Carcasona, el cuento medieval (con vídeo)
Me encanta visitar los pueblos y ciudades de ambiente medieval, sobre todo si están tan bien conservadas (o restauradas) como Carcasona. Situada al sur de Francia, entre Toulouse y Perpiñán, visitar esta ciudad es un auténtico viaje en el tiempo a una época de princesas, castillos y luchas a espada entre caballeros.
La ciudad medieval de Carcasona fue restaurada por Eugène Viollet-le-Duc en el siglo XIX, arquitecto que también trabajó en la restauración de Notre-Dame de París añadiéndole la tercera torre. La ciudad estaba semiderruida tras años de guerras y de no ser usada, de ahí que el trabajo de Eugène fuera una mezcla de ingeniería y de fantasía hasta conseguir el resultado que podemos admirar hoy en día.
Inscrita como Patrimonio de la Humanidad debido a su singularidad, una buena visita a Carcasona te puede ocupar el día entero, visitando las murallas (tanto por fuera como por arriba), las torres (en una de ellas van a instalar una scape room), el castillo Comtal, la basílica de San Nazaré, las callejuelas medievales y el interior del hotel de la Cité, un lujoso establecimiento cinco estrellas en el que se han alojado figuras como Walt Disney o Wiston Churchill.
La entrada a las murallas y al castillo Comtal te permite entrar y salir tantas veces como quieras, por lo que es recomendable ir por la mañana y así tener tiempo de sobra para pasear por toda la ciudad.
Además de la ciudad medieval, también es muy recomendable dar una vuelta por la ciudad nueva, pues tiene algunos rincones con encanto como el puente viejo (desde el que hay una panorámica genial a las murallas), el parque de Camin de Garric a la vera del río y la iglesia de San Vicente, cuya torre es el mejor mirador de la ciudad moderna.
Carcasona siempre es una ciudad que apetece visitar, y más si te fascina la historia medieval.
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