Ideas románticas sobre el viaje que me dan asco

Hoy tengo el día un poco peleón, y mi objetivo es el de crucificar las ideas románticas sobre el viaje y los viajeros que odio con todas mis fuerzas. No me considero especialmente quejica (venga, va, te dejo un rato para que te rías a gusto :P), sino más bien crítico, y respecto a los viajes, hay unas cuantas cosas que quedan monísimas en las películas, pero con las que no puedo.

Saltando en Barcelona

Por ejemplo, los viajes en tren, auténtico fetiche de cualquier viajero. Oh, qué bonito atravesar un país viendo sus campos por la ventana, con el suave vaivén de los vagones y el crujir de los raíles al paso de la maquinaria. Una hora igual está bien, dos ya empieza a ser cansino, pero 8 horas así es un suplicio que no hay manera de hacerlo pasar, sobre todo cuando te quedan otras 4 horas por delante.

Vale que son mucho más espaciosos y cómodos que los autobuses, pero es que esos trastos con ruedas, además de incómodos, son todo lo contrario a románticos, así que no cuentan y no creo que a nadie le gusten como medio de transporte.

En cambio, en un avión sabes que vas a llegar en un periquete a tu destino, que no vas a pasarte más de 12 horas ahí metido (¡en ese caso te darán de comer algo más que un sandwich!) y que vas a ir a un sitio totalmente distinto.

Turista carnavalesco

Para trayectos cercanos, un viaje en coche sí que es algo bueno: ves el paisaje, conoces el lugar y te puedes parar en CUALQUIER momento. Eso es vida. Si odias los trenes tanto como yo, dame tu apoyo en los comentarios (curiosamente, estoy escribiendo esto en un tren…).

Vamos ahora con algo que me toca especialmente la vena fotográfica.

¿Qué hay más bohemio y romántico en el viajero que ir con la cámara réflex analógica colgada del cuello?

Será porque va con una Leica, porque si no, no me explico qué tiene de bonito ir con una máquina al cuello que es más inútil que otra cualquier otra cosa en los viajes. En el 83% de los casos, el que va con una analógica lo hace para quedar de bohemio, no porque realmente aprecie las ventajas que pueden ofrecer este tipo de cámaras (ese 17% que sabe lo que hace me parecen unos valientes y tienen todo mi apoyo), que en tema de viajes, son más un incordio que otra cosa.

Hay que cargar con muchos carretes, están más limitadas en temas de ISO y, como tengas que trabajar con la cámara, entonces sí que son totalmente inviables. Servirán para ligar, pero poco más.

Con estilo e imitación de Leica

Ya que estamos con mitos viajeros del pasado, vamos con otro grande. Para viajar, sólo se pueden tomar notas en libretas Moleskine. A parte de Hemingway, ¿alguien más usaba estas libretas? Yo, qué quieres que te diga, prefiero mi móvil con Evernote. Y, para no quedarme sin batería, un buen power bank.

Ahí apunto todo lo interesante y, como lo mío no es dibujar, sino hacer fotos, tengo a mi gran compañera la réflex digital con una memoria fantástica que nunca se olvida de nada. Si te gusta escribir, no hace falta que sea en una libreta de marca, con que tenga tapas duras yo creo que te vale cualquiera.

Sigo con la racha anti-vintage, con algo que odio incluso más que las libretas de papel y las analógicas mal usadas: las bandoleras de cuero vintage. ¿Por qué las usa la gente? Son pesadas, inútiles e incómodas. Igual se ven bonitas en esas películas de reporteros intrépidos en medio de la selva, pero donde esté una mochila negra y fea, ¡que se quite cualquier bandolera!

Equipaje vintage, ¿nueva moda?

No quiero torcerme más la espalda, ni que me vean como un hispter. Prefiero algo funcional y que aguante cualquier clima. Uno, que es así de soso y poco estiloso, pero un poquito práctico.

Dejo de lado mi asqueo generalizado por todas las antiguallas que tanto se asocian con un buen viajero bohemio, para meterme de lleno en una de las peores ideas que nos ha vendido la publicidad sobre los viajes: de viaje todo es maravilloso. ¡Y una mierda! …que diríamos muchos.

Esperas en aeropuertos inhóspitos, hacinado en colas para entrar en monumentos, retrasos eternos, malas caras de la gente harta de ver tanto turista (aunque vayas repeinado, con ropa street casual, bandolera vintage y cámara analógica, sigues siendo un turista más), siempre con prisas de un lado para otro, tú ves todo como desde una burbuja, sin profundizar en nada ni conocer realmente cómo son los lugares, etc.

Perdidos en el museo

Vamos, que ni de lejos en los viajes todas las horas de todos los días estén llenas de vivencias extraordinarias ni de lugares impresionantes, por mucho que tu Facebook parezca el más feliz del universo.

Si te lo estuvieras pasando tan bien, seguro que te olvidarías del móvil y disfrutarías más del lugar, y de ese viaje trascendental en el que te hallas inmerso.

Vamos con un tema delicado: los romances viajeros, la quinta esencia de cualquier película romántica de Hollywood, donde te venden que los amoríos de viaje son los mejores. Ya, y cuando se termina el viaje, ¿cada uno a su casa, no? ¡Oh, espera! Igual esa es la parte buena (recomiendo ver la trilogía Before Sunshine)…

Como mi odio no es infinito, aunque lo parezca, voy con lo último que me revienta y que últimamente es toda una institución. Viajar como mochilero es lo mejor del mundo. Sobre todo si vas con una Visa Oro con la que pagarte todo, que como vayas corto de pasta, verás tú qué divertido es quedarte sin salir la mitad de las noches por no tener para pagar las cervezas en esa playa de Tailandia donde son más caras que en el centro de Londres.

Cada vez se está perdiendo más la esencia del mochilero, que no es seguir todas las fiestas que se hagan en honor a la luna cual manada sedienta de cerveza, sino ir ligero de equipaje para llegar más lejos.

Cervezas entre amigos

Con todo este odio y rencor acumulado, con el único mito viajero que me quedo es que las cervezas compartidas con los compañeros de viaje es lo mejor del mundo. Y no admito discusión. Por todo ello, me encanta viajar, aunque no lo parezca ;)

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  1. no te puedo quitar la razon en nada por que pienso igual
    he viajado cargando un equipo fotografico (digital) y al final vas a lo practico el segundo dia ya terminaba cargando un solo objetivo. pero bueno al principio muchos cometemos errores por las pelis que nos venden, como creer que vas a poder ir a ver todo y terminar cansado de tanta gente que hace imposible conseguir una buena foto rapido asi que con una anlogica es un autentico suplicio
    amo evernote, amo mi movil y todo lo que puedo hacer con el, amo pasear por la ciudad cargando lo menos posible
    vivan los power bank y las cervezas compartidas, VIVAN!!!

  2. Venga, aceptamos barco y te damos la razón en todo, pero… ¿y si no te gusta la cerveza? ;-)
    El postureo llegó al mundo de los viajes hace tiempo, esperemos que esté de paso.

    • Si no te gusta la cerveza, pues cualquier otra cosa menos agua, que con eso no se puede brindar :P
      Mucho postureo se ve últimamente, esperemos que sea una moda pasajera

  3. «Viajar como mochilero es lo mejor del mundo. Sobre todo si vas con una Visa Oro con la que pagarte todo…»

    Lo más cercano a lo que viene siendo un blogtrip ¿no? pero eso me imagino que no lo odiarás…

    • Hombre, son cosas bastante diferentes, porque un blogtrip es una acción promocional a la que vas a trabajar (aunque te lo puedes pasar muy bien), y de viaje escoges tú mismo que cosas ir a visitar.
      Con lo de la Visa Oro me refiero a que hay muchos «mochileros» que van de de muy hippies y ahorradores, pero bien que tienen un fuerte apoyo económico para estar sin dar pie con bola, nada más.
      Un saludo justiciero!

  4. Discrepo contigo en alguna cosilla (yo me mareo en autobús y prefiero diez horas en un tren de la India a cinco en el ALSA a Madrid) y me encanta viajar en tren, así que a ese respecto: apufff.

    Como no soy fotógrafo y cargo con una SLR digital, no opino sobre si es cool o no ir con la analógica (salvo que estés en el Gobi y sea una Polaroid, eso mola mucho), pero, chico, el que cada día de viaje lo encuentre fascinante y lleno de experiencias enriquecedoras que le hacen crecer como persona ¿qué c.ño fuma? Y puedo pontificar, y darte la razón, porque arrastro unos cuantos viajes largos a mis espaldas (sin Visa Oro).

    Hater, que eres un hater :P

    • Ojo, que no digo que prefiera el autobús, sólo que prefiero el avión, incluso de low cost, mil veces antes que un tren o un bus. Cuestión de gustos.

      Me apunto lo del desierto del Gobi para cuando me pase por alli ;). A los que todo lo ven de color de rosa, ya les pediré que pasen lo que fuma.

      Un saludo buenazo!

  5. En lo único que te voy a tirar de las orejas es en el tren, yo tengo auténtico amor por el tren e incluso en los trenes de India que eran caóticos a más no poder, me lo pasaba genial mirando por la ventana el paisaje o viendo la «fauna» (con cariño) que me rodeaba. No son tan rápidos como el avión, pero el avión con todo el tema de facturar, controles, aeropuertos que están en la quinta puñeta y demás me desespera.

    En cuanto a las cervezas, te las cambio por un buen mojito, que no soy muy de cervezas :P

    • Cuantos enamorados de los trenes, no me lo tengas en cuenta si algún día coincidimos de viaje en un tren :D

      Ok, aceptamos mojito como sustituto de cerveza. Al final con tener algo para brindar vale.

    • jajaja si en el fondo todos vosotros también odiais estas cosas, pero no lo deciis (Hubo mucha gente que me dijo por privado que también odiaba estas cosas) :D

  6. Bravo! Jeje, te has quedado a gusto! Así en general, creo que coincido en todo…. Excepto en lo de las cervezas más caras que en Londres, no te habrás pasado ahí?

    Un saludo!

    • jajaj pues si muy a gusto :D. Es una pequeña metáfora, pero en el centro de Londres hay sitios con pintas a 3€, y en Thailandia seguro que los sitios más cool, cobran más que eso.
      Un saludo!

  7. No podemos estar más de acuerdo. Es más, añadiríamos una última «moda» que está robando terreno a la romántica idea del mochilero: viajar «como un local».
    No cabe duda que, en la mayoría de las ocasiones, será más barato y más enriquecedor culturalmente pero, ¿qué quieres que te diga? Cuando vamos de viaje somos, queramos o no, turistas y si tengo que pecar de guiri y hacer cola para no subir a la Torre Eiffel, espero. ;)

    • Jeje otra moda más lo de viajar como local, aunque no se que demonios significa eso porque no creo que en cada pais viajen diferente, si no que depende de la gente. Seguid disfrutando como turistas al igual que yo!