Pontevedra en un día. Qué visitar y dónde comer

Pontevedra es una de las ciudades gallegas más desconocidas, y también es una de las más bonitas de visitar. A pesar de su pequeño tamaño, para disfrutar de Pontevedra se recomienda dedicarle un día completo, pues su agradable ambiente hará que queramos conocerla tanto de día como de noche.

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Capilla de la virgen peregrina de Pontevedra

Lo primero que más llama la atención del visitante es que por el centro de Pontevedra no circulan casi coches, solo los encargados del reparto de mercancías o los que viven en pleno centro. Esta es una decisión que tomó hace años el ayuntamiento de la ciudad, y sus resultados son más que evidentes: pocas ciudades hay en España por las que sea más agradable pasear por su centro, libre de coches, de humos, y repleto de cafeterías, terrazas y vida social.

Y es que en Pontevedra se vive mucho la calle, algo de lo que nos daremos cuenta nada más pisar alguna de sus empedradas calles. Supongo que el que las calles sean totalmente para los peatones y el que haya tantas terrazas, ayude a ello.

Nuestra visita de un día a Pontevedra posiblemente empezará dejando nuestro vehículo en algunos de los parkings, o saliendo directamente desde la estación. Como la ciudad es muy fácil de recorrer caminando, aquí, más que nunca, aplicaremos eso de perdernos caminando por ella, para ver como nos sorprende.

El loro Ravanchol de Pontevedra
Capilla de la virgen peregrina de Pontevedra y plaza de la Peregrina

De los lugares que no tenemos que perdernos en una vista a Pontevedra, el primero a visitar está la plaza de la Peregrina, donde nos encontraremos con la mascota de la ciudad, el loro Ravachol, y la peculiar capilla de la Virgen Peregrina que, con su forma redonda, es toda una sorpresa.

En esta capilla podemos subir hasta lo alto de la cúpula, pero no se puede salir al exterior para disfrutar de las vistas aéreas de la ciudad, por lo que no es recomendable pagar por subir a lo alto de la cúpula.

Adyacente a la plaza de la peregrina encontraremos la plaza de la Ferrería, con unos bonitos jardines delante del convento. En esta plaza se conservan algunos de los edificios más antiguos de la ciudad, con los típicos soportales del norte y con gruesas columnas de piedra. A poco que miremos con atención, observaremos muchos estilos arquitectónicos diferentes alrededor de esta plaza.

Plaza de la Ferrería
Plaza de la Ferrería
Escudo familiar en la antigua rúa da pratería
Escudo familiar en la antigua rúa da pratería

Continuando nuestro camino por el casco histórico de Pontevedra, llegaremos a la coqueta y animada plaza de la Leña, presidida por su crucero y con un claro ambiente medieval. Desde aquí, nos podemos acercar hasta la Iglesia de San Bartolomé, lugar en el que está la estatua de la virgen patrona de la ciudad, claramente embarazada.

Acercándonos hasta el río, habremos llegado hasta el Museo de Pontevedra, en el Sexto edificio. Dentro de este gran recinto encontraremos obras de arte que van desde la edad de bronce hasta los tiempos más actuales, pasando por los romanos, las vanguardias y los movimientos artísticos propios de la zona. La visita es gratuita y, junto a las exposiciones temporales, es más que recomendable para los que tengan gusto por el arte. En total, tardaremos en ver todas las salas de exposiciones entre una y dos horas.

Puente de las corrientes y río Lerez
Puente de las corrientes y río Lérez
La luna y el puente de los Tirantes
La luna y el puente de los Tirantes

El río Lérez, que bordea Pontevedra, está justo al lado del museo, por lo que es buen momento para dar un paseo por su rivera viendo puentes tan variopintos como el del Burgo, el más antiguo de todos, u otros más modernos como el de los Tirantes.

Si tenemos ganas de caminar podemos acercarnos hasta la isla de las esculturas, un parque salpicado por obras de arte de artistas locales disfrutando de la naturaleza que ofrece el río Lérez.

Volviendo al casco histórico de Pontevedra, nuestra visita de piedras y monumentos continuará por la plaza de Santa María, donde se encuentra la Basílica menor de Santa María la Mayor. En esta basílica se puede subir hasta el campanario, que ofrece unas bonitas vistas de esta parte de la ciudad y del discurrir del río.

Plaza de Santa María
Plaza de Santa María
Calle de Pontevedra
Calle de Pontevedra

La última gran plaza que nos queda por visitar es la plaza de España, situada junto a la alameda y el ayuntamiento. En esta gran zona verde podemos visitar las ruinas de la iglesia de Santo Domingo, y también empezar un tour guiado por las callejuelas del centro de la ciudad, algo más que recomendable para conocer la historia de Pontevedra, el por qué de que las calles tengan varios nombres, o la historia del legendario pirata Benito.

En este recorrido hemos rodeado el casco histórico de Pontevedra, ahora solo nos queda zambullirnos entre sus callejuelas para disfrutar de la esencia de esta ciudad tan cómoda de caminar y de visitar, sin olvidarnos de tomarnos algo en algunas de sus terrazas, y de saludar a Valle Inclán, uno de sus ilustres residentes.

Ruinas de la Iglesia de Santo Domingo
Ruinas de la Iglesia de Santo Domingo
Puente del Burgo al atardecer
Puente del Burgo al atardecer

Pontevedra es una ciudad que sorprende a propios y extraños por su gran respeto hacia el viandante y, si es la primera vez que la visitas, seguro que te encanta por todo lo que tiene que ofrecer.

Información útil para visitar Pontevedra

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  1. Pontevedra es una preciosa ciudad, me ha encantado su arquitectura, su ambiente. Una de las ciudades más bonitas de España, sin duda.