zumbar bien fuerte.

El torcal de Antequera (Málaga)

En la anterior lista, enfocada a lugares del norte peninsular, muchos me comentasteis que el Torcal tenía que estar. Pues bien, el verano pasado fotografié este peculiar lugar cercano a Málaga y aquí está, en esta nueva edición. Ya desde la autopista se ve que esta mole montañosa no es para nada normal, y cuando te adentras en su corazón, no haces más que sorprenderte con las extrañas formas de la roca caliza por las que saltan alegremente las cabras. La explicación de tan peculiares formas es que se trata de un paisaje de origen kárstico, el precursos de la mayoría de lugares extraordinarios que podemos encontrar en el mundo. Está preinscrito como lugar Patrimonio de la Humanidad, así que en pocos años igual es otro paraje imprescindible en todo el planeta.

Serra de la Tramuntana (Mallorca)

Esta es la principal sierra de las Baleares, que coronada por el Puig Major (1445m), le da carácter a la isla de Mallorca, además de ofrecer algunos de los paisajes más espectaculares. Es tal la belleza paisajística como la cultura local de la Tramuntana que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2011. En la sierra encontraremos cascadas como la de Es Salt des Freu, bonitas villas como Soller, multitud de rutas, varios embalses y, si vamos en invierno, puede que incluso nieve. Para rematar, está Formentor, con su excelente mirador. El archipiélago balear tiene fama por sus cristalinas playas, pero yo sin duda me quedo con la Tramuntana. La sierra, no el viento.

Nacimiento del río Mundo (Albacete)

Ver el origen del Mundo es posible. Tan sólo hay que acercarse a Albacete, comunidad de Castilla-La Mancha, y al lado de la localidad de Riópar, en pleno Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima, nace este río con nombre tan peculiar. Además este Parque Natural es un buen sitio para hacer actividades tanto en la montaña como náuticas, pues muy cerca se halla el inmenso embalse de Fuensanta.

Ruta de los volcanes (La Palma)

Vuelvo a las Islas Canarias para mostrarte un lugar un poco menos conocido de la llamada isla Bonita. Siendo este archipiélago de origen volcánico y con el nombre que tiene la ruta, ¿sabes qué te vas a encontrar en sus 18 kilómetros? Exacto, muchos volcanes. Empezarás subiendo al Birigoyo, bordeando la inmensa Caldera de Taburiente, hasta llegar a la Cumbre Vieja, último volcán en entrar en erupción en la isla, en 1971, terminando en el Volcán San Martín. Una completa ruta muy bien señalizada y con paisajes de lo más variopintos.

Sierra de Cádiz

Cádiz es otro de esos lugares que se asocian antes con sus playas, preciosas por cierto, que con sus montañas, por eso sorprende por partida doble encontrarse una sierra tan llamativa y coqueta como esta a medio camino de Sevilla y Cádiz. Su excelente gastronomía, así como llamativos pueblos como Zahara de la Sierra o Grazalema son un añadido a los tesoros naturales que encierra la sierra, como el pinsapo o el salto del cabrero.

Bosque de Muniellos (Asturias)

Poco se puede decir sobre la Reserva Integral de Muniellos, con ver una foto yo creo que basta para justificar que esté en este top 10. Este es el mayor robledal de España y uno de los mejor preservados de toda Europa, donde aún viven el lobo y el oso en relativa tranquilidad. Situado en el suroccidente de Asturias, muy cerca del Parque Natural de Somiedo, adentrarse en Muniellos es volver a un tiempo pasado en el que la montañosa Asturias estaba más cubierta por bosques que por carreteras.

Delta del Ebro (Cataluña)

La desembocadura del río Ebro, el más caudaloso de la península, es también un entorno natural de gran valor paisajístico y cultural. Este humedal es uno de los lugares de paso más importantes para las aves migratorias, siendo un sitio ideal para la observación de fauna salvaje, así como para pasear por interminables playas o descubrir la cultura única de este Delta. Destino ideal para el turismo en familia y para ver cómo cambia de color el paisaje que forman los arrozales del Ebro.

Valle del Ambroz y del Jerte (Extremadura)

En la anterior selección reseñaba los paisajes de Extremadura en general, así que para no ser tan genérico, voy a centrarme en dos de los valles más llamativos, el del Ambroz y el del Jerte, famoso por sus cerezos en flor. Ambos son espectaculares durante todo el año por su abrupta orografía, pero si me tengo que quedar con una estación para visitarlos, que sea el otoño. El colorido que tiñe estos montes antes del inicio del invierno es espectacular, además de celebrarse muchas fiestas en esta época del año. Un lugar excelente para el turismo rural.

Costa vasca de Bizkaia y Gaztelugatxe (Euskadi)

Y por último, una costa arisca, abrupta, cortante en lo que se refiere a sus paisajes, que no a sus gentes. Toda la costa bañada por el Cantábrico es espectacular, desde Galicia hasta Euskadi, pero esta vez me voy a quedar con el trocizo de Bizkaia en el que se encuentra la archiconocida iglesia de Gaztelugatxe, que desde su pequeña isla vigila para que los marineros vuelvan a puerto. No me perdería por nada la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, ni pueblecitos como Bakio, Mundaka o Lekeitio. De la gastronomía me parece que no hace falta hablar, menos mal que hay montes de sobra para caminar y bajar la comida.

Hasta aquí la segunda edición con mis lugares imprescindibles de la naturaleza española, aunque aún me quedan muchísimos más. Tú, ¿cuál recomendarías visitar?