Marc Chagall y Dario Fo en una exposición única en Brescia

Como fotógrafo, me gusta ver arte de todo tipo. Uno nunca sabe donde va a encontrar inspiración o descubrir una nueva forma de mirar. Por eso acepté la invitación para visitar la inauguración de la exposición de Marc Chagall en la pequeña ciudad italiana de Brescia, cercana a Milán.

He de reconocer el desconocimiento total que tenía del pintor y de lo que iba a encontrarme en la exposición, que además de contar con las obras de Marc Chagall en sus años rusos (1907-1924), están comentadas por el artista italiano Dario Fo, premiado con el nobel de literatura en 1997, aunque sólo se puede leer en italiano, al no haber traducción al inglés de la exposición.

A la presentación acudió el octogenario Dario Fo para deleite del público, deseoso de escuchar sus emotivas palabras sobre este artista bielorruso que tanto aprecia, en una muestra con algunos cuadros inéditos hasta la fecha en Italia.

La exposición de Marc Chagall cuenta con 32 obras de sus primeros años como pintor, en las que se aprecia su incipiente surrealismo y cubismo, corrientes que emergieron a principios del siglo XX.

Una muestra pequeña en obras, como recalcó el conservador del Museo della Citá de Brescia, pero muy grande en cuanto el resultado conseguido, pues a parte de las obras de Chagall, proveniente de diferentes colecciones rusas, también podemos admirar cuadros de Dario Fo creados ex-profeso para la muestra e inspirados en las obras del bielorruso, consiguiendo una muestra única.

Las obras de Marc Chagall me gustaron mucho, con un uso de los colores melancólico, retratando la complicada situación de aquellos años de guerras mundiales, pero unos personajes y situaciones retratadas que invitan al optimismo y a la esperanza.

«La Caminata«, una de las obras más importantes de la muestra de Brescia, es claro ejemplo de ello. La pareja tiene leves sonrisas. Ella está volando, no se sabe si por amor, o para suplir la falta de libertad del pájaro que agarra con fuerza su pareja.

«Amantes azules«, cartel de la exposición, es un momento íntimo tratado como tal, con una sutileza de colores, de expresiones y de sensaciones que tan sólo un gran artista es capaz de plasmar sobre lienzo.

Sin duda, los que más me llamaron la atención fueron «El hebreo rojo» y el «Día de fiesta», personajes extraños, surrealistas, que transmiten una sensación de intranquilidad y a la vez de sosiego.

Además de los cuadros, podemos admirar algunos bocetos y grabados originales de Marc Chagall, completando la exposición.

Pero esto no termina aquí, ya que en la sala contigua están las vivas, alegres obras de Dario Fo, mostrando como él ve los cuadros de Chagall. Llenos de optimismo, color, baile y movimiento, clara contraposición a priori del trabajo del célebre artista, pero que al final es lo que te acaba trasmitiendo.

Hasta el 15 de febrero se puede admirar esta exposición única en el Museo della Citta de Brescia, una excusa perfecta para acercarse a esta desconocida ciudad italiana que tiene mucho que ofrecer.

Fotografías de la exposición Marc Chagall y Dario Fo en Brescia