Un día entre dardos, Campeonato de Asturias 2011

Una de las prácticas fotográficas más interesantes es ir por primera vez a un evento o competición deportiva para ver que imágenes somos capaces de capturar. Hay eventos, como la Semana Santa, donde ya tenemos muchas imágenes en la cabeza tras tantos años de verlo en televisión, periódicos o Internet, pero hay otros, como por ejemplo los dardos, a los que solo jugué una vez, donde tu cultura visual está en pañales.

Por eso era un reto muy interesante sacar buenas imágenes del Campeonato de Asturias de Dardos, celebrado el pasado fin de semana en el Club de Golf de las Caldas, cerca de Oviedo. El día anterior a la celebración del campeonato busqué fotografías por Internet de gente jugando a los dardos, para ver que imágenes me gustaban más, y así ir con alguna idea en la cabeza. Quizás no supe atinar las palabras de búsqueda correctas, pero lo que encontré no me aportó mucho. Esto lo hago siempre antes de ir a un rally, para investigar que curvas hay y que se puede ver, pero parece que la experiencia es un punto muy grande y ayuda a saber donde buscar. Google Images no siempre encuentra lo que uno quiere.

Así que al llegar al Club de Golf pocas ideas en la cabeza, tan sólo la de sacar un barrido del lanzamiento de un dardo, e intentar pillar dardos al vuelo. Estas ideas al final no fueron tan buenas como las veía en mi cabeza, pues aunque los barridos son algo que siempre me gustan mucho, el brazo de un lanzador de dardos se mueve muy rápido y es muy fino, dejando una estela inapreciable. Además, no les hacía ninguna gracia que saltara el flash mientras estaban en plena competición, así que descarté esta idea. El dardo en el aire también era muy pequeño e iba muy rápido, necesitando una velocidad de obturación muy alta para congelarlo, difícil de conseguir en interior sin subir demasiado el ISO, así que otra idea menos. Tan solo quedaba jugar con encuadres, capturar estelas de dardos voladores, y hacer el mínimo uso del flash.

A base de usar el luminoso 50mm montado en la full-frame conseguí las fotografías que más me gustaron, donde se ve tanto al lanzador como el dardo, la diana, y un poco del ambiente. Un hecho muy curioso y del que no me di cuenta hasta estar en faena, es que si ves a un lanzador de dardos sin el dardo en la mano, parece que esté bailando o lanzando un conjuro mágico, cual Harry Potter, ya que entre las posturas de la mano y la mirada de concentración se pierde cualquier punto de referencia que nos sitúe en el juego.

Lo mejor de los dardos es que todos los jugadores tiran muchas veces a la diana, sin perder tiempo entre cada lanzamiento, siendo mucho más dinámico y rápido que por ejemplo un rally, donde hay que esperar un minuto entre coche y coche y solo pasan una vez. Así, podemos tener encuadres diferentes del mismo jugador, lo que unido a que cada uno tiene su propio estilo de lanzamiento, da mucha variedad a las fotos.

Al ser un deporte de interior, con luz artificial y además con los grandes ventanales que había en la sala, a veces era difícil conseguir la exposición correcta, sin quemar demasiado la foto y sin perder detalle en los negros, así que había que usar ISOs altos y aperturas muy pequeñas, siempre con angular o tele muy corto. El flash prácticamente prohibido para no romper la concentración de los jugadores, y mucho cuidado con situarse en lugares que molestaran a los jugadores, que eran muy susceptibles a cualquier elemento extraño, como yo, cerca de la diana.

El riesgo era nulo. Tan sólo podía caerte un dardo rebotado de la diana, como me ocurrió en unas cuantas ocasiones. Nada que ver con que un coche con los frenos bloqueados venga de frente hacia tí.

Una experiencia muy enriquecedora, donde al final salieron unas cuantas fotos con las que estoy contento, y es que en todos los sitios se pueden hacer fotografías. A ti, ¿que te parecen los resultados obtenidos?.

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