Rally Legend 2014, las viejas glorias siguen corriendo en San Marino
Siempre se dice que cualquier tiempo pasado fue mejor, sobre todo en deportes, y en mi preferido, los rallyes, no se si es cierto o no, pero lo que si es seguro es que cualquier tiempo pasado era mucho más espectacular. Actualmente, con tanta electrónica, materiales de diseño e ingeniería, los coches son auténticos cohetes con ruedas que no pierden tracción ni en las condiciones más difíciles, lo que se traduce en mejores tiempos, pero también en menos espectáculo para el espectador, que quiere ver a los pilotos derrapando y volando en los terrenos más difíciles.
Con este panorama en la máxima competición, como es el mundial de rallyes (WRC), es normal que los rallyes históricos, donde se pueden seguir viendo aquellos trastos de 500cv que compitieron durante los años 80 sin dirección asistida, ABS ni electrónica, estén resurgiendo con fuerza. Uno de los más importantes es el Rally Legend de San Marino. Esta pequeña república italiana acoge durante 3 días a más de 150 equipos inscritos, todos ellos equipados con algunos de los vehículos más emblemáticos de la historia de los rallyes, y que además son en su mayoría originales, es decir, pertenecieron a antiguos campeones del mundo de rallyes o eran coches oficiales de la marca.
Todo un deleite para los sentidos ver corriendo en directo máquinas como aquel Audi Quattro Sport S1, apodado la quitanieves por motivos evidentes, la escuadra Lancia Martini, con modelos como el Stratos, 037, Delta S4 o Delta HF, auténticas leyendas que aún siguen dando mucha guerra, el imperecedero Peugeot 205 T16, posiblemente uno de los coches más bonitos de rallyes, y otros que no pueden faltar en un rally de estas características, como los numerosos Ford Escort MK, BMW M3, Talbot Lotus o Mitsubishi Lancer.
Este año incluso había un Porsche 911 del Dakar, que equipado con sus grandes ruedas, parecía un big foot. Una pena que la mecánica no estuviera muy afinada y tuvieran que abandonar pasada la primera jornada. Y es que si algo es delicado en estos coches, es la mecánica, que ya tiene muchos kilómetros a sus espaldas, y aunque estén restaurados y afinados por grandes especialistas, es fácil que sufran averías. De ahí la gran cantidad de abandonos, aunque con una lista tan abultada, hasta casi se agradece que el último día las pasadas de cada tramo duren menos de 3 horas.
El espetáculo de este Rally Legend sigue siendo del primer nivel, ya que a parte de los grandes coches clásicos que podemos ver corriendo, a la cita acuden invitados algunos de los pilotos más grandes de la historia, como por ejemplo Juha Kankkunen, único ganador de 4 mundiales con 4 coches diferentes, Markku Alen, último ganador de la copa de rallyes, Stig Blomqvist, campeón del mundial de rallyes en 1985, Didier Auriol, campeón del mundo en 1994, Harri Rovanpera, Armin Schwarz o Harri Toivonen, además de pilotos más recientes como el siempre espectacular Gigi Galli, Paolo Diana, Christof Klausner o Graziano Rossi, padre del piloto de motos Valentino Rossi.
Esta es tan sólo una pequeña muestra de la maquinaria y de los pilotos que podemos encontrarnos en el Rally Legend, una cita cada vez más conocida a nivel internacional, como reflejan las cunetas cada vez más llenas de aficionados. Esta era la segunda vez que iba al Rally Legend, y si bien la lista de inscritos fue un poco más abultada que en la anterior edición de 2013, este año a todos nos dio la sensación de que se «corría un poco menos», aunque siempre yendo muy rápidos. No se si es por el aumento de las medidas de seguridad, que obligaba a ponerle al público más lejos, a un mayor cuidado de los pilotos por los coches en los que van, o por ciertas chicanes puestas por la organización antes de puntos delicados para evitar accidentes.
Sea como sea, el Rally Legend posiblemente es el rally más espectacular al que podemos ir hoy en día, incluso más que las pruebas del mundial. Como ejemplo sólo había que ver la diferencia entre el Volkswagen Polo WRC de Jari-Matti Latvala, actual vehículo campeón del mundo de rallyes, y el resto de antiguallas. Mientras el Polo WRC frenaba en escasos metros, pasaba por lugares imposibles sin aminorar o aceleraba casi sin darle tiempo a meter marchas, el público realmente vibraba al pasar Gigi Galli todo de lado, los Audi Quattro aceleraban levantando el morro gracias al empuje bestial de sus más de 500 cv, o incluso los pequeños Autobianchi 112 levantaban su medio metro en los rasantes.
Tal es la fiesta de este rally que los equipos inscritos como históricos no compiten contra el cronómetro, para evitar «piquillas» innecesarias que puedan llevar al accidente de piezas únicas, pero aún así, los pilotos los llevan con mucha alegría, sin importarles que estén sentados en auténticas piezas de museo de precios incalculables.
Si para ti tiempos pasados siempre fueron mejores, por lo menos en los rallyes, no te pierdas el Rally Legend. Hay buenos coches, buenos pilotos y buenos tramos en un pequeño país donde todos se vuelcan en su rally, la muestra de que la historia, si sigue vive, se disfruta aún más.
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