Campeche, descubriendo la ciudad fortificada del Yucatán

Color. Eso es lo que más recuerdo de Campeche, una apacible ciudad bañada por las aguas del golfo de México, en la que historia y tradición van de la mano. Por sus calles se respira la alegría de sus gentes, las leyendas de piratas, que tanto saquearon en estas aguas, y el picante de una de las mejores gastronomías del país.

Calle 10 con Calle 59

Salta a primera vista por qué es tan especial Campeche, ¡tiene muralla! A ojos de un español, esto puede ser lo más normal en una villa antigua, tan acostumbrados como estamos a ciudades como Ávila, Toledo o Cáceres, pero estamos en México, y aquí es toda una rareza. Campeche es la única ciudad amurallada de todo el país.

Y lo es por una buena razón: la piratería. Cuando los conquistadores españoles fundaron San Francisco de Campeche al lado de la costa (así se llama realmente, aunque todos lo resumimos como Campeche), no se imaginaban que apenas un siglo después, la pequeña villa iba a ser el foco de atención de los piratas.

El palo de tinte o palo de Campeche era el culpable. Esta planta, muy abundante en la península del Yucatán pero desconocida en Europa, se usaba para teñir de un bonito color tinto la ropa, siendo tan apreciada que los piratas y otras potencias atacaban a los barcos españoles para hacerse con su exótica mercancía.

Calle de Campeche
Catedral de Campeche
Jugando en el parque con las palomas

Entre ellos se encontraba el ilustre Francis Drake, que no se perdía ninguna batalla.

Cuenta la leyenda que cuando el pirata inglés quiso pedir en una cantina campechana una bebida maya de la que salía una hierba, la llamó Cock´s Tail (cola de gallo), inventando así la palabra cóctel.

Cansados del pillaje, se propuso una magnífica idea: rodear la ciudad con una muralla. Igualito que en España, pero con un toque más afrancesado, pues de ahí era originario el arquitecto.

En 1704 terminaron las obras para fortificar Campeche, con un muro de casi 2600 metros de longitud que unía los diferentes baluartes existentes. Parece que la obra dio buen resultado, ya que se conserva gran parte del casco histórico de Campeche, de un colorido estilo virreinal barroco que da gusto ir descubriendo a cada paso. En 1999 fue proclamado Patrimonio de la Humanidad, tal es su importancia.

Moto con 4 plazas
Escalera señorial de la Mansión Carvajal
Gallina poniendo huevos en la Calle 59

Un buen paseo por Campeche empieza en la plaza frente a la Catedral de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, un acogedor parque en el que irse acostumbrando al relajado ritmo campechano, al sol tropical y a la alegría de la gente.

De la Catedral al lado de la plaza poco puedo decir, a parte de que es más imponente su nombre que la construcción. Su estilo sobrio y funcional deja claro que se construyó para acoger a los fieles en sus celebraciones y a los habitantes en caso de ataque, más que para alardear de las riquezas de la iglesia.

En el otro lado de la plaza está el Centro de Cultura Casa Nº6, y tras este curioso nombre, se halla un pequeño museo en el que conocer cómo era una vivienda campechana de clase alta en el siglo XVIII.

Habitación de clase alta en la Casa Nº6
Entrada a un banco reconvertido en hotel
Baile de los viejitos

Lo mejor de la visita son las historias del guía, que te cuenta cosas como de dónde viene la maldición de tener 7 años de mala suerte al romper un espejo, la afición por las colas de gallo de Francis Drake, o que la palabra campechano, viene realmente de los habitantes de Campeche. Tan cordiales y sencillos son.

Siguiendo la calle 8 (curiosa numeración la de las calles, subtitulado siempre por el nombre que tenían antes del cambio), llegaremos al Baluarte de la Soledad, que protegía la Puerta del Mar, el mayor de los baluartes construidos para contrarrestar a los piratas. En su interior está el Museo de Historia de la Ciudad.

Paralela a la calle 8 está la calle 10, en la que encontraremos grandes ejemplos de esa arquitectura virreinal barroca, pero con unos usos un tanto diferentes a los originales.

Hamacas de colores
Claustro del Instituto Campechano
Terrazas en la Calle 59

Así, el Palacio Municipal es el actual ayuntamiento de Campeche, en el que podemos visitar su patio interior. Muy cerca está el Instituto Campechano, un antiguo convento jesuita cuyo colorido claustro tampoco me olvidaría de visitar.

Seguro que a ti también te gustan las artesanías, pero las de verdad, esas que se nota que son del lugar e incluso ves que muchos de sus habitantes todavía las usan. La Casa de Artesanías, situada en la misma Calle 10, tiene una especie de museo donde muestra cómo se usaban muchos de los artículos que exponen. Cuidado al entrar en esta casa, porque quedarás irremediablemente enamorado de las hamacas.

Por último, la Calle 59 es un batiburrillo de bares, galerías, tiendas y obras de arte, todo ello envuelto en el especial colorido de Campeche. Al final de la Calle 59, hacia el interior, está la Puerta de Tierra, marcando el final del casco histórico.

Entrada al fuerte de San José
Jeroglíficos mayas
Plaza central y catedral de noche

No me iría de Campeche sin visitar el Baluarte de San José, a las afueras de la ciudad. Es un estupendo ejemplo de cómo era una fortificación de aquella época, y en la que además aprenderemos un poco más de la cultura maya, ya que aquí está el Museo de Arqueología Maya y Colonial, con gran cantidad de piezas recuperadas de la Ciudad Maya de Calakmul.

Sobre estas murallas es fácil imaginarse cómo serían aquellos tiempos de bucaneros y filibusteros, de pillaje y contrabando. Unos tiempos difíciles, pero que fueron incapaces de borrar la sonrisa de los campechanos.

Información útil para visitar Campeche:

  • Esta es una de las ciudades más seguras de todo México. Se puede andar por el centro sin precauciones especiales tanto de día como de noche.
  • Al ser una ciudad tropical, durante todo el año hay un clima caluroso, con temperaturas medias de 26º. La época de lluvias es de junio a septiembre.
  • Lugares a visitar:
    • Catedral de Nuestra Señora de la Purísima Concepción. Entrada gratuita.
    • Casa Nº6. Reconstrucción de una casa de clase alta. Calle 57. De 8:00 a 21:00. $20 pesos (aprox 1€).
    • Puerta del mar. Baluarte que daba acceso al mar. Posibilidad de visitarlo según temporada. Calle 10. $60 pesos (aprox 3€).
    • Palacio Municipal. Actual Ayuntamiento de Campeche. Calle 8. Entrada gratuita.
    • Instituto Campechano. Antiguo convento jesuita. Calle 10. Entrada gratuita.
    • Tukulna casa de artesanías. Tienda con zona museística. Calle 10.
    • Puerta de tierra. Hay un espectáculo de luz y sonido de jueves a domingo a las 20:00. $50 pesos (aprox 2,5€).
    • Fuerte de San José. Actual Museo de Arqueología Maya y Colonial. Calle Francisco Morazán. Visita de 8:00 a 17:00. $36 pesos (aprox 1,5€).
  • Dónde comer
  • Dónde dormir
  • Turismo de Campeche

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  1. Víctor Gómez:

    ¡Qué bueno que te gustó Campeche y que disfrutaste la visita!
    Ojalá puedas volver a caminar por sus calles coloridas entre los rostros sonrientes de su gente y así, poder tomarte el tiempo de encontrar más objetividad en tus datos y en tus adjetivos.
    Aquí Francis Drake ni era pirata ni era ilustre, era un corsario de la corona inlgesa -como debieras saber- que con otros «camaradas» sí, saqueaban el lugar.
    Iniciar tu paseo desde la plaza central de la ciudad -como tú ya señalaste- pudiera invitarte a mirar más allá de lo que el sentido común pudiera dictar al mirar el monumento, ya que como (supongo) tu trabajo exige, es importante para tus lectores españoles encontrar la relación histórica entre ambos lugares y así poder hacer valer de unas vacaciones un provechoso análisis, porque el valor histórico de está ciudad en el contexto de México como país y la religión para Latinoamérica está más allá que los edificios coloridos que los europeos siempre recuerdan.
    Este lugar que tanto te gustó fue (desde los inicios de la construcción de su historia occidentalista, escrita por tus compatriotas) el primero en tener cabildo y ostentar un templo católico, aquí los Montejos hicieron lo que quisieron como para no tomar la aportación de tus paisanos y todo lo que consecuentaron , lo que nos lleva a un estado independiente desde mediados del siglo XIX. Ojalá que tengas la oportunidad de volver a este lugar que tanto te gustó para que el recorrido en el centro histórico no desvíe la atención de lo que parece tanto te impresionó, que de Campeche es lo menos, porque la riqueza cultural real de mi estado es la cultura maya.
    En Campeche siempre se ha luchado contra el colonialismo que tú bien conoces por lo que te señalo que Campeche no es del Yucatán, y si lo que haces es referencia a la península tenemos un grave referente en lo que la semiótica culturalista nos invita a entender, porque si Campeche es de alguien es de los Campechanos y si es de algún lugar es del mundo (y vaya que sería un problema poder reducir eso); lo que sucede es que los gobiernos de ambos lugares se preocupan -presupuestalmente distinto- a la promoción de sus historias oficiales y pues bueno, como ves, aquí en Campeche hasta un blogger es noticia local.
    Saludos.

    • Hola Miriam, gracias por tu comentario. Efectivamente Francis Drake era un corsario inglés, pero también se lo conoce como pirata porque solo atacaba a los barcos españoles. Y lo de ilustre es porque es de los pocos corsarios popularmente conocidos, no porque fuera de la realeza ni nada de eso.
      De Yucatán me refería a la península por supuesto, para situar bien donde está la ciudad, que ya se que son estados diferentes Campeche de Yucatán.

      Lo poco que pude aprender de la cultura maya me sorprendió mucho, y de eso hablo más en el artículo de Calakmul (http://machbel.com/calakmul-ruinas-mayas-desconocidas-mexico/), una maravilla.

      Un saludo y espero volver con más tiempo y seguir tus indicaciones.

    • Victor, cuando vuelvas con gusto te acompaño, soy antropóloga y seguro a ambos nos resultaría interesante.
      Saludos.