A la caza de la ropa (13-07)

Amanece el día con mucho sol, y aunque estoy cansado de ayer, este tiempo anima y a las 9 ya estoy por ahí dando vueltas. Las paradas del día serán Times Square e ir en busca de ropa, que ayer no compre casi nada viendo los precios tan caros que había.

Bajo por la calle de Broadway, y a la altura de la calle 42 se empiezan a ver carteles. Ahí está, el cruce entre la 42 y Broadway, más conocido como Times Square, un cruce de caminos con muchísimas tiendas y carteles publicitarios. Están desde el Hard Rock y Planet Hollywood hasta la tienda de M&M´s o Bubba Gump (si, el de forrest Gump). Aquí se nota que hay vidilla, con mucha gente a todas horas, tropas de taxis y bastante jaleo. Aqui si que no duerme ni dios.

Esto de los taxis es una cosa muy curiosa, y es que a parte de la mala hostia que se gastan y lo rápidos que van, pitan a la mínima, pero no dejando la mano en el claxon un rato, eso se lo dejan para la gente normal. Los taxistas, grupo de especialistas en jungla urbana, pitan entonando canciones, según del humor que estén. Los policías les siguen en lo de pitidos con arte, y deben de tener varias canciones para las sirenas porque suenan muy raras, no son el clásico ninonino.
Por Times Square hay muchos sacacuartos, como por ejemplo el Cowboy desnudo (si va con calzoncillos, eso no es desnudo ni na), un cantante típico mexicano que estaba siendo grabado, y los típico del tour con bus descubierto, coche barca, etc.

Justo después de Times Square está el distrito de la moda, una zona que parece ser tuvo zonas de costura y ahora tiene tiendas.

Cerca de aquí esta el Bryant Park, con un espectáculo de música asiática parece ser. Este parque tiene los mejores baños públicos que he visto, con música clásica y un sistema plastificador de la taza del water. La verdad que a veces estos americanos tienen buenas ideas.

Aquí estoy bastante rato, mientras subo las fotos del día de ayer gracias a la wifi gratis de todos los parques.

Tras descansar, rumbo al Empire State y zona circundante, a ver como es. La verdad, es que es muy grande, pero casi más que de alto (la punta no se ve estando cerca), es de ancho. Casi media manzana de las grandes ocupa.

Viendo que en esta zona no voy a encontrar ropa para subsistir, me voy hasta el 21 Century, un outlet muy famoso, a ver si es como los de California, y puedo comprar cosas baratas y decentes.
Cojo el metro (primero en New York), y bueno, es como todos los metros pero con un calor axfisiante, gente de bastantes colores, y muy claustrofóbico. El techo esta bastante bajo y los pasillos son pequeños, además de lo sucio que está.

La parada a la que llego es justo la del puente de Brooklyn (si, ese tan famoso de Spiderman), al lado del City Hall (ayuntamiento). Una vuelta por ahí hasta encontrar el Outlet. Esta zona es de las más antiguas de la ciudad, y se nota. Los edificios son bastante antiguos, hay calles que meten miedo de lo rotas que están, y es todo más bajito.

En el outlet compro poca cosa, pues no es ni la mitad de decente que los de California por ejemplo. Toda la ropa está por ahí tirada, sin tallas pequeñas ni medianas (aquí la gente hace ejercicio), y ropa muy fea y rara. Vale que tengan cosas de Dolge & Gabana a 100$, pero con lo feas que son como para comprarlas. Es curiosa la zona de diseñadores europeos, con nombres que no vi nunca, y hasta Victorinox (si, los de las navajas suizas), haciendo pantalones. Ya encontraré otro sitio donde comprar ropa, a ver si llega pronto la maleta.

Como el puente de Brooklyn está ahí al lado, hay que andarlo de lado a lado. Este es el puente más antiguo de la ciudad, hecho en piedra y con los carriles en vigas de hierro. El puente tiembla con el tráfico, pareciendo que se va a caer en cualquier momento.

En este recorrido por fin veo la estatua de la libertad (bien, ya me voy creyendo que estoy en New York), el Chrysler Building, Brooklyn, Ellis Island, y las cataratas que están a modo decorativo durante el verano. Estas cataratas la verdad que son bastante espectaculares, pero no tuvieron en cuenta el fuerte viento que hace y el agua cae torcida. Aún así son curiosas.

Con esto ya visto, toca la vuelta. Intento coger un bus, pero tras mucho tiempo esperándolo me voy al metro, que ese nunca falla. De noche dicen que mejor no cogerlo, pero todavía está atardeciendo, así que no problemo.

Al llegar a la residencia una pequeña alegría: ya tengo maleta!!!. El mundo vuelve a girar y no necesito buscar más ropa en esta ciudad tan cara. Bien.

A dormir y mañana primer día de clase, a ver como es aquello y cuantos españoles hay.

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