Los mejores platos que podrás probar en Mallorca
Cada vez me gusta más comer bien cuando voy de viaje. Antes, me conformaba con cualquier cosa, con tal de continuar visitando el lugar. Ahora ya me hago una lista de buenos restaurantes, de platos típicos que tengo que probar, y hasta me reservo el tiempo necesario para disfrutar de la hora de la comida (la hora de la cena siempre va a depender del atardecer y de los horarios del lugar ;). Me he dado cuenta de este cambio de gustos visitando diferentes lugares, pero sobre todo en las diferentes veces que visité mi isla favorita de las baleares, Mallorca. Mi primer viaje a la isla fue lo que se conoce como un viaje de colegas, donde primaba la fiesta y llenar el estómago con cualquier cosa. Volví a la isla varias veces en los siguientes años, y poco a poco fui descubriendo una gastronomía mucho más allá de la típica ensaimada y el arroz amarillo con sangría (llamarlo paella sería un sacrilegio) que me sedujo con sus sabores intensos, frescos, alegres y, por supuesto, muy mediterráneos.
Además de su excelente gastronomía, hay muchos lugares maravillosos para visitar en Mallorca, que puedes descubrir en la guía de viajes de qué ver en Mallorca creada por Barceló Experiences, donde se incluyen los pueblos imprescindibles, las playas más bonitas y los lugares icónicos de la isla en los que saborear estas especialidades.
Ahí me di cuenta de mi creciente pasión por disfrutar de la gastronomía local, de esos productos que solo puedes probar en el sitio de origen y en ningún otro lugar del mundo, y me zambullí de pleno en la gastronomía mallorquina. Lo que descubrí me encantó, nunca mejor dicho.
Los platos más típicos (y únicos) de Mallorca
Por supuesto, la ensaimada ocupa el primer puesto en el producto gastronómico más reconocido de Mallorca. Basta con estar en el aeropuerto, y cruzarse con alguien que lleva la mítica caja blanca con una deliciosa ensaimada dentro, para recordar esas aguas turquesas y las fiestas a la luz de la luna. La ensaimada es pura Mallorca, pura Baleares.
Pero hay muchas más comidas en la isla, y mucho más sanas para el cuerpo que este dulce hipercalórico.
La huerta de Mallorca (sí, voy a hablar de verduras, pero no te preocupes que en Mallorca saben cultivarlas y cocinarlas bien) es muy variada, con hortalizas y legumbres de toda clase: ajo, tomate, berenjena, pimiento, patata, alcachofa, haba, cebolla y, como no, el maravilloso aceite de oliva virgen extra, que en cada lugar que se cultiva tiene un aroma característico.
Con estas excelentes verduras solo la imaginación del chef es el límite, aunque no te puedes perder especialidades típicas como el frito mallorquín (frit), donde las verduras se fríen normalmente junto con carne de cordero o cerdo, el arroz brut (arròs brut), un arroz caldoso y especiado donde se combinan productos de la huerta con carne y caza, además de embutidos locales, y el tumbet, que consiste en verduras a la parrilla y con salsa, recordando al pisto o ratatouille. Ambos son platos equilibrados, sanos y muy mediterráneos que te recomiendo probar por lo menos una vez en tu viaje a Mallorca.
En cuanto a carnes, en la isla abunda el cerdo ibérico local, además de los pescados y mariscos, algo normal tratándose de una isla con tanta riqueza alrededor.
Dentro de los platos principales, otro gran clásico en las Baleares y en cada vez más lugares del levante son las cocas, una masa de pan salado sobre la que se ponen diversas hortalizas, aunque también las encontrarás con carne. Visualmente recuerdan a las pizzas italianas, pero cuando las pruebas no tienen nada que ver, aunque la idea sea similar. Sin duda, uno de los mejores fast foods mediterráneos.
Si te han gustado las cocas saladas, en el hermoso pueblo de Valldemossa tienen como especialidad local las cocas dulces, dignas de ser saboreadas en cada viaje a la isla.
Otros de los productos más típicos de la isla es la sobrasada, que encontrarás en todos los sitios para desayunar, comer o cenar, y que bien sirve como snack en cualquier momento, así como el pan con aceite (pa amb oli), hermano del pan con tomate andaluz, aunque en las Baleares se hace con un pan tostado tipo de leña y tiene diferente cantidad de tomate, además de acompañarlo de algún embutido, o incluso de pescado o queso.
Cómo encontrar buenos restaurantes en Mallorca
Uno de los mayores miedos que tenemos los turistas cuando visitamos un sitio tan turístico como las islas Baleares es acabar en un mal restaurante, donde nos den comida insípida a un precio excesivo. Vamos, lo que viene siendo un timo, o lo que los ingleses llaman una «tourist trap». Aunque cada vez hay menos de estos sitios gracias a los comentarios online, siempre es bueno estar atentos a las señales de alerta para no pasarnos el día mirando reseñas.
La primera es fijarse si ofrecen algún menú estrella como especialidad de la casa. Si se trata de paella (no arroz brut) o cualquier cosa acompañada de sangría, huye hasta que te encuentres una buena coca rebosante de pimientos y tomates.
Como recomendación, pregunta siempre el precio antes de encargar la comida, incluso si se trata de unos bocadillos de sobrasada, ya que te puedes encontrar con la mala sorpresa de que cuestan 10€ cada uno, como me pasó en una playa de la isla.
Si estás en Palma de Mallorca o en algún pueblo grande, da un paseo por el mercado municipal, ya que hay algunos con puestos de comida con muy buena pinta, como por ejemplo el mercado de Santa Catalina, en Palma de Mallorca. En los alrededores de estos lugares, no tan turísticos, suele haber buenos restaurantes a base de productos de temporada.
Y, por supuesto, si eres un cocinitas, apuntarte a algún taller de cocina mallorquina o, incluso, visitar a algún productor local, como el huerto de Vinyassa en Sóller (descubre qué ver en Sóller en esta guía de viajes), son unos planes que te acercan con la auténtica Mallorca.
es parece muy bueno no olvidó traer algo en casa