Qatar Airways y el Aeropuerto Internacional de Hamad en Doha: el Lujo de Volar
Para alguien acostumbrado como yo a vuelos low cost, charters o trayectos nacionales, con asientos estrechos, comida mediocre o inexistente y espacio mínimo, es un placer descubrir que hay compañías que se preocupan por la comodidad de sus pasajeros y que saben que la experiencia de un viaje se inicia en el momento de llegar al aeropuerto, y no en el destino. En la aerolínea qatarí Qatar Airways todo está orientado a ello, desde la clase turista a la business.
A continuación os contaré mi experiencia tanto en el vuelo como en mi paso por el espectacular aeropuerto de Doha.
El vuelo en clase turista de Qatar Airways
Un grupo de azafatas, en su mayoría orientales (filipinas, tailandesas y una española) nos recibe con su elegante uniforme granate y una cálida sonrisa. Los huecos para el equipaje en clase turista son amplios y los asientos cómodos, con un espacio más que aceptable para las piernas. El monitor y la mesa están ocultos pero se despliegan con facilidad y nos invitan a interactuar con una amplia oferta de ocio internacional (cine, música, series, juegos, etc).
Un divertido vídeo protagonizado por la plantilla del Barça (patrocinado por la compañía) nos enseña las normas de seguridad a bordo. Entre risas, los pasajeros nos relajamos en el despegue.
La luz led es muy cómoda para los ojos y el aire no es tan seco como en otros vuelos. El menú es de apariencia y sabor más que aceptable, con opción vegetariana y postre árabe. Me acomodo con la almohada y una manta ligera que nos proporcionaron al llegar.
De vez en cuando consulto el mapa interactivo donde nos van contando el punto geográfico y la altura. Elijo “Las Sufragistas” entre la interminable lista de películas de estreno.
6 horas y media entre Madrid y Doha que pasan casi sin sentir entre nubes
El vuelo en clase business de Qatar Airways
El trayecto de regreso, en clase business, se corresponde con creces al título de “mejor asiento business del mundo”. Con el diseño de un sillón de masaje, y una pantalla de 15,4 pulgadas, es tan cómodo como su aspecto promete. Con una pantalla accedemos a las diferentes posiciones para cabeza, piernas y brazos, incluida la de reclinarse 180 grados. Su distribución en cabina permite un acceso directo de todos los pasajeros al pasillo y a un pequeño lobby para estirar las piernas o charlar con otros viajeros.
El personal a bordo nos saluda uno a uno a todos los pasajeros, nos ofrece una toalla para refrescarnos y una limonada helada. El catering gourmet a la carta está disponible a cualquier hora, nos informan, y hay una larga carta de bebidas, vinos y champagnes que se sirven en copa de cristal.
Prensa y revistas en árabe e inglés, una cómoda almohada y un neceser de Armani (con antifaz, calcetines, perfume y crema hidratante) completan la bienvenida. Mi amable azafato, de origen nepalí, se ocupa de mi bienestar en todo el momento y comienzo mi viaje con una copa de vino francés y un almuerzo exquisito con toques árabes y excelente presentación y sabor.
Estiro las piernas por completo, reclino el asiento, busco con mi mando la película de estreno entre 3.000 opciones y no puedo evitar, después de probar todos los botones, reclinarme en posición horizontal y cerrar los ojos…
El aeropuerto de Hamad en Doha, Catar
Docenas de palmeras imponentes dan la bienvenida a los viajeros multirraciales y cosmopolitas que se deslizan por los pasillos de Salidas y Llegadas del aeropuerto de Hamad.
Inspirado en el agua, uno de los bienes más preciados para un país desértico, se inauguró hace dos años con el afán de convertirse en uno de las vías principales de comunicación entre Europa, Asia y África, compitiendo fuertemente con el vecino Dubai.
No hay saturación de gente ni largas colas. Nada de grupos sentados en los pasillos, o de familias esperando su vuelo con las maletas amontonadas.
En Doha el concepto de viaje y de tránsito es diferente: se ha planificado pensando en la experiencia del viajero, y su espectacularidad no está reñida con la funcionalidad.
¿Qué pide un viajero de larga distancia o en tránsito a un aeropuerto?
Si hacemos una lista, el aeropuerto de Hamad lo cumple punto por punto:
Pasillos impolutos y brillantes, salas de espera con asientos reclinables de cuero (tanto mixtos como separados por sexos), pantallas de información presentes en todas partes, megafonía suave pero audible, zonas de juego para niños con PlayStation, guarderías, WiFi gratuito, duchas, zona para fumadores, variedad de tiendas de primeras marcas y souvenirs…
Pero esto no es todo:
Un aeropuerto que está entre los mejores del mundo ofrece además servicios de cinco estrellas (estos ya de pago):
- Un sofisticado hotel por horas para descansar, para estancias cortas de entre 3 hasta 24 horas.
- Un spa para relajarse con una piscina acristalada de 25 metros, salas de masaje, gimnasio y pistas de squash.
- La espectacular sala Vip Al Mourjan, con la calidad de un hotel 5 estrellas y el tamaño de 10 piscinas olímpicas para atender hasta 1.000 visitantes al mismo tiempo.
- Y una gran variedad gastronómica disponible las 24 horas.
Asimismo, la compañía ofrece a los pasajeros con escala a partir de 5 horas un tour gratuito por los lugares más emblemáticos de la ciudad de Doha conjuntamente con Turismo Qatar, que puede contratarse a la llegada en el mostrador Doha City Tour.
Un lujo, en resumen, para el viajero que disfruta, sea cual sea la clase en la que vuele, de los servicios y la comodidad soñados, y que a pesar de su evidente ostentación (la estatua de un peluche de bronce preside la sala central y coches de lujo, tiendas de caviar y de joyas se suceden por algunos de los pasillos) proporcionan al turista una sensación de relax y de atención difícil de igualar.
Comenta tu opinión sobre el artículo