De vendimia por los Arribes del Duero
El mes de octubre es la época perfecta para la vendimia en la zona del río Duero. Las uvas han madurado, lo que significa que han alcanzado el equilibrio entre azúcares y ácidos que los enólogos consideran adecuado y es hora de comenzar la recolección y el proceso de elaboración de vinos deliciosos, como los que se obtienen en las denominaciones de origen Ribera del Duero, Toro, Rueda y Arribes, todos ellos conocidos vinos de Castilla y León.
Durante unos días estuve conociendo de primera mano como es la vendimia en la zona de los Arribes del Duero, conocido también como Duero Valley, visitando las bodegas e instalaciones de Haciendo Zorita, lugar de visita obligada para cualquiera que desee conocer más sobre el interesante mundo del vino y de su cata.
Hacienda Zorita posee una particular filosofía denominada “slow”, referida a tomarse la vida con la calma necesaria, alejarse del estrés, hallando un equilibrio con el aprovechamiento del tiempo gracias a la tecnología. Un concepto con el que no puedo estar más de acuerdo, y que intento aplicar en todos mis viajes, ya que creo que esta es la única forma de conocer realmente una tierra. Así, las distintas villas de Zorita siguen este movimiento en todas sus facetas, desde la elaboración de sus vinos, quesos y aceites hasta la planificación de sus actividades, hoteles o el cuidado que ponen en su “slow food”, que podemos degustar en cualquiera de las haciendas que ofrecen alojamiento.
Además del descanso, la tranquilidad de la dehesa salmantina, spas y despliegues de deliciosos platos, es posible gozar de visitas guiadas a las bodegas y catas, una de las actividades que recomiendo a quien le guste la buena mesa y conocer un poco como diferenciar unos productos de otros. Las catas no se centran únicamente en el vino, que seguramente es lo primero que se nos viene a la cabeza al pensar en catar, si no también en el queso y aceite. La cata ciega de queso fue una de las que más me gustó, ya que a parte de descubrir las diferencias entre quesos que aparentemente son muy parecidos, nos ayuda a disfrutar aún más de este manjar tan común.
Volviendo a los vinos, es interesante descubrir la gran cantidad de uvas diferentes que hay, cómo el simple hecho de utilizar barricas de distintas maderas durante el proceso de maduración puede influir tanto como para obtener tan variados vinos, o que el hollejo (la piel de la uva) sea lo que le da su característica coloración (pudiendo elaborar, por ejemplo, vino blanco de uva negra).
Y es que la época de la vendimia puede ser un momento perfecto para emprender un viaje distinto, a través de los sentidos, que nos enseñe a disfrutar del vino y del descanso en plena naturaleza a otro nivel, uno en que Hacienda Zorita nos guía con tino y con franca pasión por su labor, sus vinos, sus quesos, y sobre todo por toda la gente que hace posible que se superen año tras año, consiguiendo que vinos como su Verdejo 2011 sea considerado uno de los mejores vinos blancos del mundo.
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