Faro y el algarve portugués bajo la tormenta

Menudos días por el Algarve. Durante el Rally de Portugal el temporal de lluvia causó estragos, y todavía continuó el lunes y martes regando el sur del país. Aún así, hubo algo de calma en la tormenta y pude visitar Faro, la capital del Algarve.

Esta pequeña ciudad, de unos 50.000 habitantes, está situada en la bahía que forma el río Formosa, en un entorno de marismas y pequeñas islas muy bonito. Como Faro está rodeada por la bahía del río Formosa, no tiene playa en el núcleo urbano, gracias a lo cual la invasión hotelera pasó de largo y dejó intacta gran parte de esta ciudad.

Su casco antiguo sigue siendo una colección de callejones al más puro estilo portugués, con muchas iglesias, algo de ropa tendida, pintura descorchada y calles empedradas. Por supuesto hay una catedral que visitar, y parte de la muralla que protegía a Faro hace siglos.

Además de visitar los lugares de interés, que según la oficina de información turística eran sobre todo iglesias, tenemos muy cerca la bahía, que hay que visitar en barco si queremos conocerla mejor, pudiendo desembarcar en alguna de las islas de arena con extensas playas para nosotros solos. Debido al mal tiempo no hice ningún recorrido en barco, aunque quedé con muchas ganas de ir hasta la Isla de Tavira, así que ya tengo una excusa para volver al Algarve.

Lo que si visité fue un parque natural de la Ría Formosa, donde pude ver distintos pájaros y un molino de agua. Casi me quedo sin fotos del lugar porque de un descuido se me calló una tarjeta al lodo, menos mal que los portugueses son muy majos y un pescador que andaba por allí cerca la recogió.

También estuve por Tavira, aunque solo de noche porque de día diluviaba, y en Cabanas, pequeño pueblo turístico donde me alojé en el complejo de apartamentos Pedras da Reinha.

Ahora mismo estoy en Punta Umbría, Huelva, donde también llueve de vez en cuando. Espero que despeje y pueda disfrutar de esta tierra, que hace más de 12 años que no visito. Mañana, a ver mas pájaros en el Parque Natural de Doñana, y después, la Semana Santa de Sevilla.