Cosas que aprendí al viajar por Rumanía
Viajamos por muchos motivos. Algunos, por visitar lugares nuevos, otros, por cambiar la rutina y, todos, por conocer otras culturas y lugares. Cada destino es fuente de nuevas vivencias, de experiencias que nos hacen evolucionar como personas y nos permiten conocer más sobre este diverso mundo en que habitamos. Cada país es un nuevo aprendizaje, y me gustaría compartir contigo todo lo que me ha enseñado la inhóspita Rumanía.
Rumanía es un país situado al final de la cordillera de los Balcanes, bañado únicamente por el mar Negro. Durante varias décadas estuvo férreamente gobernado por la dictadura comunista de Nicolai Ceaucescu, hasta su derrocamiento (y muerte) en 1989. Desde entonces, este país de origen latino goza de democracia, entrando a formar parte de la Unión Europea en 2007.
Visité Rumanía en dos ocasiones, una a principios de primavera y otra en pleno verano, en las cuales recorrí casi todo el país, visitando lugares como Transilvania, Mara Mures o Neamt, así como su capital, Bucarest. Tras sendos viajes, esto es lo que me enseñó este pequeño país que empecé odiándolo, pero que al final me acabó conquistando.
La diferencia entre humildad y pobreza
Rumanía actualmente es un país pobre comparado con los niveles medios de Europa. Aún así, goza de una nutrida historia y de una fuerte cultura, lo que hace que aunque sus habitantes no tengan muchos recursos económicos, hagan todo lo posible para que los visitantes se encuentren lo mejor posible al visitar su amado país.
Son personas humildes, sí, pero ricas de corazón, algo palpable cuando visitas las recónditas villas de Transilvania, o las rústicas poblaciones de Mara Mures. De ahí que no te puedes esperar grandes lujos en Rumanía, (aunque los hay, sobre todo en Bucarest o la costa del mar Negro), pero si unas gentes agradables con buenas intenciones.
De ahí que Rumanía, más que un lugar pobre, me parezca un lugar humilde. En el plano económico les queda un largo camino por recorrer, pero en otros aspectos de la vida, ya lo están haciendo muy bien.
Las dictaduras siempre son una cosa mala
Que las dictaduras son malas lo sabemos todos, pero en el caso de Rumanía sobrepasó el mayor de los absurdos en demasiadas ocasiones. Supongo que de ahí el abrupto final del dictador Ceaucescu, asesinado por la turba enfurecida tras un discurso al pueblo.
Entre sus magnamáticas ideas, están construcciones tan apabullantes como el Parlamento de Bucarest, también llamado casa del pueblo, el mayor edificio de uso civil del mundo. O su trastornada idea de construir la carretera Transfagarasan por medio de una cordillera arisca y extrema como ella sola. O su ilusión de convertir a Bucarest en la París del este a base de excavadoras y mano de obra barata, creando un engendro difícil de asimilar. O muchas otras historias que demuestran hasta que punto de locura puede llegar un dictador que se cree el amo y señor de todo el país.
Menos mal que la juventud tiene muchas ganas de salir adelante, y hacen lo posible para que el futuro de Rumanía sea mucho más luminoso que su pasado.
Un país rico cuida de su entorno, uno pobre lo explota
Da mucha pena cuando estás visitando un lugar natural precioso y lo encuentras salpicado de basura por todas partes, o cuando te adentras en un monumento único y su mal estado de conservación amenaza con la ruina. De ahí sólo pude sacar la conclusión de que, en un país pobre económicamente, los recursos naturales y culturales se ven simplemente como eso, como recursos para explotar lo más rápido posible hasta que no den más de sí, en vez de intentar favorecer su florecimiento y poder usarlos indefinidamente.
Igual es que la acuciante necesidad nubla nuestros objetivos a largo plazo, pero a uno se le rompe el alma cuando ve que, por pura desidia y falta de un poco de consciencia colectiva, están arruinando un bello país repleto de exuberante naturaleza y una prolífica cultura.
Igual ahora, dentro de la Unión Europea, las cosas mejoran un poco, pero hace falta más que buenas intenciones para notar verdaderos cambios, y estos tienen que llegar, como siempre, de la población y de los políticos.
La hospitalidad y amabilidad de los rumanos
La primera vez que uno llega a Rumanía va cargado con falsos prejuicios acerca de los rumanos. Que si son todos unos ladrones, que si son mala gente, que si son todos unos gitanos, en el mal sentido de la palabra. En definitiva, llegas creyendo que te van a robar varias veces al día, y que cualquier persona con la que te cruces es el enemigo.
Menos mal que al aterrizar te chocas de lleno con la cruda realidad, y ahí compruebas que los rumanos ni son ladrones, ni son mala gente, ni son todos unos gitanos. Si no más bien todo lo contrario.
En su mayoría rebosan de amabilidad y de hospitalidad hacia el visitante, y no de esa falsa que compran los dólares, si no de la genuina, de la que sale de dentro porque su madre les enseñó, desde bien pequeñitos, que hay que ser buena persona con todo el mundo. Y vaya si lo son, en pocos países me he sentido más a gusto y con menos miedo al pasear por la calle de noche con la cámara a cuestas, o al entrar en alejados pueblos con un coche de alquiler de lujo.
En Rumanía si que saben hacer una fiesta en cualquier sitio
El espíritu latino de los rumanos se palpa en el ambiente, pues suelen ser vivarachos, extrovertidos y amigos del jolgorio. Y cuando se juntan unos cuantos, es inevitable que hagan una fiesta, sin importar el lugar, o sin importar el momento. Unos cuantos amigos alrededor de una mesa, unas cuantas cervezas, o un poco de pálinka, son excusas más que suficientes para hacer una fiesta a la que cualquiera con ganas de pasarlo bien, está más que bienvenido a unirse.
Así, es normal que en Rumanía viviera situaciones tan surrealistas como terminar la primera fiesta de la noche en el techo de un hotel, divisando toda la ciudad, o que tras una extenuante subida al monte Ceahlau, el comité de bienvenida al refugio ya estuviera con las cervezas y la música preparada para celebrar la puesta de sol.
En Rumanía saben mucho de fiesta, y es algo que nos encantará saborear, tanto en los pueblos como en la capital, Bucarest.
Conducir un coche malo muchas veces es divertido
Para un amante de los automóviles como yo, conducir un coche de la marca Dacia podría decirse que es todo un suplicio. Son feos, lentos, antiguos; vamos, lo que viene a ser un mal coche. Mejor dicho, un coche horrible, insufrible, que no le desearías ni a tu peor enemigo.
Pero aún así, conducir un vetusto Dacia por las sinuosas carreteras rumanas tiene su aquel. Vale que son coches incómodos, pero su carencia de avances tecnológicos hace que uno sienta en todo momento la carretera, y su ligereza (en parte debida a su escasez de detalles) ayuda a disfrutar de una conducción limpia y simple, como la de antaño, donde cada curva era un pequeño desafío y donde en todo momento hay que estar en sintonía con el vehículo.
Conducir durante más de un par de horas estos horribles ingenios mecánicos te asegura, cuanto menos, el dolor de espalda, pero es un trámite que hay que superar para integrarse con el modo de funcionamiento de Rumanía. Puede que no hagan buenos coches, pero aún así se le acaba cogiendo el punto a las sensaciones que transmite el coche, de pura conducción, y por lo menos, dispones de un gran maletero.
Ir con prisa es terminar yendo despacio
En Rumanía las prisas no existen. O mejor dicho, no sirven para nada. Da igual que quieras llegar muy pronto a un sitio o que tengas poco tiempo para hacer un trámite, las cosas van a su ritmo y no van a ir más rápido porque tu te aceleres o conduzcas más rápido. No, esto es Rumanía y siempre va a haber un imprevisto, una casualidad o una serendipia que te hagan demorarte en el camino, llegando mucho más tarde de lo que tenías planeado.
Igual esto no es tan malo, y los que estamos equivocados somos nosotros, los europeos «avanzados» que creemos que todo tiene que funcionar a la perfección y llegar a su hora. Un poco (o mucho) de margen tampoco causa ningún mal, y lo bien que te lo puedes pasar en el camino, no tiene precio.
Rumanía, ¿como España hace 20 años?
La frase que más he escuchado a las personas que han visitado Rumanía es que su sensación es la de que Rumanía es como España hace 20 años. Eso nos pone, actualmente, a que Rumanía es como España en 1997, algo que se ve a simple vista que no es así. En la parte de las infraestructuras, como son carreteras o ferrocarriles, están un par de décadas más atrás (apenas hay un trío de autopistas en el país y los trenes son, por decirlo delicadamente, con encanto), pero si nos fijamos en otros aspectos, como por ejemplo la conexión a Internet, tanto en ciudades como en pueblos, nos llevan ventaja.
No en vano, se dice que Rumanía es el país de Europa con la conexión a Internet media más rápida (sí, parece un chiste, pero he disfrutado de 30mb de bajada en una casa perdida en mitad del monte donde apenas cerraban las ventanas) y, en cuanto a apertura de cadenas internacionales, nuevos negocios, o perspectivas de futuro, las cosas pintan más que bien a esta antigua dictadura comunista.
Han abrazado el capitalismo con fuerza, para lo bueno y para lo malo, y eso se nota en una Bucarest que puede competir en varios apartados con otras grandes capitales europeas, y en una apertura al turismo y al exterior que ya les gustarían a otros.
Así pues, igual Rumanía parece antigua y obsoleta, pero sus sueños de futuro son muy grandes, y la juventud está empeñada en conseguirlos a pesar de la corrupción y su pasado convulso.
Tras mis viajes por este peculiar país, estas fueron las principales enseñanzas que aprendí de este viejo e interesante país. ¿Has viajado por Rumanía? Me gustaría saber qué te ha enseñado, cuéntamelo en los comentarios.
Gracias amigo por compartir tus aventuras y poder asi aprender un poco de estas culturas.
Todo un placer, gracias por leerme, un saludo!
Muy de acuerdo con tu Post, estuve hace un par de meses allí, 7 días de viaje, una pasada me encantó todo. Es un país desconocido para muchísima gente y es una pena, porque merece la pena visitarlo sin duda.
Un saludo :)
Estoy contigo Sandra, un gran desconocido que hay que animarse más a visitarlo. Un saludo!
Pues nos has convencido Víctor, después de leerte y escucharte en Expofoto Galicia, este verano nos vamos a Rumanía. Ya tenemos lo vuelos, ahora a preparar el viaje.
Muchas gracias!!!
¡Qué buena elección! Os va a encantar la naturaleza y los pueblecitos del norte, cuanto más arriba, mejor. Disfrutad del viaje!
Wow. Vaya artículo más bonito Victor. Llevo 8 años viviendo en España y me he emocionado al ver tantas cosas bonitas sobre este país…mi país.
Estoy preparando un proyecto (a ver si me lo aceptan) para crear una plataforma exclusiva para los hispano hablantes, para promocionar el turismo en Rumanía. Me he animado a empezarlo justo porque he visto que todos mis amigos a los que he convencido a ir de vacaciones han vuelto encantados. Ha sido la mejor confirmación de que hay algo en ese país….algo que muchos de los que vivien allí ni lo han visto.
Gracias otra vez por este artículo tan bonito.
Un fuerte abrazo,
Raul
Hola Raúl! Muchas gracias por tus palabras, la verdad que Rumanía es un país que me encantó cuando lo conocí mejor, aunque de primeras me chocó bastante.
Suerte con ese proyecto, y cuando salga, avísame para hablar de posibles colaboraciones con otro proyecto que estoy empezando también sobre viajes.
Un abrazo!
¡Qué buena entrada Víctor! Es muy interesante que hablen de tu país desde otra perspectiva, gracias por compartirla!
CUANTOS GITANOS RUMANOS HAY EN ESPAÑA
Bueno, yo cuando visite tu país España me esperaba ver algo más un estilo California mansiones, muchos casinos, limpieza por las calles etc. Mi sorpresa ha sido todo lo contrario!
TIPS: para los que vais a visitar Rumanía acostumbraros en dejar propina (si pagais en metálico) por donde vais a comprar algo ya que está MAL visto si te vas sin dejar la chatarra (las monedas o redondear el precio ej. Si algo vale 18 dejas 20 o si algo vale 37 dejas 40 ) bares, restaurantes, kioscos, taxi, mercados etc sobretodo a los camareros y vendedoras!!
España es cualquier cosa. Son unos maleducados y buscan peleas por las calles. Los veranos horribles y mucha sequía. No hay nada de naturaleza.
Hola!
Buen artículo, una mirada objetiva.
Soy rumana y amo mí país, pero me dan vergüenza los que lo conducen.
Hola, yo soy española y vivo ya de 8 años en Rumanía, en Transilvania.
Este país me encanta, la gente, la cultura, sus tradiciones y por qué no decirlo, su religión, la religión ortodoxa.
Me encanta ver cuando la gente habla bien de este país, porque casi todo el mundo habla mal de el, pero sólo aquellos que no lo conocen y no lo han visitado nunca. Siempre que hablas sobre algo, tienes que tener conocimiento de causa.
Muchas gracias por describirlo de una manera tan auténtica!
Multumesc!
Hola! Solo cuento lo que ví en Rumanía y lo que me encontré, mucha buena gente. Un saludo!
En hora buena por tu blog Victor,me encanto tu descripcion,gracias por compartir tu experiencia,Rumania es asi!!Nosotros somos de Rumania
y estamos promocionando nuestro pais para los espanoles! Tenemos un blog tambien, http://www.observayvive.com
Yo creo que estaría bn que tratemos a los españoles de las mismas maneras que ellos tratan a los rumanos en España osea mal!!! Los rumanos en España no tienen ningún derecho aunque son europeos muchas veces no tenemos derecho a la sanidad aunque trabajamos y un trabajo digno para rumanos casi ni existe… Mientras gente de Venezuela al primero que llegan tienen su paga de asilo su sanidad su trabajo y su NIE y los subsaharianos también!! Nosotros somos europeos de la Unión y no tenemos ni un puto derecho e España!! El país más racista de Europa con los rumanos!P QUE NO os vais a vuestro país señores racistas españoles?? 1492 ya pasó!!!!
Conozco muchos trabajadores rumanos muy bien integrados y felices de estar en España para que vengas con tus complejos a recriminarnos nada. La sanidad pública en España es gratuita y solo por eso y su calidad ya deberías darnos las gracias en vez de llamarnos racistas. Si no te gustan los españoles, ya sabes donde tienes la frontera para salir, que no te tenemos secuestrada. Si no te vas será por algo. Por cierto, lo primero que dejan claro los propios rumanos es que los rumanos y los gitanos rumanos no son lo mismo y que no les confundamos. Si hasta los gitanos españoles no quieren tener que ver con ellos. En España los únicos rumanos que rechazamos son a los gitanos rumanos por su «cultura» que no por su piel. A España se viene a trabajar de forma legal y contribuir a nuestra sociedad, no a delinquir ni a que te solucionemos la vida a nuestra costa por tu cara bonita sin merecerlo. Si trabajas honestamente y te integras contribuyendo al bien común de nuestra sociedad, nunca tendrás problemas en España y si no lo haces, ¿por qué sigues aquí en vez de buscar una sociedad menos «racista» que deben ser todas según tu?
Yo soy rumana, no vivo en España y nunca viví ahí… PERO vivo en el extranjero .Todas las personas que se me acercaron fueron españoles, es decir mis amigos son españoles, no rumanos, y no por que no quieria tener amigos rumanos… Los españoles no son racistas, me fui en España un montón de veces en vacaciones y me recibieron con un montón de amor y cariño. Cuando es de trabajos para los rumanos en España … pues el nivel de paro es de 14% en España, ese país no tiene trabajo ni siquiera para los españoles… Y los extranjeros de América del sur tienen este tipo de ´´recibimiento¨ solo por que España conquisto esos países así que es lo normal, hablan la misma idioma y tienen muchísimo en común. Que hay españoles que creen que los rumanos son gitanos y no saben la diferencia, pues hombre, claro ! Hay de todo, depende de la educación… ¿Y a quien le gustan los gitanos, de verdad? A nadie… Pero oye espabilados con un montón de ideas hay en todo el mundo, así que leer tus opiniones sobre los españoles me hace gracia, Cata. Muy bonito el articulo, Víctor Gomez, espero que te lo pasaste bien en Rumania!
Hola !! Llevo más de 3 meses viviendo en Rumanía, antes de decidir vivir en este país tan peculiar, investigue en varios medios en los cuales no hablaban maravillas de los Rumanos, pero aún así decidí venir , honestamente con expectativas bajas del país que después se convertirían en algo bueno ya que fueron superadas totalmente, encontré un país muy lindo y muy seguro incluso más que otros países de Europa occidental y eso me llevo a la conclusión que los perjuicios no nos dejan nada bueno. Rumania es un país muy lindo con mucha diversidad para descubrir tal vez no tiene la publicidad afuera para promocionar el país, pero aconsejó a todo aventurero a adentrarse en estas tierras Transilvanas.
Gracias por tu comentario, disfruta mucho de Rumanía que es un gran sitio, un saludo!
Yo soy española y mi marido es rumano y ya he estado con el tres veces en Rumanía ke me encanta es un país maravilloso y muy buena gente ,,fui a Transilvania ,ke es un lugar encantador ,,la cuidad de mi marido es maravillosa es braila y me encanta ,,es un encanto olee
Wow! Éste blog me ha dejado un sabor dulce amargo en la boca, generalmente leo antes de visitar un lugar para saber qué lugares visitar, nunca había leído uno en donde se criticara todo de manera tan disimulada.
«Un país rico cuida de su entorno, uno pobre lo explota» No sé qué tanto sabes de economía, pero, no es tan sencillo. Sí los países ricos pagarán el verdadero valor de los recursos naturales de países en vía de desarrollo (no pobres) podría haber un mayor acceso a bienes y servicios por parte de quienes los explotan,»Que todos sean gitanos (en el man sentido de la palabra)» pero, ¿Qué rayos significa eso? «Autos viejos» y? «Que las cosas se hagan a su propio ritmo» y? Y lo que más risa me da «no son tan avanzados como nosotros» yo no sabía que España fuese potencia mundial económicamente, tecnológicamente y/o socialmente.
Quedo preguntándome, Qué pasaría sí efectivamente la mayoría de la población rumana? Se enorgullecen del arte flamenco pero desprecian su origen?
Afortunadamente se resalta que son personas maravillosas y muy amables. Y creo que es el mejor aprendizaje que pudiste tener.
Gracias por tu comentario! La economía no es tan sencilla, claro. Los países pagan a otros por sus recursos lo que estos les cobren por ellos, otra cosa es que tengan necesidad de los ingresos compitan en precios con otros con los mismos recursos. Lo único que ahora es escaso, es el conocimiento.
Avanzados lo puse entre comillas, es una forma de ironía, porque países como Rumanía y otros son considerados, al fijarte en la economía, una liga inferior a por ejemplo Alemania o Francia. Pero por supuesto un país es mucho más que su economía.
El resto es mi opinión personal, y me alegra que estés de acuerdo con que son gente maravillosa. Pocos lugares me gustaron tan poco al principio, y me acabaron encandilando cuanto más los conocí, así que ese es el mejor aprendizaje :D
Hola Victor acabo de leer tus impresiones de Rumanía y concuerdo contigo en todo. Mi esposo y yo hicimos un tour privado por casi toda Rumanía en el 2017 . Quedamos impresionados con su gente, la naturaleza, sus monumentos. Totalmente sorprendidos y con muchas ganas de volver. Siempre nos hicieron sentir en nuestra casa. Saludos Irene
Tu país si que es pobre. Y feo. El más seco de Europa. Y la educación la tenéis por los suelos. Maleducados y pervertidos. La mayoría gays.
Ahhh y por no decir que en mi país la gente es hospitalaria. Yo cuando voy a casas de españoles comen delante de ti y ni te invitan ni a un vaso de agua. Además, siempre buscan peleas en la calle. Vuestras marimachos de mujeres acomplejados.
Mas quisieran los españoles tener algo de paisajes de los que tienen Rumanía. España país racista y desértico.