Las Médulas, las minas de oro del Bierzo

Buenos eran los romanos cuando algo se les metía en la cabeza, y más si tenía que ver con el oro. El preciado metal, tan ansiado por todas las civilizaciones del planeta, hacía que los romanos hasta movieran montañas, literalmente.

Al sur de Ponferrada, al lado del pequeño pueblo de Las Médulas, ya bateaban oro las tribus prerromanas, como los astures, anteriores a los romanos, pero fueron estos los que vieron la inmensa riqueza que se escondía en las montañas, y decidieron extraerla de la mejor manera que se les ocurrió. Disolviendo las montañas con agua.

Este método de extracción, al que llamaban «ruina montium«, consistía en minar la montaña con galerías y pozos, que después llenaban con agua, para que así la presión del aire comprimido y del agua actuara como un explosivo, derrumbando la montaña. Sobre el aluvión derruido continuaban arrojando agua, para arrastrar el lodo aurífero a los canales de lavado, donde utilizando hojas de brezo filtraban las pequeñas pepitas de oro. El descomunal trabajo se debía principalmente a que el recubrimiento de los montes de Las Médulas era escaso en oro, por lo que se consideraba tierra estéril y tenían que quitarla rápidamente, para llegar a las zonas más profundas, donde había mayor concentración de oro.

Como resultado de las explotaciones mineras, surgieron los lagos de Somido o el de Carucedo, que es donde se depositaba el agua resultante de tanta inundación. Además, para conseguir el agua, los romanos construyeron una red con canales de hasta 100 kilómetros para traer el agua desde la sierra del Teleno y los montes Aquilanos. En total, 300 kilómetros para conducir el agua hasta Las Médulas, y siempre con los estándares de calidad romanos.Pendiente entre el 0,6% y 1% ancho entre 1,28 metros y 1,60 metros.

Con tanta obra, la producción les debió ser rentable, pues en los 250 años que duró la explotación, extrajeron más de 1.500 toneladas de oro. Como removieron aproximadamente 500 millones de m³ de tierra, esto da a 3 gramos de oro por tonelada de tierra. Hoy en día una mina a cielo abierto de oro es rentable si extrae 1 gramo de oro por tonelada de tierra removida, así que no lo hacían nada mal estos romanos. En total, Las Médulas aportó el 20% del oro existente en el Imperio Romano, una cifra que explica bien el porque se tomaron tantas molestias. Todo este trabajo necesita muchos obreros, estimándose en 20.000 hombres, entre guardianes, suministradores, …. vamos, que de aquellas el paro no sabían lo que era.

Con estas impresionantes cifras en la mano veremos Las Médulas de otra manera, ya que si bien el paisaje es espectacular, sin nadie que nos explique las peculiaridades del terreno no podremos apreciar la magnitud de esta obra romana, y porqué se la considera Patrimonio de la Humanidad. Por ello, es muy recomendable hacer la visita guiada, que dura 2 horas y cuesta tan solo 3€, tal y como nos cuentan en Callejeando por el Planeta. Yo por ir con la cámara no hice la visita guiada, ya que voy a mi ritmo, generalmente mucho más lento.

Tras la lección de historia y el agradable paseo por Las Médulas a la sombra de los castaños (si no vamos en invierno), nos falta la guinda al pastel, y no es otra que llegar al Mirador de Orellán justo antes del atardecer. A este mirador se llega desde un desvío que hay en la carretera que lleva a Las Médulas. A 500 metros del mirador dejaremos el coche, y con un último esfuerzo para subir la cuesta, tendremos ante nosotros las mejores vistas de Las Médulas, increíbles al atardecer, cuando el sol dora los farallones y picos.

Así, para que no te cuenten más historias de romanos, acércate a Las Médulas y la vivirás en persona, disfrutando además de la excelente gastronomía de la zona y de otros lugares preciosos de los que hablaré más adelante.

Más información:

• Más fotos de las Médulas
• Web oficial de las Médulas
• Hoteles en Ponferrada
• #postamigo. Las Médulas, el oro de las entrañas leonesas. De Callejeando por el Planeta