Gente de Londres

La ración de monumentos sobre Londres ya tocó ayer, así que hoy paso a un tema más interesante, como es la gente que hay por Londres.

Las fotos están sacadas todas en la misma tarde, y con muy poco tiempo entre ellas, pero había mucho movimiento por las calles del centro, y se nota en la cantidad de situaciones curiosas que se ven.

Empezando con el tráfico.

El que conduzcan al revés no se nota mucho a primera vista, pero muchas veces te quedas pensando como puede ir la persona que conduce mirando todo el tiempo por la ventanilla, o cruzas la calle mirando para el lado contrario y se te hecha encima un autobús suicida por el lado que no miras.

Esto de ir al contrario lo tienen muy inculcado, y hasta en los pasillos del metro la gente también va en sentido contrario al nuestro. Son fieles a sus principios.

Al pasar por delante de la casa del presidente, que parece una vivienda normal en la televisión, te encuentras en vivo que es como un búnker del ejercito. Mucha policía, vallas y para tanques disuaden a cualquiera de acercarse, excepto a este viejo que estaba quejándose de todos los fucking problemas del mundo y de los suyos. Parece que les gusta mucho quejarse de las cosas, porque en un pub otro viejo se nos alteró de mala manera, y eso que ni le habíamos mirado.

Cerca de la casa del presidente había una especie de museo del ejército (eso creo), con mucha gente agolpada en la verja. Como era de los pocos edificios que vi con la bandera británica (en esto no se parecen en nada a los yankis) y con tanta gente, tocó la foto. El ciclista estaba igual de extrañado con la multitud como nosotros.

Y para el final el motivo de tanta gente. La reina de Inglaterra (el puntito verde chillón), salía del edificio y montaba en su rolls para volver a casa. Toda la gente loca por sacarle la foto, y yo como soy tan inútil no saqué ni una donde se la distinga. Por lo menos puedo decir que la vi en persona y estuve dentro de un tumulto enloquecido de gente.

Tras esta dura tarde, que mejor que unas cervecitas en el Chandors, y mañana ya se verá donde acabamos.