Motivos para viajar: festivales de música
Muchas veces viajamos a algún destino porque queremos conocer una ciudad, un monumento, o una forma de vida diferente a la nuestra, aunque hay otras motivaciones para hacer un pequeño viaje como ver una competición deportiva o ir a un concierto. En verano, ir a festival de música es una de las opciones que mejor me suenan. En España hay festivales multitudinarios, como el Monegros Desert Festival, el BBK Bilbao Live o el FIB, y también hay muchísimos más pequeños en los que disfrutaremos igualmente de la música y sin tanta masificación, como por ejemplo el festival V de Valadés, en Galicia.
Este pequeño festival se celebra en uno de los lugares más bonitos de la Costa da Morte, la playa de Balarés (sí, la playa es con B), cerca del pueblo de Ponteceso. Como en cualquier festival, una vez dejado el coche o bajado del autobús, toca pasar por taquilla y que nos pongan la pulsera para entrar y salir a nuestro antojo del recinto. En el festival V de Valadés la zona de acampada es un inmenso pinar al lado de la playa, un auténtico lujo donde puedes estar a pocos metros del océano Atlántico, aunque tan solo los más valientes se atrevieron a meterse en el agua, que el tiempo no acompañaba.
La tarde paso rápidamente entre instalar la tienda, visitar la playa de Balarés y las aguas del Atlántico, conocer a otros festivaleros y cotillear en las tiendas de merchandising.
Al atardecer empezaron los conciertos en este rincón de la costa gallega. El primer grupo en actuar fue Rubick, que fue animando el ambiente a base de rock. Después subió al escenario Dolores, con un ritmo más pausado, hasta que cerca de la medianoche empezaron a tocar los cabezas de cartel, Sex Museum. Los madrileños lo dieron todo sobre el escenario desde el principio, algo que agradeció el público, que resistió estoicamente hasta el final del concierto incluso cuando empezó a diluviar. La fuerte tormenta hizo que el festival se tuviera que suspender a falta de que varios grupos actuaran, una pena pues estaba siendo de lo más divertido. La organización está intentando que estos grupos puedan actuar en invierno para que nadie se quede sin verlos.
A pesar del aguado final la experiencia fue muy divertida, y además de disfrutar con la música en directo y del buen ambiente, tras el festival pude visitar varios rincones de la costa gallega, como Ponteceso o Malpica. Lo que más me sorprendió del V de Valarés, además de la buena organización, es que el domingo, mientras los trasnochadores salían de sus tiendas, los vecinos del pueblo estaban de barbacoa cerca de la playa, uniéndose también a esta fiesta que es el festival de música para el pueblo.
Así que ya sabes, si te enteras de algún festival donde toque un grupo que te guste, anímate a asistir, que lo vas a pasar muy bien, y además tendrás una «disculpa» para visitar lugares tan bonitos como la Costa da Morte o el desierto de Monegros.
Muy buenas las fotos. El año que viene repito y si vuelven Sex Museum mejor. Fue el descubrimiento de la noche y ya quiero mas. Aún estoy mojada… pero feliz.
Las fotos chulísimas! un saludo de una de las bailarinas de ballet del festival jajaja
Las fotos chulísimas! un saludo de una de las bailarinas de ballet del festival jajaja
Esas bailarinas, como os lo pasasteis
Si os interesan los festivales esta web tiene a patadas: http://www.festzone.net/ No solo de España, también de Europa
La verdad que un buen motivo para viajar, sin duda, es un gran festival. Me ha gustado mucho este artículo.
Gracias por esta información.
Un cordial saludo.