Fabulous Las Vegas (19-10)
Último fin de semana por California, así que hay que aprovecharlo al máximo y que mejor que ir a Las Vegas y al Cañón del Colorado.
El viaje empieza a las 6:30 de la mañana del viernes, hora a la que me despierto, junto al amanecer. Desayuno, preparar un poco el equipaje, cargarlo todo al coche, desempañar los cristales de la helada de la noche y arrancar.
Sobre las 8:30 ya estábamos en la carretera los tres españoles, con el tráfico normal aquí (tráfico denso en España) en la zona de la ciudad. Una vez en carretera abierta, y en medio del desierto, rectas y rectas interminables sin nada alrededor, solo algún cable de la luz.
Tras una hora y pico, el coche ya se queja de sed, y hay que parar en la primera gasolinera que veo. Tras más de 30 minutos haciendo camino encuentro una típica de película de terror, con su paisana gorda y mayor con mandil, los dos tíos americanos viejos con sus gorras y mirando a la tele, la cafetera eléctrica con café preparado… vamos, lo normal de cualquier road movie.
Todo en esta tienda es carísimo, casi con precios europeos, costando el galón de gasolina el doble que en Huntington. Alrededor, nada de nada, solo desierto.
La marcha continua por más rectas interminables (unos 50-60km aproximadamente cada recta). Vas con el coche a 120km/h – 140km/h y estas como unos 15 minutos sin girar el volante, así es normal conducir con los brazos todo estirados y con la bebida en el posavasos.
Tras un par de horas más o menos, se ve en mitad de una recta edificios, por fin civilización! Resulta que es la frontera entre California y Nevada, Bufalo Bills lo llaman, y donde están los primeros casinos grandes, con su decoración espectacular, muchas tiendas, y hasta una montaña rusa!
Ya va siendo hora de comer (sobre las 12), así que a parar en este oasis en mitad de la nada. Lo primero que noto al salir del coche es calor, muuuucho calor, como unos 35º de un calor seco seco. Se nota que esto es el desierto, jeje. Así que corriendo al centro comercial, donde está el aire acondicionado a tope, como en todas las tiendas americanas, y a dar una vuelta. La ropa aquí está baratísima, con sudaderas de marca a 15e, playeros de marca a 20e, etc… Para mi que nos timan bastante en Europa, que cobran 3 o 4 veces más por los mismo artículos. Es imposible resistirse a estos precios, así que unas compras, y después a comer, aunque eso sí, pasando por en medio del casino. Se parece a los de las pelis, muy grande y con bastante gente, aún para ser las 12 del mediodía. ¿La gente no come?
Yo si como, y como no el plato típico. Hamburguesa de McDonald´s con bebida ilimitada y postre. El total, unos 5$-6$ (4-5e), este país es un chollo a base de hincharte a grasa, pero aquí saben mejor las hamburguesas (será porque no se come otra cosa) y la bebida ilimitada es una gran opción, siempre tienes suministro para el coche, aunque el agua lo escondan tanto.
Tras la parada, continúa el viaje hacia Las Vegas. Sólo falta una hora y pico, y el paisaje cada vez es más desértico. Normal que los mafiosos entierren los cadáveres en el desierto, es imposible encontrar nada en el si no sabes donde buscar.
Y por fin se empiezan a ver carteles por la carretera. Las Vegas ya tiene que estar ahí!. Tras un rato pasando carteles y con mucho tráfico, ya se ven los casinos. Esto es igual que se ve en la tele, muchos edificios altos (los casinos), gran cantidad de casas pequeñitas alrededor (la ciudad) y al fondo montañas peladas y más y más desierto. La ciudad surgida de la nada está delante mía.
Como se nota que esta es la ciudad del vicio. Todo son carteles de espectáculos, anuncios de alcohol, casinos por todos lados, outlets baratísimos, esta ciudad promete ser muy entretenida.
El camino hacia el motel atravesando la ciudad se hace muy lento, a parte de por el gran tráfico, por mirar para todos los sitios y sacar fotos a los casinos. Todos tienen su ambientación particular, incluyendo el edificio principal, los de huéspedes, el edificio de parking, el anunciador de espectáculos… todo show.
Pasado el Strip, la calle famosa donde están los principales casinos modernos, y el aeropuerto, llegamos al Knights Inn, típico motel de carretera con sus 800 – 1000 habitaciones con la plaza de parking delante, la puerta blindada, la ventana que no se puede abrir y sus dos camas king size (matrimoniales). El sitio es algo cutre, pero por el precio que tiene (50$ la noche), no se puede pedir mucho más. Está a 2km del strip y hay sitio para mucha gente en la habitación.
Tras conocer el sitio, y con los 40º que debe hacer, que mejor que un baño en la piscina.
Había por ahí unos americanos que nos miraban con caras raras al vernos bañándonos y tomando el sol, como si hiciera frío para ello. Estos americanos están todos locos.
A las 6:30 ya anochece, así que ducha y a por la cena. Es un poco difícil encontrar algún sitio que de buena impresión para comer fuera del Strip, pero ahí está Joe´s New York con sus pizzas de 24” (62,5 cm) y hasta de 32” (83,2cm). Lástima que no se animaron a coger la más grande, pero la de 24” bien que alimentaba, y estaba bastante rica, mucho mejor que un McDonald´s.
Se ven imágenes típicas de la ciudad, como tiendas plagadas de neones, anuncios de tabaco y alcohol por todos lados, máquinas tragaperras hasta en las gasolineras y supermercados … esto no parece américa.
Ya es bien de noche, las 10, así que hay que visitar los casinos famosos a ver como lucen de noche.
Aunque parezca imposible aparcar entre tantos casinos, todos tienen un edificio al lado de unas 5-7 plantas, y con varias plantas para visitantes, por lo que aparcas gratis en el casino que más te guste, con acceso directo a las salas de juego. Ni un pelo de tontos tienen por aquí. Ahí se ven el New York New York, MGM, Planet Hollywood, y sobre todo, el Bellagio. Tras visitar unos cuantos casinos, se nota cuales son más selectos y cuales más un parque de atracciones, pero sobre todos ellos, los más lujosos son el Bellagio y el MGM. Muy bien decorados, detallados, sin exuberancias ridículas, con sus tiendas de joyería, el lugar ideal para dejarse el sueldo en dos días.
Como todo esto es difícil de explicar con palabras, mejor poner fotos y que cada uno vea con sus propios ojos todo lo que tienen ahí montado para sacar el dinero a la gente.
Todos los casinos de la zona son impresionantes, muy grandes y con mucha gente de todos los tipos: los abuelos de viaje del imserso, los recién titulados borrachos por la calle (volví a España?), las parejas que vienen a casarse, los turistas que solo miran, y los ricachones que se dejan 5000$ por jugada sin pestañear.
Como cosas curiosas, están las tragaperras de 500$ la tirada, que a la mínima que intentes sacar una foto dentro del casino te venga alguien para decirte no se puede, las bodas de negros con trajes blanquísimos, los elvis, los repartidores de cromos en las calles, el ojo que tienen para saber si eres mayor de 21 años o no, que dentro de cada casino casi haya una réplica de Rodeo Street (la calle de las tiendas caras de L.A.) y en definitiva, el ambiente de la ciudad del vicio. Aquí todo es para y por pasarlo bien, aunque a las 2 de la noche ya no haya casi ambiente y no se vea gente por la calle, por lo menos a finales de Octubre.
Tras haber alucinado con tanto derroche, vuelta al hotel, que mañana espera un viajecito al Cañón del Colorado, o eso se intentará.
No viste a ninguno de los de Ocean´s Eleven por donde el Bellagio?
(yo me quedo con la eleven que el resto me parecieron pésimas)
Saludos!!
Oye!!! de nuevo…que buienas fotos….Vegas es de lo mejor!!!!