Nantes, la ciudad donde el arte está en la calle (con vídeo)

Viajar para admirar piezas de arte es una gran idea, sobre todo cuando el arte se encuentra por todos los rincones del destino, algo que ocurre en Nantes, una de las pequeñas ciudades francesas que recomiendo visitar. Esta antigua ciudad portuaria, volcada al mar y hogar del célebre escritor de ciencia ficción Julio Verne, tras vivir un duro periodo de recesión a finales de los años 80, se ha convertido en el terreno de juego de artistas de todo el mundo.

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Todos los veranos se celebra en Nantes «Le Voyage à Nantes«, un festival lúdico y poético donde artistas, creativos, jardineros, cocineros, Djs, creadores de moda y muchas más personas creativas ocupan con su arte los espacios públicos, dejando algunas de sus piezas instaladas de forma permanente en la ciudad tras terminar el festival.

El resultado es que en Nantes lo peculiar y diferente es la norma. Así, te puedes encontrar con un campo de fútbol curvo en pleno centro, con mesas de ping-pong entrelazadas, un bosque salvaje en el centro de la ciudad, nidos de pájaro en los rincones más insólitos, y muchas más obras de arte en este gran museo al aire libre que es Nantes.

Si bien todo este arte desperdigado por la ciudad es alucinante, en la capital del Loira hay también hueco para la historia, con edificios tan sorprendentes como El Castillo de los Duques de Bretaña (que tiene un tobogán en la muralla, no se podían resistir a darle un toque simpático), o la Catedral de San Pedro y San Pablo, y para el lugar más sorprendente y único de Nantes, Les Machines de l’île.

Les Machines de l’île son la creación steampunk nacida de la imaginación de François Delarozière y Pierre Orefice, en la que han credo ingenios mecánicos de gran belleza como El gran elefante, que se pasea por la isla todos los días, el Tiovivo de los fondos marinos, donde soñar como un niño en cómo será el fondo marino, y El taller, lugar de creación de este fascinante mundo. Para 2022 inaugurarán su mayor obra, El árbol de las garzas, así que ya tienes otra excusa para visitar Nantes.

Además del arte, de las máquinas steampunk y de su historia, Nantes es una ciudad muy fácil de visitar, tan solo tienes que seguir la línea verde e ir descubriendo todo lo que tiene para ofrecer esta villa que no deja indiferente a nadie.

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