La Torre de Belém de Lisboa

Empiezo los post sobre Portugal y Lisboa, donde estuve recientemente, y que mejor que empezar con uno de los monumentos más representativos y bonitos de Lisboa, como es la Torre de Belém. Como pone en todas las guías, esta torre es de estilo Manuelino, que se caracteriza por tener una gran ornamentación y recordar a las grandes construcciones medievales.

Torre de Belém en Lisboa, Portugal
Torre de Belem de noche

La torre se encuentra en el barrio de Belém, al suroeste de Lisboa y en el barrio del mismo nombre. Este barrio se puede considerar como una zona monumental más que como barrio residencial, ya que a parte de los chalets de la zona, se encuentra el Monasterio de los Jerónimos, el Monumento de los Descubridores, el Museo Arqueológico y muchos otros museos y monumentos muy representativos.

Lo bueno de este barrio es que al estar a orillas del río y alejado del centro, las calles son anchas y más o menos planas, lo que unido a la gran cantidad de jardines, hace que se disfrute mucho de un paseo por aquí. Además, hay una torre blanca casi dentro del río.

Y es que la Torre de Belém está construida en el río, a escasos metros de la orilla, pero cuando sube la marea queda totalmente rodeada por el agua del mar, y siempre hay que acceder a la torre por una pequeña pasarela.

Torre de Belém en Lisboa, Portugal
Torre de Belem
Torre de Belém en Lisboa, Portugal
Torre de Belem
Torre de Belém en Lisboa, Portugal
Torre de Belem
Torre de Belém en Lisboa, Portugal
Torre de Belem en marea baja
Torre de Belém en Lisboa, Portugal
Torre de Belem de metal

Una vez dentro de la torre se aprecia con mucho más detalle la decoración de la fachada, muy rica en diversos elementos, muy bonitos estéticamente. Eso sí, dentro la torre es tan austera como cualquier fortaleza medieval, con unos puertas bastante bajas y unas escaleras muy estrechas.

Se nota que la torre no fue construida para tener hordas de turistas visitando sus entrañas, pues la escalera de caracol para subir los cinco pisos no ayuda mucho, así como las pequeñas puertas en las que hay que tener cuidado para no golpearse la cabeza.

Eso sí, desde el último piso se ve toda la desembocadura del río Tajo, y gran parte de la ciudad de Lisboa. Como se lo tendría que pasar la gente que trabajó en la Torre de Belém, todo el día mirando hacia el mar esperando nuevos barcos.

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  1. Este barrio la verdad que es de los que más me ha gustado por lo que dices… mucho más espaciado y agradable de pasear junto al río. La torre me gustó mucho y encima al visitarlo en Domingo, tanto esta torre como el monasterio, era entrada gratuita.

    La típica fabrica de pasteles de Belém que es una turistada me resultó de lo más grato. Es enorme el restaurante, el personal muy amable, los pasteles estaban de vicio y encima no es nada caro en contra de lo que pensaba. Comimos allí unas pizzas buenísimas y desde luego cuando vuelva a Lisboa repetiré sitio para comer.

    Un saludo!