Seguimos de tormentas

Vale que últimamente sea un poco monotemático, pero es que salimos de una y ya está la siguiente tormenta llegando, deben de haber pasado por lo menos seis tormentas de las grandes. Este año nada de quejarse de sequía por Asturias.

Aprovechando un claro del sábado, y lo que parecía que iba a ser una tarde más o menos despejada, me acerqué a Luanco, pueblo que hacía muchos años que no visitaba y me entró el gusanillo de ver por alguien que me habló bien del sitio.

Tiempo indeciso en Luanco

Es una pena que los alrededores hayan sufrido la fiebre del ladrillo y estén llenos de chalets impersonales, ya que el centro sigue como siempre y es agradable recorrerlo a la vera del mar, pasando por la playa y el puerto.

La iglesia del pueblo estaba de misa, mientras el mar estaba gestando otra tormenta, y los chavales estaban preparando el botellón.

Esto fue lo que salió. Bastante raro. No se sabe si esta despejado u oscuro, si hace frío o calor, o que carallo pasa con el tiempo, será cosa del cambio climático.

Tormentas

Desde un mirador próximo en lo alto de un monte, se ve a lo lejos Gijón y los Picos de Europa, cubiertos por las nubes amenazantes

A esta foto no le encuentro mucha gracia, no se si por el procesado o que.
Para los enlaces de hoy, una familia que como tradición se saca una foto todos los años. Curiosos lo que desmejoran al tener los hijos.

Y el otro es Tim Fitzharris, otro de esos fotógrafos de paisajes idílicos en los que desearías estar siempre.

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