Cala Mondragó, una de las playas más bonitas de Mallorca

Las calas son sin duda lo más peculiar de las Islas Baleares. De todos los tamaños y formas, destacan sobre todo por el azul impoluto del mar Mediterráneo y por su agreste paisaje.

Una de las calas que más me gustan de Mallorca, la mayor de las Isla Baleares, es Cala Mondragó, situada en un parque natural cerca de Santanyí, en el extremo sureste de la isla. Destaca por su entorno, la naturaleza, y que no es de las más concurridas.

Tras recorrer el laberinto de caminos que llevan hasta Cala Mondragó, llegas al aparcamiento donde dejar el coche. Caminando durante 5 minutos llegamos hasta la primera de las dos playas de este paraje natural, Cala Mondragó, la más saturada de de las dos y que tiene varios chiringuitos a pie de playa, hotel y apartamentos.

Aunque no todo está edificado, y el entorno nos sorprenderá por el extenso bosque de pino, saladina, acebuche, sabina, etc.

Detrás de cala Mondragó está el humedal de Ses Fonts de n’Alis, y a un lado el camino que lleva, bordeando la costa casi sobre el mar, hasta la playa S’Amarador, la que más me gusta de las dos. La playa de S’Amarador es casi virgen, y a parte de unas sombrillas y un pequeño chiringuito de playa de madera, aquí encontraremos arenas finas y aguas transparentes poco profundas donde disfrutar a nuestro antojo del mar Mediterráneo.

Pero aquí no termina todo lo que nos ofrece el parque natural de Cala Mondragó. Otra vez a un lado de la playa, en este caso de S´Amarador, empiezan unos senderos que continúan bordeando la costa, mostrándonos una de las zonas costeras más escarpadas de Mallorca, donde el mar Mediterráneo no es tan manso como solemos creer.

El recorrido se puede hacer en media hora, pero seguro que necesitaremos mucho más tiempo para disfrutar de las vistas de los miradores del camino, donde podemos apreciar las dos playas, lo cerca que están las montañas de la isla, y lo grande que es el entrante de Cala Mondragó, ideal para fondear barcos.

De ahí que algunas de las fotos de este artículo parezcan de un catálogo de barcos.

Visitemos Mallorca en invierno o verano, Cala Mondragó es una de mis paradas obligadas, ya que a parte de estar en un rincón alejado del turismo de masas que tanto abunda en la isla, aquí siempre encontraremos algo interesante para ver y pasaremos un día en contacto con el mar.