El Valle del Silencio y Peñalba de Santiago, lejos del mundanal ruido

Hay lugares donde el tiempo se detiene, y hay otros donde el ruido desaparece. A pocos kilómetros de Ponferrada encontramos el Valle del Silencio, un valle único que choca de frente con la idea que solemos tener de Castilla y León, de infinitos campos de cultivo que no levantan más de unos palmos. Los montes Aquilianos, los mismos de los que los romanos se proveían de agua para su mina de Las Médulas, son nuestro destino.

Peñalba de Santiago y el Valle del Silencio

Para llegar hasta el Valle del Silencio, primero tenemos que atravesar el valle del Oza, un buen aperitivo de lo que nos encontraremos más adelante. Veremos que el paisaje cambia rápidamente, pasando de los campos ocres al terreno montañoso plagado de árboles atravesado por un pequeño río, el Oza.

Por una carretera de esas con encanto, nos adentraremos poco a poco en el bosque, siempre acompañados del murmullo del río. Hay varias zonas para aparcar y poder bajar al nivel del río, aunque siempre con respeto hacia sus aguas pues, como señalan varios carteles, de ellas bebe la región.

La bacheada carretera no se detiene, incluso atraviesa una cascada, y cruza varias veces sobre el río. El bosque llega a su fin cuando la carretera empieza su ascensión, lo que nos permite ver el valle del río Oza desde sus fantásticos miradores.

Alguno hasta tiene la señal de parada fotográfica, aunque justo delante nos hayan colocado una torre de alta tensión. Un poco de cuidado al instalar estas torres que tanto afean el paisaje no vendría mal.

Ciclista a la vera del río Oza
Río Oza
La carretera y la cascada
Hielo y agua

El camino termina en el pequeño pueblo de Peñalba de Santiago, y aunque hemos visto un espectacular bosque, todavía no estamos en el Valle del Silencio. Para eso, tenemos que andar un poco, no sin antes visitar este pueblo de montaña, totalmente reformado y orientado al turismo, con varios alojamientos rurales.

Peñalba de Santiago mantiene su encanto, con sus estrechas calles, sus techos de pizarra, su iglesia mozárabe del 937 y la ausencia de coches. Los visitantes debemos dejarlo en el aparcamiento de la entrada. Una gran idea que permite disfrutar más de este bonito pueblo.

Desde aquí, podemos empezar el sendero circular de la Tebaida Berciana que con sus 14.5 kilómetros de distancia y una duración estimada de 6:30 horas, nos permite conocer todos los secretos del Valle del Silencio, siempre y cuando nos veamos con fuerzas para recorrerlo.

Punto de interés fotográfico
Calles de Peñalba de Santiago
Bancos al sol en Peñalba de Santiago
La cantina

Como no tenía tiempo para hacer esta ruta (en serio que no se trata de ninguna disculpa para evitar andar todos esos kilómetros cargando con la cámara, aunque quedé encantado con la visita al Bar Cantina del pueblo), hice el camino hasta la cueva de San Genadio.

En esta cueva pasaba largas temporadas meditando San Genadio, un curioso obispo que restauró el Monasterio de San Pedro de Montes e impulsó otras restauraciones en la zona del Bierzo. Además, le gustaba el ajedrez.

El camino hasta la cueva de San Genadio, de dificultad baja, es también circular. Mi recomendación: salir desde Peñalba de Santiago por la calle del Bar Cantina en dirección a las profundidades del valle. El camino está bien señalizado y es ancho, siendo fácil caminar por él, a pesar de algunas cuestas.

Árboles en el camino a la cueva
Cueva de San Genadio
Cueva de San Genadio
Cementerio

A los pocos minutos atravesaremos el río y podremos disfrutar del entorno privilegiado, esta vez sí, del Valle del Silencio. En media hora podemos llegar sin grandes dificultades a la cueva de San Genadio, si no nos paramos mucho a hacer fotos, una misión imposible con el espectacular paisaje que tenemos ante nosotros.

Desde la cueva de San Genadio, abierta todo el año, tendremos las mejores vistas a Peñalba de Santiago y a todo el Valle del Silencio. Dentro de la cueva, hay una imagen del santo, un libro de firmas, y por supuesto, ruegos que los visitantes escriben en papel y dejan en las grietas de la cueva. Dicen que en la cueva de San Genadio las gotas no hacen ruido al caer, cosa que no puedo asegurar, porque no oí ni vi ninguna.

Árbol en invierno
Valle del Silencio

La vuelta la podemos realizar por la otra variante del camino, que discurre más alta, y desde la que tendremos las mejores vistas del valle del Silencio. Este camino es más llano, terminando en la parte alta de Peñalba de Santiago.

Sólo por las vistas del Valle del Silencio y la tranquilidad de la zona, una visita a este valle que tanto recuerda a Asturias es un buen destino para una escapada de fin de semana. Seguro que no nos defrauda.

Guía de viaje para visitar el Valle del Silencio

  • Dónde dormir

    • Situado a 42km, el lugar más cercano e interesante para dormir es Ponferrada, pues este pueblo tiene más vida que cualquiera de los pueblos que nos encontremos en el Valle del Silencio. Si buscamos algo más tranquilo, el bonito pueblo de Molinaseca, parte del Camino de Santiago, es una buena opción.
    • Buscar hoteles en Ponferrada
  • Dónde comer

    • En el propio pueblo de Peñalba de Santiago encontraremos un par de restaurantes típicos donde degustar buena comida casera. La Cantina es, sin duda, una gran opción.
  • Turismo de Castilla y León

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  1. Uno de esos sitios que te hacen desconectar del mundo. Ideales para ir sólo y pensar… pero con el peligro de ir sólo y pensar demasiado ;-)

    Preciosas fotos, la de agua y hielo buenísima!

  2. hola Víctor, no encontré link de contacto para mandarte mensaje privado, así que te lo mando por aquí:

    mira, te cuento que en mi blog acabo de agregar una nueva sección llamada «Conociendo a otros blogueros», donde la idea es hacer una especie de «entrevista» a otros blogueros de viajes…. la idea es conocer y difundir, es decir intentar mostrar, aunque sea desde mi pequeño lugar, algunos aspectos de gente que hace lo que haces tú….
    bueno, básicamente es eso, te dejo el link y si te agrada la idea, agradeceré muchísimo tus respuestas…

    aquí el link:
    deviajeporahi.com/p/conociendo-otros-blogueros.html

    un saludo y gracias…

    • Hola Myriam, pues recuerdo haber oído pajaros y ver algún animalillo pequeño. Lo del silencio es más por lo recóndito del valle, y porque no se oye a la gente.

  3. Un artículo fantástico sobre nuestro querido pueblo y las fotos estupendas también. Una pena que no se mencione nada de las casas rurales que hay en el propio Peñalba (Casa Elba, Turpesa y Los Corredores). Saludos!