Dresden en 10 sensaciones y 20 fotografías

Antes de llegar a Dresden creía que me iba a encontrar con una ciudad alemana aburrida, con cuatro monumentos reconstruidos que poco tienen que hacer en comparación con la cercana Praga, pero me cautivó la vida que se respira en el barrio nuevo (Neustadt), mi zona preferida de Dresden, con permiso por supuesto de las orillas del Elba y sus modernas fábricas.

Estas son las cosas que más me sedujeron de la capital de Sajonia durante mi visita, que dista mucho de ser tan sólo un montón de edificios reconstruidos a orillas del Elba.

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Dresden, ciudad de Alemania by machbel
Atardecer desde la ribera del Elba

La ribera del Elba de noche

El río Elba vertebra la ciudad y la separa en dos barrios: el barrio viejo, donde se encuentran toda la zona monumental, museos, iglesias y todo eso que se supone nos interesa a los turistas; y el barrio nuevo (Neustadt), donde de verdad vive la gente y a donde debemos ir para tomar algo en un bar, admirar arte callejero y en definitiva disfrutar de Dresden.

Pasear al anochecer por la ribera del Elba es todo un placer, incluso en invierno, ya que las vistas son fantásticas, y qué decir de las fotos que se pueden hacer. En verano es posible surcar el río en uno de los típicos barcos de palas, pero en invierno se quedan en puerto dado que el río puede estar congelado.

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Pareja admirando el casco viejo

La fábrica de coches más bonita del mundo

Había visto de refilón en minube que en Dresden hay una fábrica de Volkswagen donde hacen únicamente el Phaeton, llamada Die Gläserne Manufaktur (la fábrica de cristal). A pesar de mi gran afición por los coches no pensaba visitarla, pues los vehículos alemanes me parecen muy aburridos, y no creía que me fuera a encontrar con nada diferente a lo que se ve en cualquier documental sobre fabricar coches.

No podía estar más equivocado.

La lluvia de invierno hizo que empezase a visitar Dresden por esta fábrica, y lo que me encontré me alucinó. Sin duda, es la fábrica de coches más bonita, limpia y silenciosa del mundo. Toda una virguería de técnica alemana que podemos visitar para ver lo bien que fabrican los coches de lujo, pero no hacerles fotos.

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Die Gläserne Manufaktur, fábrica de Volkswagen

Neustadt, el barrio más animado

Llámame pesado por seguir hablando del barrio nuevo de Dresden, pero realmente es lo que marca diferencias en esta «pequeña» ciudad alemana (pequeña en el sentido de que es muy fácil moverse por ella, aunque tienen 500.000 habitantes).

Tiendas de lo más variadas (dresde ropa hasta cepillos para barrer); bares temáticos incluyendo el habitual tapas-bar con el toro de Osborne, comida mexicana, el Gran Lebowski y cualquier cosa que se te ocurra; y mucho arte callejero o street art de ese que te deja embobado mientras paseas por las calles. No te pierdas lugares como el Kunsthofpassage o el mercado cubierto de Neustadt, donde todo lo que se vende es de productores locales.

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Fachada de edificio en el Kunsthofpassage
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Mural en un edificio de Dresden
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Bar graffiteado en parking

Las bicicletas quedan genial con los graffitis

Si hay algo que les siente mejor a las ciudades que el tranvía (como a Helsinki), son las bicicletas y los graffitis hechos con estilo. Pues bien, Dresden tiene de todo en grandes cantidades. ¡Hasta los carteros van en bici! Son graciosísimos con sus alforjas amarillas y sus ruedas de apoyo.

En el barrio antiguo no verás ni un solo graffiti, estando todo impoluto, pero fuera de ese «territorio turista» la ciudad se llena de colorido y de muchas bicicletas, confirmando que es el medio de transporte más rápido en esta ciudad tan plana, aunque te mojes en invierno. No les debe importar mucho la nieve, pues los peatones rara vez llevan paraguas.

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Tranvía y bicicleta por el puente Augustusbrücke
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Tienda con bicicleta
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Bicicleta de cartero

La tienda más bonita del mundo es la Pfunds Molkerei

La Pfunds Molkerei dicen que es la tienda más bonita. No sé si será cierto, pues todavía me quedan unos cuantos millones de locales por visitar, pero ostentosa y recargada es un rato. Venden principalmente leche y quesos, que podemos degustar en el propio local y en la terraza en verano.

Sirvió de inspiración para la pastelería Mendl´s de la película El Gran Hotel Budapest, ya que es todo un emblema de un tiempo pasado. Ni se te ocurra hacer fotos, pues está muy prohibido (siempre puedes hacerte un selfie con el móvil ;)

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Lechería Pfund

Las cámaras de fotos del Technische Sammlungen

Y hablando de fotos, resulta que Dresden fue una gran potencia mundial en la fabricación de cámaras fotográficas, con marcas tan míticas como Contax, Praktica, Kinamo e Ihagee, creadores de la primera cámara reflex 35mm de la historia, la Kine-Exakta, una preciosa cámara que habrás visto en la película La ventana indiscreta en manos de James Stewart.

Todas estas piezas, y muchas más relacionadas con la tecnología (máquinas de escribir, cinematógrafos, computadores, ordenadores, incluso gameboys) se pueden ver en el Museo de la Técnica de Dresden, ubicado en una antigua estación de bomberos. Se puede subir a la torre, desde la que incluso Suiza es visible en los días claros.

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Maletín de fotógrafo con cámara Exakta, 1955
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Despiece de cámara Exakta

Frauenkirche y el centro reconstruido

Te habrá quedado claro que Dresden mola por su barrio nuevo, ¿no? Pues aun así, no hay que hacerle ascos a su barrio antiguo, que fue totalmente destruido en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial gracias a los bombardeos de los aliados, como ocurrió con muchas otras ciudades alemanas (aquí unas fotos de cómo quedó la ciudad).

Tras la devastación, en otros lugares como Frankfurt decidieron empezar de cero y hacer una nueva ciudad, pero aquí, en Dresden, prefirieron reconstruirlo tal cual, para devolverle su antiguo esplendor gótico, aunque sin el olor a moho.

Uno de los monumentos más llamativos es la Frauenkirche (la acabé llamando cariñosamente Frankenweenie), la enorme iglesia en el centro de Dresden, y aunque por dentro sea muy sosa, su torre es un excelente mirador que podemos visitar durante todo el año.

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Frauenkirche con alfombras
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Ópera, o Semperoper
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Cuervos sobre la ciudad antigua

El gran palacio de Zwinger

Si la Frauenkirche es el edificio más espectacular reconstruido, el gran palacio de Zwinger no le queda a la zaga. Además de los grandes jardines, los estanques y de su contundente planta, en su interior hay varios museos que podemos visitar:

– Pinacoteca de Viejos Maestros, con cuadros de Raffael, Durero, Tintoretto, Tiziano, Canaletto, y muchos más grandes artistas. Es bastante pequeño, pero la calidad de las obras es excepcional. A mí me encantó.

– Colección de Porcelana. La más grande colección de porcelana del mundo está en un ala del edificio. Seguro que es genial, pero no me motiva ver un montón de teteras en vitrinas.

– Salón Matemático-Físico. Si te interesa la ciencia, seguro que te encanta ver la gran cantidad de relojes e ingenios físicos que tienen, pero si no, es bastante prescindible, aunque se ve en poco tiempo.

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Palacio Zwinger
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Palacio Zwinger desde una terraza

Desfile de los Príncipes de la calle Augustusstrasse

Al preparar mi itinerario para visitar Dresden sí había una cosa que me llamó poderosamente la atención y que tenía muchas ganas de fotografiar: el mural con el desfile de los Príncipes de la Augustusstrasse. En sus 102 metros vemos representados a todos los monarcas de la casa sajona Wettin que gobernaron entre 1123 y 1918, con un curioso final tras el derrocamiento de la corona en Alemania con la Revolución de Noviembre de 1918.

Es diferente, llamativo, y con sus 24.000 azulejos, el mayor mosaico de porcelana del mundo. Está a un costado del gran Palacio Residencial, que visité por dentro, pero no me causó una sensación merecedora de estar en este artículo. Ya sabes, muchos objetos de oro expuestos en un museo cuyo interior es totalmente moderno y sin dejar hacer fotos, no es para mí.

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Bicicleta y mural del Desfile de los Príncipes (Fürstenzug)
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Mural con el desfile de los Príncipes (Fürstenzug)

Comida sajona en un restaurante temático

Para terminar, nada mejor que un poco de la gastronomía sajona, con un contundente plato de Sauerbraten sajón, carne adobada asada, acompañada de dumpling de patata, remolacha (ajjj), y salsa de pasas (ñammm). Por supuesto, de bebida, una pinta de cerveza.

Un plato muy tradicional y potente, en un restaurante ambientado en la época medieval que parece sacado directamente de DisneyLand. Por probar la comida sajona que no quede, aunque no me pareció nada del otro mundo y dudo mucho que volviera a gastarme lo que cuesta. Eso sí, el restaurante es curioso y merece una visita.

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Sauerbraten sajón en restaurante Pulverturm

Estas fueron las sensaciones que me causó la poco conocida ciudad de Dresden, donde además de su impoluto casco histórico que no le hace sombra a la cercana ciudad de Praga (una de las más bonitas de Europa junto a París), tiene un barrio nuevo que merece un par de días para disfrutarlo y vivirlo.

Guía para visitar Dresden

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  1. Gracias por el artículo Víctor. La verdad es que para mi Dresden también era una gran desconocida, ahora ya lo es un poco menos. Me llama mucho la atención que siendo una potencia mundial en la fabricación de cámaras fotográficas, haya tantos sitios donde no se pueda hacer fotografías, je, je.
    Muchas gracias y un saludo

    • Ya te digo, es muy curioso. Menos mal que en el museo de las cámaras si se podía hacer fotos, porque ya sería el colmo.
      Un saludo y gracias por comentar!

  2. Conozco Dresden, pero los datos están muy buenos acá! El puente y el Palacio con su Camelia también son lindos. Los alrededores con las gigantes gargantas son preciosas. Gracias!

    • Los alrededores tienen muy buena pinta , pero sólo estuve 2 días en Dresden, así que me centré en la ciudad. Espero volver en verano y conocer mejor la zona, que me gustó mucho

  3. Me encantó todo lo que leí de Dresde. Estamos planeando viajar en familia en tour a Europa del Este y Dresde es uno de los lugares que visitaremos de concretar el viaje. Agradezco tu dedicación y que compartas tus vivencias, es muy noble lo que hacés. Desde hoy, que te conocí pienso seguirte. Nuevamente gracias.

  4. Preciosa tu fotografia. Dresde es uba ciudad que anhelo visitar por la cantidad de acontecimientos historicos y culturales. Ademas una ciudad preciosa, callada y tranquila.Gracias.🙏

  5. Fascinante el Palacio que intentaron imitar en una milésima proporción a Versalles de París, pero es bellísimo, casi me transporté a tiempos de Platón o Aristóteles (me imaginé) en todo el espacio que ocupa. Y me llamó la atención, que los hermanos alemanes, no han querido reconstruir las paredes de los edificios importantes, destrozados por los enemigos en febrero de 1945, siendo una ciudad apacible y aún se observa el color del humo en las paredes.