Monasterio de Piedra, el paraíso de las cascadas

Disney es especialista en hacer parques de atracciones, pero si quisieran hacer un parque de cascadas de agua, lo tendrían muy difícil para superar a lo que hizo la naturaleza en el Monasterio de Piedra, cerca de Calatayud. El sur de Aragón es sobre todo seco, con un vasto páramo ocre que rodea Zaragoza y Calatayud, por lo que aún nos sorprenderá más este oasis de agua y verdor.

Monasterio de Piedra
Cascada de los fresnos

El Monasterio propiamente dicho, el de Piedra, se empezó a construir en 1195, aprovechando los restos del castillo árabe que existió en la zona. Todos sabemos que los monjes son unos expertos encontrando lugares donde asentar sus monasterios, y los árabes tampoco se quedaban cortos a la hora de buscar sitios con agua. Así, este idílico paraje al lado de Nuévalos tenía que ser excepcional. Además, al ser el único lugar con agua en abundancia de la zona, les permitió a los monjes comerciar con el preciado líquido, ganándose unos cuantos enemigos de paso.

Aún así, el Monasterio de Piedra estuvo habitado por los monjes hasta 1835, año en el que fue vendido por problemas económicos de la corona, y desde entonces está en manos privadas.

Monasterio de Piedra
Cascada del bosque
Monasterio de Piedra
Sol en el Vergel
Monasterio de Piedra
Color de verano
Monasterio de Piedra
Puente a ninguna parte

Hoy en día, el enclave es casi un resort de paz y tranquilidad en plena naturaleza. Por un lado tenemos el propio Monasterio, que no pude visitar por falta de tiempo, la iglesia en ruinas, el hotel, el restaurante, y por supuesto el parque natural, el reclamo de todos los visitantes.

Este parque natural, declarado Monumento Natural en 1983, es todo un festival de cascadas y riachuelos formados por el río Piedra al disolver la caliza, mediante un proceso cárstico, que produce algunos de los paisajes más espectaculares del mundo.

Para visitar el parque natural tenemos un itinerario recomendado, que nos guiará por los distintos accidentes orográficos, y que dicen dura unas 2 horas y media. A mi me llevó 9 horas, entre hacer fotos y disfrutar de cada rincón del parque, y eso que no ví el espectáculo de aves rapaces ni el monasterio.

Monasterio de Piedra
Riachuelo en cascada
Monasterio de Piedra
Cascada trinidad
Monasterio de Piedra
Los vadillos
Monasterio de Piedra
Iris al sol

El parque natural del Monasterio de Piedra podemos dividirlo en tres partes. La primera, justo a la entrada, es el Vergel de Juan Federico Muntadas, un amplio jardín boscoso en el que perdernos entre los árboles y disfrutar del estanque para patitos que hay en el centro. Gracias a Juan Federico Muntadas, enamorado de este entorno e hijo del dueño del lugar, podemos recorrer hoy en día este parque con tanta facilidad, ya que fue él quien acondicionó los caminos del parque influyendo lo menos posible en el entorno. Aún así, la naturaleza ya le había dado gran parte del trabajo hecho.

Tras el bosque, que no vi que recorriera ninguno de los otros visitantes del parque, empieza el espectáculo de cascadas. Por un lado las sutiles y tranquilas, como la cascada Sombría, el baño de Diana o los vadillos. Por otro las más extrañas, como la cascada Trinidad o la cascada de los Frenos. Y por último, las más escandalosas, como la cascada Caprichosa o la famosa Cola de Caballo. Hay más, pero es mejor que cada uno vaya descubriéndolas por si mismo.

Monasterio de Piedra
Cascada la Caprichosa
Monasterio de Piedra
Encaprichado de la caprichosa
Monasterio de Piedra
Gruta del artista
Monasterio de Piedra
Cascada de los fresnos

La última zona del parque empezaría tras visitar la increible gruta Iris. El sendero se adentra en la montaña, bajando a duras penas con pequeños escalones, hasta llegar a la gruta Iris, una cueva natural que parece de película, con su lago turquesa y su cascada, la Cola de Caballo, que cubre la entrada natural de la cueva. Pocos lugares naturales podemos ver tan espectaculares y de tan fácil acceso.

Aún asombrados por la belleza de la cueva, y de ver la cascada desde detrás, llegamos a la zona donde el río Piedra se amansa, formando el lago del Espejo, con unas aguas tan inmóviles que reflejan cualquier nube. También veremos la piscifactoría, la primera de España, donde se cría trucha y cangrejo de río. El camino continúa bordeando la peña del Diablo, para llevarnos hasta la última cascada, la de Chorreaderos, y tristemente volver a la entrada.

Monasterio de Piedra
Entrando en la Cola de Caballo
Monasterio de Piedra
En las profundidades de la tierra
Monasterio de Piedra
Camino al interior
Monasterio de Piedra
Cascada Cola de Caballo

Todo el recorrido es en pleno contacto con la naturaleza, sin nada de asfalto, y algunas veces incluso teniendo que pasar sobre el agua que desbordan las cascadas, así que es muy aconsejable ir con unas buenas sandalias en verano o botas de agua en invierno. Aunque visitemos el parque en pleno agosto, con 40º en el pueblo más cercano, dentro de las cuevas hace bastante frío, así que más vale ir abrigado de sobra.

Sobre todo aconsejo visitar el parque con calma, observando los detalles y siguiendo todos los caminos, que se puede ver bastante más de lo que señala el plano turístico. Y sobre todo huyendo de los visitantes ruidosos e irresponsables. Es increíble ver como algunos pueden estropear un lugar tan bien cuidado como este, escribiendo su nombre en la piedra de algunas cascadas o de los árboles, y es toda una tortura estar oyendo los gritos de la gente en medio de este oasis.

Monasterio de Piedra
Lago del espejo
Monasterio de Piedra
Cascada Iris
Monasterio de Piedra
Cascada Sombría
Monasterio de Piedra
Cascada de los Chorreaderos

El último consejo es visitar el parque con tiempo de sobra, y no ir tan solo a ver la Cola de Caballo, que aunque sea la más famosa, hay muchas más maravillas en el parque. A mí, por ejemplo, me gustó más la cascada de las Encinas. Además, también está el monasterio, la iglesia y los alrededores para visitar.

La visita completa son unos 13,5€, con varios tipos de descuentos. Un precio que puede parecer algo elevado para ver unas cascadas y un bosque, pero el sentimiento y las imágenes que llevaremos en nuestra memoria valen mucho más que eso.

Así, a orillas del río piedra me senté, … y fotografié.

Vive esta experiencia:

Monasterio de Piedra
Idiotas hay en todos los sitios
Monasterio de Piedra
Hotel del Monasterio de Piedra
Monasterio de Piedra
Cascada de los Chorreaderos
Monasterio de Piedra
Atardecer

Comenta tu opinión sobre el artículo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  1. EL RUMOR DEL AGUA, EL VERDE DEL SUELO,LA ARBOLEDA….UN OASIS EN MEDIO DE LA ARIDEZ..SIEMPRE QUE VUELVO PASEO POR EL VERGEL Y ME MOJO EN SUS CASCADAS…ME MARAVILLA. UN ABRAZO.PAKI

  2. Gracias por compartir tus fotografías e información. Siempre quise visitar el monasterio de piedra y hoy después de ver tus fotos me he enamorado más del lugar. Así que iremos si o si.