Serranitos de Sevilla, un buen motivo para visitar la ciudad
Hasta ahora había visitado ciudades por cientos de razones diferentes, pero nunca por probar únicamente un plato. Sevilla es conocida por sus monumentos, como la inmensa Catedral, coronada por la preciosa torre de la Giralda, la torre del Oro a orillas del Guadalquivir, su centro histórico repleto de callejuelas, donde es un placer perderse, y por su gastronomía a base de tapas.

Y lo que no sabía es que una de las tapas más contundentes eran los serranitos, auténtico manjar de dioses según lo describía Miguel Egido (Diario de un Mentiroso) en los #minubetrip que compartimos el año pasado. Ahora por fin visitaba Sevilla, y por delante de ver los monumentos Patrimonio de la Humanidad, mi objetivo era probar LOS SERRANITOS.
Así que ayer, tras un bonito atardecer que vi desde el puente de Isabel II, conocido como puente de Triana, pues es el principal puente que une el centro de Sevilla con este animado barrio, me dirigí al bar que me recomendó Miguel para probarlos, el Cibeles II. Allí, al final de una pequeña callejuela estaba el cartel del bar, y en su carta varios tipos de serranitos, entre ellos el serranito trianero (4,90€). La elección estaba clara. Unas cañas para refrescar la garganta y un solomillo con Mojo Picón (otra elección clara, quería recordar un sabor canario) completaron la comanda para los dos comensales.


Nos costó terminarlo, pues el serranito, que con su nombre te hace pensar que es un pequeño bocadillo de jamón serrano, venía acompañado de pollo empanado, tomate, pimiento, tortilla francesa y patatas fritas. Vamos, todo un plato combinado en bocadillo. En cuanto al solomillo, solo me atreví a pedir una tapa (2€), y venían dos solomillos de cerdo con patatas. No me quiero ni imaginar cuantos traería una ración.
No hay duda, la mejor disculpa para acercarse a Sevilla es probar sus tapas y serranitos. Eso de visitar monumentos está muy bien, pero lo que de verdad se disfruta en esta ciudad es de estar al atardecer en una terraza con buena compañía, como la de otros bloggers de viaje como Lala o Cristina, además del mencionado «mentiroso», que en esta ocasión decía una gran verdad. Los serranitos en Sevilla molan.
como sevillana me alegra mucho que se hable de esta tapa tan de la tierra y tan completa! en Sevilla se come muy bien y hay para todos los gustos y bolsillos. te sigo y si vuelves a Sevilla, aquí te esperamos!
Ah, pero los serranitos son tapas? Yo que creía que eran bocadillos con lso que apostar «a ver quien se lo acaba»… para que digan que se come mal por el sur, yo siempre vengo encantado y con el estomago muy lleno.
Gracias y un saludo!
Sin duda los serranitos merecen la pena ser comidos jajaja aunque no es el principal atractivo de Sevilla!!!