El placer de viajar de camping en Francia

El camping en Francia alcanza un nuevo nivel. Más allá de los aventureros que se adentran en la montaña con la tienda a cuestas y las familias que viajan a sitios de playa con la tortilla de patatas, el camping en Francia, como muchas otras cosas, llega a desprender glamour por los cuatro costados.

Aquí el concepto camping llega mucho más allá de tirar tu tienda de campaña sobre el prado y, como mucho, enchufarte a la corriente eléctrica. En Francia ir de camping tiene lo bueno de viajar a un resort del Caribe, como es una gran piscina, un entorno seguro para los niños y animación por las noches; con la comodidad de viajar por un país tan hermoso como Francia: estás cerca de pueblos, lugares naturales y restaurantes encantadores.

Además del consabido hueco para plantar tu tienda de campaña o autocaravana, lo mejor de estos campings es que ofrecen muchas más opciones de alojamiento, como son las cabañas, las tiendas amuebladas, los chalets e incluso, cabañas en los árboles. ¿Quién no ha soñado con dormir en lo alto de un árbol?

Este tipo de casas de campings las hay de todos los niveles, desde la humilde casa prefabricada en la que alojarse en pareja al mínimo coste, hasta auténticos chalets de piedra donde hospedar a toda la familia, incluyendo abuelos y primos, y siempre contando con la comodidad de estar en un entorno natural, fuera de la ciudad, donde los más pequeños (y también los mayores), disfrutarán de la piscina, la naturaleza y la cercanía a la playa en muchos de los campings.

De entre todas las opciones de campings que hay en Francia, Yelloh! Village es una de las que más calidad ofrece, con una selección de 86 campings de entre 3 y 5 estrellas en Francia, España y Portugal. En todos sus campings hay piscina (que llegan a ser mini parques temáticos en algunos lugares), animación y entretenimiento, además de disfrutar del placer de estar cerca de sitios de gran belleza natural, tener servicios como supermercado y restaurante, y estar cerca de ciudades, pero no dentro de ellas.

En mi viaje a Perpiñán, con motivo del festival fotográfico Visa pour l´image, me alojé en una cabaña de un camping, y la experiencia fue muy buena. Tenía la playa a 500 metros, con lo que podía ir a ver el amanecer todos los días, y la ciudad a 5 kilómetros, por lo que disfruté del festival y de la ciudad con lo mejor de la naturaleza. Además, al estar en tu propia cabaña, tienes cocina para hacerte algunas comidas, y mucho más espacio que en una habitación de hotel medio.

En cuanto a precios, puedes alojarte en un bungalow de Yelloh! Village desde 10€ persona / día, y los hay con capacidad de hasta 10 personas. Con estos precios puedes alargar mucho más tu estancia, conociendo mejor el lugar y teniendo unas vacaciones más placenteras. ¿Ruido de coches? Ninguno.

Al disponer de tantos campings, Yelloh! Village asegura una alta calidad en todos ellos, ya que realizan controles de calidad continuos, y si eres un usuario frecuente, te puedes beneficiar de descuentos y estancias gratis gracias a su tarjeta fidelización.

Como ves, ir de camping en Francia es una grata experiencia muy alejada de esa idea que tenemos en España de ir a lugares abarrotados donde apenas tienes espacio para poner tu tienda de campaña. En Francia es una opción a tener muy en cuenta, sobre todo si vas a viajar por lugares como la costa de Bretaña, Normandía o la Costa Azul, donde dormir rodeado de naturaleza es un plus a la experiencia viajera.

En España tienen campings en Cataluña, y en Portugal en el Algarve, ambos sitios de buen clima donde podrás ir a la playa desde primavera hasta otoño, así que querrás quedarte cuanto más, mejor.

Yo ya he probado las ventajas de ir de campings en Francia, ¿y tú?