De selfies en Nueva York

No les faltó razón cuando en el diccionario Oxford designaron a la dichosa palabreja como la más importante de 2013. Hasta en la entrega de los Oscars pudimos ver un selfie, que al final fue lo más recordado de la ceremonia. Como no podía ser menos, ahora todos los turistas se autorretratan alejando el móvil o la cámara con una mano y sonriendo.

Originalidad poca, resultados supongo que aún peores, pero como es la moda, pues todos lo hacen. Lo bueno es que muy poca gente te pide que les hagan una foto, tan sólo dos en 10 días me lo pidieron. Donde esté un selfie, que se quite el posado ante el lugar a fotografiar.

Por mi parte, me sigo quedando con los saltos, vuelos, y fotografías de muñecos de lo más variados, como mi robot Emilio, que ya tiene nombre. ¡Gracias Cristina E. Lozano de Viaja en mi Mochila!

Por mi parte, sigo recorriendo la gran manzana. Sin hacerme selfies, que la réflex pesa mucho para agarrarla con una mano.