La Posada de Muriel en Molinaseca
El Camino de Santiago recorre muchos pueblos maravillosos, como este de Molinaseca, muy cerca de Ponferrada, la capital del Bierzo. En este bonito y pequeño pueblo encontraremos varios albergues para peregrinos, y posadas o casas rurales con más comodidades. La Posada de Muriel se puede comparar con un pequeño hotel, ya que aunque tenga solo 8 habitaciones, todas tienen baño propio, televisión y aire acondicionado.
La Posada de Muriel está a la entrada del pueblo, en una pequeña plaza donde tenemos bastante sitio para aparcar el coche. Nada más entrar a la posada, nos llama la atención todos los detalles que hay, como un viejo acordeón o una máquina de escribir que no es qwerty. Unido a la amabilidad de sus dueños, hace que la primera impresión al entrar en la Posada de Muriel sea de calidez, como si uno estuviera en casa.
Las habitaciones se encuentran en el segundo y tercer piso, a los que tenemos que subir por escalera, cargando con el equipaje. En el primer piso hay un restaurante, que en las fechas que me alojé (febrero 2012), no contaba con cocinero, así que sólo se usa para servir los desayunos. También hay una pequeña sala de lectura con varios butacones y muchos libros a escoger.
La habitación en la que estuve alojado durante dos días fue una doble, la más habitual de la posada. Destaca lo espaciosa que es, con el espacio bien aprovechado y con una decoración muy acogedora, típica de casa rural, con motivos florales y el uso de mucha madera. Incluso tiene una pequeña terraza, cuya puerta sirve a su vez como ventana para la habitación. Esta puerta es metálica y muy robusta, tapando perfectamente la luz para que podamos dormir agusto. La televisión, que pasa desapercibida por estar dentro de un cajón metálico, es diminuta y antigua. En la habitación contamos con radiador y con aire acondicionado, por lo que podemos controlar la temperatura. Estuve en invierno, y es imposible pasar frío con la potencia de la calefacción.
Como posada que es, se aprecia el toque rural del establecimiento, pero esto no justifica que las puertas sean tan finas que se oiga a todo el mundo subiendo las escaleras, y que cuando alguien ande en el piso de arriba cruja todo el techo, resultando bastante molesto. Además, en la habitación había varios desperfectos causados por la humedad y alguna fuga del radiador.
En cuanto al baño, este es completo, con bañera y bidé. Su tamaño es normal y con una decoración cálida, contando con grifos de mandos separados, que más que darle un toque rural son una incomodidad. Los detalles para el aseo, como el gel y el champú, se limitan a unos escasos sobres, que ni siquiera reponen al día siguiente. Unos pequeños botes serían mucho más útiles. También hay gorro de ducha, jabón de manos y secador de pelo (aunque este no funcionaba). En la bañera también hay algunos desperfectos, con manchas de pintura de haber estado arreglando algo y de no haberse preocupado en protegerla, lo que da muy mala impresión.
Durante la estancia también probé el desayuno buffet, que es un surtido de bollería industrial, pan y embutidos, con zumo, leche, café y cola-cao como únicas bebidas. Una variedad que me pareció escasa, y que no justifica los 8€ que cuesta. Seguro que en cualquier bar de Molinaseca desayunamos mejor y por menos precio.
En resumen, la Posada de Muriel es un alojamiento acogedor, pero por el precio que cuesta, encontraremos hoteles en Ponferrada, que está a tan solo 5km, de una calidad superior. La ventaja de dormir en un entorno rural no es tanta encontrándose tan cerca de una pequeña ciudad, que nos ofrecerá muchos más servicios, aunque sus calles no sean tan bonitas.
Resumen:
- Lo mejor: el pueblo de Molinaseca, decoración de la posada, trato de sus dueños.
- Lo peor: ruidos desde otras habitaciones, desperfectos varios, sobres de gel, desayuno buffet.
- Puntuación: [usr 6,5]
- Precios de la habitación: sencilla 40€/50€, doble 50€-80€, suite 75€/90€
- Hoteles en Molinaseca
Pues es una pena lo de los desperfectos porque por las fotos tiene muy buena pinta. El desayuno también me parece caro y como bien dices, seguramente en cualquier bollería de por allí podías haber desayunado mejor pero eso nunca se sabe!!! ;-)
La pinta de la posada es muy buena, lástima de esos detalles que solo se ven cuando estas allí y hacen que la estancia no sea todo lo agradable que podría ser.
El desayuno la verdad me defraudó por no tener ni una pieza de fruta y ser bollería industrial. Unos pasteles con chocolate en la panadería del pueblo seguro que están buenísimos jeje.