Palenque, la ciudad maya hogar de Pakal el Grande

Los antiguos Mayas son una de las civilizaciones que más secretos guardan, ya que, a parte de su dominio de la astronomía (su calendario era más preciso que el nuestro!), otro de sus fuertes era construir ciudades con templos, palacios y pirámides en medio de la selva, un terreno malo para la agricultura, pero aún así se cree que algunas de estas ciudades, como Palenque, llegaron a sustentar a más de 50.000 personas.

Esta antigua ciudad maya, situada al noreste del estado de Chiapas, en México, fue una de las más importantes de la época, y todo se debió a un interesante personaje: K’inich Janaab’ Pakal o Pakal “el Grande”.

Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Niña divirtiéndose en el recinto arqueológico

¿Y quién era Pakal «el Grande»? Pues es el más conocido de los señores mayas, debido a que durante su largo reinado de Palenque, 67 años nada más y nada menos, la ciudad llegó a nuevos niveles de esplendor. Su esfuerzo por dejar escrito, con jeroglíficos mayas, todos los acontecimientos importantes de su reinado, también ayudó a su fama, pues fue de los primeros gobernantes en guardar para la posteridad la historia de sus días.

Para rematar la faena, su tumba, el descubrimiento más importante en Centroamérica, fue encontrada dentro de una pirámide, algo que se desconocía que hiciesen las culturas mesoamericanas, y por supuesto, su máscara de jade es la mejor conservada que se ha encontrado. Vamos, como si fuera una especie de Tutankhamon maya.

Con toda la información que hay de la vida de Pakal, vamos a centrarnos en la ciudad de Palenque, que gobernó desde los 12 años (año 615) hasta su tardía muerte en el 683.

Creada alrededor del 100 a.C. como una aldea agrícola, su población fue creciendo hasta convertirse en la capital de la región de B’akaal (hueso). La belicosa ciudad de Calakmul (a más de 350 kilómetros de distancia) estaba en una imparable expansión, por lo que atacó Palenque en dos ocasiones, con resultados nefastos para nuestra ciudad.

Por ello se alió con Tikal, una de las grandes ciudades mayas de la época, que se encuentra en Guatemala. Aún así, Palenque estaba en un periodo de decadencia cuando nuestro amigo Pakal el Grande subió al trono, momento en el que las cosas cambiaron.

Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Templo de las Inscripciones
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Tumba dentro del templo
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Pirámide maya en Palenque
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Pirámide maya en Palenque
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Templo de las Inscripciones bajo el sol

Durante su gobierno se construyeron la mayoría de templos y palacios de Palenque, además de ampliar los existentes, llegando la ciudad a superar a Tikal, y poder enfrentarse de tú a tú con Calakmul. En el siglo VII, Palenque ya era una de las grandes ciudades mayas, junto a Tikal y Calakmul.

Tras la muerte de Pakal, siguieron la dinastía sus hijos, pero sucesivos ataques de otros reinos, como el de Toniná, acabaron por desgastar la ciudad y a sus habitantes, que empezaron a abandonar Palenque, hasta que en el siglo X apenas vivía gente en la zona.

Los siglos pasaron y la jungla fue recuperando el terreno perdido, cubriendo Palenque y cualquier otro vestigio de los mayas en la zona. Por eso no es de extrañar que hasta 1773 no se redescubriera la ciudad, habiendo pasado Hernán Cortés muy cerca siglos antes, pero no había ninguna referencia al sitio, tal era su olvido.

Eso sí, una vez que fueron descubiertas las ruinas, se consideró que eran de alto interés, empezando un periodo de frecuentes expediciones al lugar, hasta que finalmente Palenque fue habilitado para ser visitado por el gran público, en los años 70. En 1987 fue inscrita como Patrimonio de la Humanidad, debido a ser una de las ciudades mayas mejor conservadas y a la gran importancia artística de sus inscripciones y arquitectura.

Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Restos arqueológicos de Palenque
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
El Palacio de Palenque
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Patio interior del Palacio
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Torre observatorio sobre los muros del Palacio
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Niño jugando en el Palacio

Ahora podemos ver perfectamente los templos más grandes, como el de las Inscripciones (en él se encontró la tumba de Pakal, cuya visita está restringida por conservación) o el de la Calavera (recibe el nombre de la calavera grabada en la fachada), así como el Gran Palacio, el edificio más importante de la ciudad y por cuyos pasillos podemos corretear libremente para admirar las esculturas y bajorrelieves, de los mejores conservados del mundo Maya.

Tan sólo por recorrer el Palacio por dentro merece la pena la visita a Palenque.

Importante fijarse en las pequeñas ventanas en forma de T, que aún se siguen usando en edificios importantes para los mayas modernos. Según dicen, permitía pasar al dios del viento.

Otros lugares que podemos ver en nuestra visita a Palenque son el conjunto de las Cruces, templos situados en lo alto y desde los que se contempla el centro de la ciudad; el templo del Conde, donde supuestamente dormía el explorador Jean Frédéric Waldeck; el pequeño campo del juego de Pelota Maya; y el acueducto, que proporcionaba agua fresca a la ciudad.

Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Relieves mayas en el Palacio
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Ventanas y grabados en el Palacio
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
El Palacio y la vegetación
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Campo del juego de la pelota
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Habitante de Palenque

Siguiendo el recorrido normal, y alejándonos del centro, cruzaremos la bonita cascada del murciélago, llegando al área residencial. Se nota que aquí vivían las clases altas, pues aún hoy en día la zona sigue siendo ideal para vivir: al lado del río, con suaves cascadas y cubierta por altos árboles.

Aquí los edificios están mucho más juntos y las calles son más estrechas, como en cualquier barrio antiguo de ciudad. Si nos guiamos por las indicaciones, llegaremos a la salida, aunque no es la principal, sino la situada junto al museo (entrada incluida), en el que se exponen las piezas encontradas en la ciudad. La entrada principal está a 1,5 kilómetros, y podemos llegar cogiendo el autobús normal o «asaltando» alguna de las furgonetas que pasan.

Para recorrer todo Palenque podemos echar tranquilamente 2 ó 3 horas, sin prisas, que es como mejor se ven estos tesoros. Aunque parezca un área grandísima, se estima que tan sólo se ha descubierto un 10% de los 8 km² que ocupaba la ciudad en sus buenos tiempos. La jungla es implacable cuando se trata de cubrir antiguos edificios.

Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Pirámide maya del grupo norte en Palenque
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Templo invadido por la jungla
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Viviendas mayas en la jungla de Palenque
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Cascada del murciélago
Ruinas Mayas Patrimonio de la Humanidad de Palenque, Chiapas, México
Mercadillo de recuerdos en Palenque

Es aconsejable contratar a un guía que nos explique los detalles de los edificios, ya que por nuestra cuenta, a parte de maravillarnos con los edificios y el bonito entorno, no entenderemos qué significaba el jaguar dibujado en la pared o por qué los edificios tienen esas formas.

El recorrido guiado suele durar de 1 a 1,5 horas, y nunca incluye el museo, al que podemos llegar por la salida inferior. Importante coger un guía con identificación, para que pueda respondernos a todas las preguntas y no sea un mero loro repetidor.

Palenque fue la primera ruina maya que visité y, si bien hay otras más impresionantes en tamaño, como por ejemplo Calakmul, o en detalle artístico, como Chichen Itzá, es asombroso lo bien que se integra Palenque con el entorno, así como lo bien conservada que está. Y además, podemos entrar en el Palacio.

Vive esta experiencia:

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