Val Seriana: descubriendo el valle pre alpino de Bérgamo
Llegué a Val Seriana por casualidad. Nunca había oído hablar de este valle, de sus pueblos, ni de sus maravillas naturales. Me organizó la visita a Val Seriana una amiga blogger, y no puedo estarle más que agradecido por descubrirme una de las mayores sorpresas que me ha dado Italia. Un valle pre alpino, de alta montaña, con todo el sabor de Italia, y a una hora de Bérgamo. Increíble pero cierto.
Cuando uno visita Italia espera encontrarse mucho arte, muchas iglesias, muchos pueblos bonitos, en definitiva, mucha cultura, pero siempre nos olvidamos de que en Italia, también tienen una naturaleza desbordante.
Nada más y nada menos que los Alpes, la cordillera montañosa más alta de Europa, limita el norte de Italia. Y como tengo cierto complejo de cabra montesa, no me pude resistir a conocer la zona pre-alpina de Val Seriana, que está a una hora en autobús de la ciudad lombarda de Bérgamo y dos de Milán.
La Vía Ferrata de Maurizio
La visita a Val Seriana empezó de forma intensa, haciendo la Vía Ferrata de Maurizio, para subir a lo alto del Monte Alben. Siempre me gusta empezar conociendo los nuevos lugares desde las alturas, y en la montaña, no te queda más remedio que subir a algún pico.
Esta via Ferrata se encuentra a caballo entre Val Seriana y Val Brembana, por lo que el guía me recogió en Ponte Nossa para llevarme hasta la base de la Ferrata.
Giancarlo, el simpatiquísimo guía de montaña que hizo posible que llegara a lo alto de la montaña, me mostró su amor incondicional por estas montañas, por estos valles pre alpinos, y por un deporte tan bonito como es el de la escalada. Y todo ello sin hablar ni una palabra de inglés, sólo en italiano.
El idioma nunca es una barrera para comunicarse
La ascensión me resultó un poco dura, superando incluso un pequeño desplome. ¡Menuda sensación! Por momentos me sentía como Spiderman, aunque fuera más bien un perrillo asustado que no sabía donde poner sus patas. El llegar a la cima borró cualquier sufrimiento pasado, y me recompensó sobradamente con unas excepcionales vistas a estos valles italianos, donde todo encaja a la perfección, todo «e bello».
Con esta bienvenida a Val Seriana, no creía que fuera posible que me sorprendiera aún más al día siguiente, pero sobrevolar en helicóptero los Alpes con los primeros rayos de sol, es algo indescriptible.
Desayuno entre las montañas de Val Seriana
Ver las montañas de 3.000 metros de altura justo delante de ti, esquivándolas por decenas de metros -claramente insuficientes para los que no estamos acostumbrado a surcas los cielos de esta forma- con los rápidos giros del helicóptero, descubrir nuevas montañas cada pocos segundos, y disfrutar de estas vistas únicas, estaban haciendo que Val Seriana se convirtiera en una de mis zonas favoritas de Italia.
Apenas fueron 15 minutos de vuelo, suficientes para devorar media tarjeta de memoria con las innumerables fotografías que estaba haciendo. El espectáculo era majestuoso, y esto no había hecho nada más que empezar.
Aterrizamos junto al lago de Barbellino, la presa creada en 1931 para abastecer de energía a todo Val Seriana, necesaria para la incipiente industria textil. Aquí también se encuentra el Refugio Antonio Curò, uno de los mejores refugios de toda Italia, y eso es mucho decir.
Como ejemplo del nivel del refugio Antonio Curò, tan sólo diré que tienen carta de vinos, con una docena de variedades como mínimo, así como un restaurante con pasta fresca diaria. Y todo esto a 2.000 metros de altura y sin acceso por carretera.
En Italia sí que saben como disfrutar de la vida
Pero uno tiene que dárselas de intrépido viajero, así que mientras mis compañeros tomaban un capuchino en el refugio, yo «sufría» haciendo fotos al amanecer, con el sol empezando a colarse por lo alto de las montañas e irradiando su calor por todo el valle. Hay veces que madrugar tiene su recompensa.
El día no había hecho nada más que empezar y me sentía exultante con tantas emociones y paisajes alucinantes conocidos, así que nos pusimos a caminar por los alrededores del refugio, llegando hasta la presa, al que llega un vetusto teleférico que sólo usan los trabajadores de la presa.
Siguiendo este camino, hacia el oeste del refugio de Antonio Curò, se llega a otro pequeño refugio en mitad de la montaña, aunque la ruta más frecuente es continuar desde el lujoso refugio hacia el noreste, para llegar al Lago Naturale y al refugio Barbellino.
Hay varias rutas por esta zona montañosa, por lo que si te gusta la montaña, puedes pasarte varios días caminando entre estas montañas italianas y descansando en buenos refugios donde comer bien, no sólo bocadillos de prosciutto.
El refugio feo que no podía existir en Italia
La zona de la presa y la central eléctrica no tenía mucho más interés que el de cómo habían hecho para subir tanto cemento y hormigón hasta este recóndito lugar, así que disfrutamos del menú del refugio Antonio Curó (buenísimo), mientras los compañeros comentaban el nuevo refugio que habían construido al lado, con mejores servicios e incluso con gimnasio, muy moderno, pero horriblemente feo.
Decían que era inadmisible que en Italia hubiera un refugio «non bello», que era muy «brutto», un atentado a la estética. Por cosas como esta me gusta Italia.
Terminada la comida, emprendimos el descenso hacia Valbondione caminando por el sinuoso sendero.
Desde la presa había oído una cascada, y fue en el camino cuando por fin le pude poner forma. La Cascada del Serio, con sus 315 metros de altura, es de las más altas de Italia, y todo un espectáculo que te acompaña durante todo el camino.
Su caudal no es muy grande, debido a la presa, pero 5 veces al año tienen que abrirla a tope (aproximadamente 23 junio 11:00, 18 agosto 11:00, 15 septiembre 11:00, 6 octubre 11:00), siendo una de estas veces de noche (sobre el 21 de julio a las 22:00), momento que aprovechan para iluminarla y hacer un gran espectáculo en Valbondione.
Trekking entre Valbondione y el lago Barbellino
La ruta entre Valbondione y el lago Barbellino o refugio Antonio Curó es una ruta emblemática en Val Seriana. Con sus 8 kilómetros de longitud y 1.230 metros de desnivel acumulado, se puede hacer perfectamente en un día, disfrutando de las buenas vistas a Val Seriana, del lago Barbellino y de la hospitalidad del refugio.
La ruta es todo el tiempo cuesta arriba o cuesta abajo, según subas o bajes, por lo que es algo cansada, pero tampoco es muy larga y el paisaje, merece sobradamente el esfuerzo. En un par de horas se puede hacer el descenso, y la subida en unas 3, 3 horas y media.
En la ruta cogimos un pequeño desvió para visitar el observatorio de Fauna de Maslana, una curiosa cabaña construida bajo una piedra, donde hacen actividades con los alumnos, y desde la que se puede observar la cascada del Serio cerca de su base.
El clima nos había respetado durante todo el día, pero a pocos kilómetros de Valbondione, la lluvia hizo acto de presencia, desluciendo un poco la vista a la cascada del perro (se llama así porque un día un perro cayó en ella y desapareció), y la de mala agua (no se puede beber porque tiene mucho hierro). La curiosidad de estas cascadas, a parte de sus nombres, es que en invierno una se hiela, y la otra no. ¿Adivinas cuál es cuál?
Llegamos a Valbondione antes de que la lluvia nos calara, y como suele ocurrirme en estas situaciones, paró de llover al poco de meternos en el coche, camino a la siguiente visita en Val Seriana, el pueblo medieval de Gromo.
Gromo, el pueblo medieval
Gromo es un pequeño pueblo de poco más de mil habitantes, que data de la época medieval, siendo el más antiguo de la zona. La iglesia está encaramada al borde de la montaña, desafiando la gravedad, por lo que no pasa desapercibido. Es tan pequeño que se recorre en apenas una hora, pero es muy recomendable darse un paseo por él, para ver un auténtico pueblo italiano de postal.
Mi viaje por Val Seriana, el valle italiano que había superado todas mis expectativas, terminó en el pueblo de Clusone, un poquito más grande que el anterior, y con todo el sabor italiano que te esperas encontrar en esta zona.
Tanto, que incluso la colina que hay a un paso del centro, se llama monte Polenta. Serán cachondos estos valserianos.
Clusone, el encanto de Val Seriana continúa
En Clusone necesité de más de una hora para disfrutarla como se merece. Entre la pintura de la danza macabra, el curioso reloj astronómico (me recordó muchísimo al reloj astronómico de Praga), la iglesia principal (fácilmente reconocible, es la más grande), y sus callejuelas tan italianas, en las que al anochecer huele a comida casera y se oye como ponen los platos a la mesa, disfruté como un enano perdiéndome por Clusone.
En tan sólo dos días subí montañas, me adentré en zona pre alpina, descubrí pueblos medievales de cuento, comí auténtica pasta italiana a 2.000 metros de altura, admiré el amanecer entre las montañas, disfruté de pinturas del siglo XIV, e incluso subí a una montaña de polenta.
Dos días antes no conocía nada de Val Seriana, y dos días después cómo olvidarme de Val Seriana.
Información sobre Val Seriana
- Qué hacer
- Via ferrata Maurizio. 20€ por persona, incluyendo equipamiento y guía
- Trekking entre Valbondione y lago Barbellino. Ruta fácil de 8 kilómetros con un desnivel de 1.230 metros. 3:30 horas para subir y 2 horas para bajar.
- Gromo. Pequeño pueblo medieval
- Clusone.
- Danza Macabra.
- Reloj astronómico.
- Dónde Comer
- Locanda de Cacciatore. Cocina local con deliciosa pasta y platos frescos
- La Antica Locanda. Buen restaurante con variedad de platos italianos.
- Refugio Antonio Curó. Buena comida a 2.000 metros de altura.
- Dónde dormir
- Hotel Locanda de Cacciatore 3*. Via Roma 9, Gromo. Hotel sencillo con todas las comodidades
- Albergo Antica Locanda 3*. Piazza Uccelli 3, Clusone. Moderno hotel con habitaciones bonitas en pleno centro.
- Refugio Antonio Curó. Desde 36€ con desayuno y cena. Tiene Wifi.
- Cómo llegar
- Hay tren de cercanías Bérgamo – Albino
- Autobús desde Bérgamo hasta Valbondione y Clusone, parando en los principales pueblos del camino.
- Oficina de turismo
- Esta experiencia fue posible gracias a turismo de Val Seriana.
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