5 ciudades de Francia a visitar aparte de París

Además de París, la hermosa capital de Francia, que sin duda hay que visitar por lo menos una vez en la vida, en el país galo hay muchas más ciudades con gran interés para el viajero y el curioso, con un estilo muy diferente las unas de las otras, ya sea por el influjo alemán o el italiano, por el arte o por su peculiar forma de vida.

Si quieres conocer un poco más de Francia, estas son algunas de las ciudades más bonitas y más interesantes que puedes visitar.

Nantes

De antigua ciudad industrial donde se creaban barcos, a actual capital del arte. La ciudad natal del escritor Julio Verne ha vivido una gran reconversión azuzada por el genio creativo de artistas que, todos los veranos, hacen de Nantes su personal patio de juegos, dejando algunas de sus obras en la ciudad.

Así, en Nantes te puedes encontrar un campo de fútbol en curva, nidos de pájaro en el sitio más insospechado, un parque donde todo es para jugar, o mesas de ping pong para varios jugadores, por mencionar solo algunas de las decenas de obras de arte que te sorprenderán en tu visita a Nantes.

Y como plato fuerte, las máquinas steampunk de la Las Machines de Lile, un derroche de creatividad y originalidad que te harán recuperar al niño que llevas dentro. Solo por ver el elefante mecánico paseando por la isla y subirse a algún artilugio del tiovivo de las profundidades merece ser visitada Nantes.

Recorrer la ciudad es muy fácil, pues tan solo hay que seguir la línea verde que pasa por los lugares más interesantes, y gracias a su pequeño tamaño, en dos días podemos verla y disfrutarla al completo.

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Montpellier

Esta ciudad del sur de Francia, con apenas un milenio de historia, está repleta de estudiantes universitarios, que le confieren su vitalidad y gusto por la diversión. Uno de los dichos más típicos de Montpellier es «hacer el huevo», en referencia a ir a tomar algo a la plaza del mismo nombre.

Con un casco histórico de callejuelas llenas de peculiares tiendas, como por ejemplo las tiendas de postales de la Rue de la Vieille, o su exhuberante mercado, Montpellier es una ciudad para disfrutar de la buena vida del sur de Francia, de la excelente grastonomía y del arte, con el Museo Fabre.

El Museo Fabre es uno de los principales centros de arte de Francia, y en una visita de unas pocas horas podrás recorrer la historia de la pintura desde inicios del renacimiento hasta la época contemporánea. Sin duda, Montpellier es una ciudad que hay que vivir.

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Marsella

La gran ciudad portuaria, donde Edmond Dantès empezaría su peculiar historia de venganza de El Conde de Montecristo, al haber estado encerrado en el castillo de la isla de If durante décadas, es una caótica ciudad llena de vida.

Gracias a su gran puerto, actualmente convertido en deportivo y situado en pleno centro de la ciudad, defendido por unas imponentes fortalezas, Marsella siempre ha tenido gente de todas las partes del mundo. Esta afluencia de personas tan dispares ha potenciado su multiculturalidad, algo que se palpa nada más llegar a la capital de la Provenza.

Lo más recomendable para conocer Marsella es caminar por sus coloridas calles, ya sean las del centro, las del barrio alrededor de la calle Rue du Panier o subiendo hasta Notre-Dame de la Garde. Y por supuesto, visitar el Mucem, el museo de las civilizaciones situado dentro de una de las fortalezas que defendía el acceso al puerto viejo. Las vistas al mar desde aquí son impresionantes, dándole a uno ganas de salir a explorar los confines del mundo.

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Estrasburgo

Dicen que es una de las ciudades más bonitas de Francia, con permiso de París, y si te gusta el estilo alemán de casas con entramados de madera, Estrasburgo es tu ciudad.

Sede del importante parlamento Europeo, Estrasburgo es la capital de la región de Alsacia, históricamente a caballo entre Francia y Alemania. Actualmente es territorio francés, pero la cultura alemana se siente en cada rincón, con unos edificios imponentes correteados por la madera, un gran canal que rodea el casco antiguo y una catedral que sorprende por sus dimensiones.

Una de las actividades más bonitas a hacer en Estrasburgo es recorrer sus canales en barca, que aunque parezca una turistada, realmente es la mejor forma de ver la ciudad y de disfrutar de la pequeña francia, la zona más bonita por lo coqueta que es de toda Estrasburgo.

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Niza

Que decir de Niza, la ciudad de vacaciones más italiana de toda Francia. A un paso de Mónaco, que te recomiendo visitar de noche, si por algo destaca Niza es por su glamur. Todo en esta ciudad evoca el lujo de actores y artistas disfrutando de sus vacaciones en la costa Azul, de la vida sencilla y repleta de placeres que da un lugar tranquilo y bonito para pasar los días, de una gastronomía con fuerte influencia italiana, y con un mar Mediterráneo que encandila con su profundo azul.

Niza es una ciudad para disfrutar de unas vacaciones italianas a lo francés, de terrazas durante todo el día, de parques muy agradables como el de la colina, y de arte del más alto nivel, pues la Ópera y museos como el de la fotografía son de los mejores de Francia.

Que su aura de ciudad de lujo no te asuste, actualmente Niza es una ciudad para todo el mundo, con reminiscencias de su pasado más elitista, pero con grandes atractivos para las personas normales de hoy en día, como por ejemplo su mercado callejero en la plaza del General de Gaulle.

Eso sí, sus atardeceres siguen siendo igual de legendarios que antaño.

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En Francia hay muchas más ciudades para conocer de cerca el buen vivir, como Burdeos, Toulouse, Lyon o Le Mans, espero que esta lista te sirva de inspiración para acercarte hasta Francia y conocer un lugar donde se come y se disfruta tanto de la vida.