Los Angeles II (17-10)
Miércoles, mitad de semana, y como el domingo no se vio todo lo que queríamos de los Angeles, hoy toca volver tras las clases de la mañana, para así ver el centro de la ciudad y no sólo la zona de millonarios.
Así que agarramos a una japonesa de clase, y fuimos todos a ver los Ángeles por segunda vez. Esta vez ya íbamos por las carreteras del medio de la ciudad, y había bastante tráfico, aunque se circulaba bastante rápido para tanta cantidad de coches. Es alucinante como puede haber tantos coches y casi no haber accidentes, por lo menos no vi ninguno. Como cosas curiosas, encontrar un colchón típico americano (king size) tirado en mitad de una autopista de 4 carriles, ya que uno en pick up lo había agarrado con unas cuerditas de nada y se le cayó. En este país no saben agarrar cosas en las furgonetas. La otra cosa curiosa, una piquilla que hubo con unas chicas en un pedazo de todo terreno grande. A quien se le ocurre reírse y pegar voces a un coche lleno de españoles, después pasa que nos reímos más nosotros que ellas. Estos americanos, que inocentones son, jeje.
La primera parada era por el centro de la ciudad, donde están los rascacielos. Antes de llegar, se pasaba por todos los towns habidos y por haber, como Koreatown, Vietnamtown, Tahilantown, Japantown, Maylasiatown, … (alguno puede que lo inventara, pero había muchos town, los reales son: Chinatown, Historic Filipinotown, Koreatown, Little Armenia, Little Ethiopia, Little Persia, Little India, Little Tokyo y Thai Town.). Menos mal que la japonesa distinguía entre Koreano, Japonés, Vietnamita y nos iba diciendo en que ciudad estábamos. Los Angeles, más que una ciudad, parece una unión de pequeñas ciudades con distintos idiomas y gente, muy multicultural, pero eso sí, el español presente en todas partes como idioma cooficial casi, por lo menos en la publicidad.
Tras pasar Little Ethiopia, está el centro mismo, con Main St. a la cabeza, como en toda ciudad americana que se precie. Aquí ya se ven los rascacielos grandes y mucho movimiento de gente. Se parece un poco a San Diego en los edificios altos, pero Los Angeles está mucho mas sucio, es más grande y se ve que hay menos riqueza.
Aquí están edificios de administración, como el ayuntamiento, la corte suprema, y de oficinas, como uno de Nike, los bancos, etc… Al ver el Guggenheim en una de estas calles, la parada es obligatoria para ver como es el de Los Angeles, que parece clavado al de Bilbao. Aparcó en un sitio prohibido y a hacerle fotos, así como una a la señal de las ciudades hermanadas.
A no, que no es el Guggen, es el Walt Disney Concert Hall, jaja.
La próxima pasada era por la Fashion Street, que según parece es donde se compra la ropa. Al llegar allí, pues sí, la gente seguro que compra telas, para luego cortarla y hacer ropa, que allí no había ropa normal, solo saldos muy antiguos y telas. Tras esta mini decepción, toca ir a Oldtown, la ciudad antigua de los Angeles, parecida a un pueblo mexicano. Es mucho menos espectacular que el de San Diego, ya que aquí solo hay algunas tiendas, pero se nota menos artificial, con gente que parece que vive ahí de verdad.
Muchas calaveras en las tiendas, velas para santos y signos religiosos, así como cuadros de películas y cosas típicas mexicanas. Hasta tenían una plaza típica española con una estatua de Carlos III, policía mexicana y una banda típica cantando. Todo muy mexicano.
La próxima parada era el estadio de Beisbol, que nos habían dicho que estaba muy bien y había que verlo. Por el camino encontré Chinatown, con una decoración china en los carteles, anuncios del año del cerdo por todos lados, y mucho chino por ahí, así como un templo que te transportaba a la misma china. La verdad que esta gente poco echará de menos de su país natal, ya que hacen una copia en miniatura en los Angeles añadiendo McDonald´s.
Ahora si, dirección al estadio de béisbol. Durante este recorrido por los Angeles, se veían cosas curiosas, como las típicas zapatillas colgadas de los cables de la luz ó Shoe tossing, un autobús con presos, taxis suicidas que contrastaban con la amabilidad de los coches normales conduciendo, gente típica de película como los negros raperos, latinos mafiosos, etc…
Ya llegado al estadio de béisbol, tras unas voces del guarda y decirnos que no podíamos parar en un sitio, nos cuenta que el estadio está cerrado por obras, así que no se puede entrar. Una pena, menos mal que desde una puerta se veía un poco el interior, y yendo al estadio se podía ver los Angeles desde las alturas.
Empezaba a atardecer, así que iban siendo horas de la última parada en los Angeles, los Universal Studios, donde están algunos platós de la Universal, así como un parque de atracciones con diferentes decorados, y que verás tras pagar unas decenas de dólares. Debería de estar guapo verlo, pero por falta de tiempo será otro año. Lo que si pude ver es el centro comercial que tienen allí montado, con el Hard Rock Cafe Hollywood, tienda de Harley Davidson, y muchas otras tiendas famosas, junto a muchos cafés y sitios para comer, y por supuesto, C I N E M A S, que deberían de estar guapos por dentro. Como siempre, una visita rápida a la zona y un poco más en profundidad al Hard Rock Café, que parecía lo más interesante con las reliquias del rock por la pared.
Muchas tiendas para comprar de todo, que en Estados Unidos, con dinero haces lo que quieras. Eso si, los parkings de sólo 15 minutos son de los mejores inventos que tienen, ya que puedes parar por 25 min sin problemas y siempre hay sitio, que pagar 10$ por el parking normal es un atraco.
Tras esta visita a Los Angeles, vuelta a Huntington Beach, pasando otra vez por el centro de la ciudad, con los rascacielos iluminados, una imagen muy bonita, pero de la que no tengo fotos visibles porque desde el coche salían movidas. La verdad que la ciudad de noche es impresionante, con esas torres todas iluminadas de blanco y con alguna luz roja en las esquinas. También impresionante el atasco, atravesando la ciudad a 20kmh cuando se iba rápido.
Como nota curiosa, eran las 10 luces que se veían iluminando el cielo y se movían a lo lejos, igual que las de los puticlubs de España, pero aquí las tenia el centro de convenciones y el concesionario de Chevrolet, que esta gente es muy casta y pura.
A dormir que ya se hace tarde, que mañana hay que hacer la maleta para ir a las Vegas el viernes bien temprano.
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